Opinión: por qué la DGT debería poner multas más caras

Usar el móvil al volante restará 6 puntos a los conductores

Victor Delgado

Teléfono móvil, GPS, radio… cualquier cosa es perjudicial para tu seguridad.

Llevamos años y años escuchando en las tertulias, informativos y cualquier sitio en el que se hable de ello cómo se criminaliza la velocidad en la carretera. Los coches nuevos pueden alcanzar velocidades que son muy peligrosas. Hasta ahí estamos de acuerdo. Pero, ¿qué pasa con las distracciones al volante? Hay conductas que son bastante más peligrosas que ir a 110, 120 o 130 km/h. Sin embargo, no están castigadas debidamente y lo peor es que se encuentran normalizadas. A lo mejor todos deberíamos fijarnos más en cómo conducen las mujeres...

Las distracciones al volante son la verdadera lacra

Con la democratización de los teléfonos móviles inteligentes se ha creado un monstruo. Bueno, mejor dicho, muchos. ¿Quién no tiene un familiar, un amigo o un conocido que está continuamente pegado a la pantalla de su dispositivo? Que si WhatsApp por aquí, que si Facebook por allá, que si ahora respondo al correo, que si mira qué video más cachondo… Manteniendo una conversación tomando un café molesta. Molesta mucho.

Radar

Sin embargo, cuando estas actitudes se tienen mientras se conduce, es todavía mucho peor. No solo molesta, sino que está poniendo en riesgo su vida y la de los demás usuarios de la vía. Conste que soy un firme defensor de la seguridad en la carretera. Y por eso creo que hay que mirar más hacia este tipo de comportamientos que hacia si alguien circula a 100 km/h por una carretera limitada a 90, o a 130 km/h por una autopista o autovía. A pesar de todo, sé que mi opinión sea impopular para algunos.

Y es que claro, cuando se va a más velocidad de la permitida y encima se tienen distracciones al volante, el cóctel es horrible. Las posibilidades de sufrir un accidente de tráfico, y además de mayor gravedad, se acentúan. Estas posibilidades crecen todavía más si el firme de la carretera en cuestión no se encuentra en el mejor estado posible. Un tema que también debería ser revisado con más asiduidad, por cierto. Pero ese ya es otro tema, que al final me acabo liando.

El caso es que las distracciones al volante vienen desde distintas vías, y es completamente necesario erradicar esos comportamientos y limitar el uso de ciertos artilugios mientras se está conduciendo. El ya mencionado teléfono móvil no es el único. ¿Quién no ha mirado al GPS de la pantalla multimedia del coche mientras va circulando? El que esté libre de pecado que tire la primera piedra. Por esto me parecen tan buenas soluciones como el Head-Up Display, el control por voz o el asistente de frenada automática de emergencia, entre otros.

hombre con móvil al volante

Luego está el hecho de fumar. Fumar en sí no representa una multa, pero si el agente de turno considera que te está distrayendo de tu tarea principal, que es la conducción, sí que va asociado a una sanción. En mi opinión, sí que distrae, pero eso ya depende de la percepción de cada uno. Al fin y al cabo estás realizando otra acción simultáneamente y, por lo tanto, no estás prestando toda la que deberías al volante, al cambio de marchas, a los pedales o al tráfico. ¿La conclusión? Yo la tengo muy clara.

No soy partidario de los radares recaudatorios de velocidad, como supongo que le pasará a la mayoría de la gente. En rectas, con buen firme y una visibilidad estupenda. Pero los que detectan si llevas puesto el cinturón o si vas manejando el teléfono móvil o cualquier otro dispositivo, creo que deberían incluso incrementarse. Por la seguridad de todos.