Llega el Range Rover Sport 2023 con 635 CV y una punta de 290 km/h

El Range Rover Sport SV sustituye al SVR. Pierde una letra en el apellido, pero gana en velocidad y dinánimca.

Más rápido, más alto, más fuerte. ¿Te suena este lema? Claro que sí: lo llevan grabado en el corazón todos los atletas que han competido en los Juegos Olímpicos y los aficionados al deporte en general. Y esto se puede aplicar también al nuevo Range Rover Sport SV.

Y es que este SUV de lujo, que roza los cinco metros, llega con 635 CV, 750 Nm y unas cifras que marean un poco: 290 km/h y un 0 a 100 de 3,8 segundos, que es el mismo tiempo que ofrece un Porsche 911 de armas tomar: el Targa 4S. Palabras mayores.

Este nuevo SV sustituye al anterior SVR. Pero el modelo anterior era quizá demasiado duro: sonaba muy salvaje, y su carácter era quizá demasiado indómito para quien estuviera dispuesto a pagar más de 150.000 euros por un SUV deportivo de este tipo.

Ahora, el enfoque ha cambiado y es más sutil. Tiene más énfasis en el rendimiento, la conducción y la tecnología y algo menos de show.

Donde no hay dulcificación es en el motor. En lugar del antiguo V8 de cinco litros sobrealimentado (eliminado debido a las emisiones), llega otro ocho cilindros en V de 4,4 litros con dos turbos y procedente de BMW con 60 CV y 50 Nm más que antes.

Ahora su velocidad punta le permite codearse con los mejores en este apartado. Y por mejores tienes que pensar en Lamborghini Urus, Aston Martin DBX, BMW X5 M (con ese mismo motor pero 625 CV) y en el futuro con el Porsche Cayenne, aunque este aún está desplegando su gama completa (que ya hemos probado) tras la remodelación.

Mejoras técnicas para potenciar el rendimiento

Para poder llevar bien el aumento de prestaciones, el nuevo Range Rover Sport SV recibe una  suspensión rediseñada con nuevos subchasis, brazos de suspensión delanteros y traseros, y más caída en las ruedas traseras. 

Pero aquí la gran novedad es el 6D Dynamics, donde la suspensión neumática utiliza un sistema parecido al del McLaren 720S. Sus amortiguadores no solo controlan el balanceo (el SV no tiene barras estabilizadoras, lo que supone un ahorro de 8 kg), sino también el cabeceo y la inclinación. 

En los Range Rover Sport normales, los 25 metros de conductos hidráulicos contienen fluido a 35 bares de presión, pero en el modo SV la presión aumenta a 53, mientras que en curvas pronunciadas puede llegar a 140 bares. Al aterrizar de un salto (en caso de que tengas la necesidad de hacerlo), la presión puede llegar a 270 bares. 

En comparación con una barra estabilizadora activa de 48 voltios, que puede aplicar alrededor de 1.500 Nm de par, el sistema hidráulico proporciona el equivalente a 2.300 Nm en inclinación y 4.000 Nm en cabeceo

Así, en Range Rover anuncian orgullosos que el nuevo SV puede alcanzar 1,1 G de aceleración lateral con sus neumáticos de serie (285 delante y 305 detrás). También ayuda que es 10 mm más bajo que el modelo base y que al activar el modo SV mediante un botón en el volante baja otros 15.

Dieta de adelgazamiento radical

Land Rover habla de agilidad y control, algo por lo que no se caracterizaba el antiguo modelo. Con 2.560 kg, está claro que el nuevo SV no es un peso ligero, pero al menos en la marca han tomado medidas. 

Por ejemplo, los frenos cerámicos de carbono Brembo ahorran 34 kg respecto a los de acero de serie (los delanteros miden 440 mm de diámetro), mientras que existe la opción de montar llantas de carbono de 23 pulgadas, que ahorran otros 35,6 kg. 

Por fuera, un poco más calmado

Exteriormente, hay menos que destacar. El SV sigue con la línea de diseño simple de los últimos modelos de la marca. El capó ahora está construido en fibra de carbono, mientras que el frontal se ha retocado para acentuar la anchura y mejorar la refrigeración y el flujo de aire. 

Las rejillas de ventilación del capó son falsas, pero el motor aspira aire por encima de los turbos y expulsa el calor por debajo. En la parte trasera hay embellecedores de carbono para los tubos de escape cuádruples y el logotipo SV del capó es de carbono, mientras que el trasero se ha rediseñado.

Interior: más lujo que deportividad

Interior del Range Rover Sport SV 2023

En el interior del Range Rover Sport aparecen los logos SV Performance iluminados y todo lo que te puedes imaginar en un modelo así, que se puede resumir con dos palabras: cuero y pantallas. 

Pero la mayor novedad es BASS: el asiento Body And Soul. Han trabajado con la start-up californiana Subpac en un sistema que permite sentir la música. 

Cuatro transductores están instalados en los respaldos de los asientos delanteros y generan vibraciones al ritmo de lo que suena en el sistema Meridian de 1.430 vatios y 29 altavoces.

Un motor con ganas de beber, pero menos que antes

El V8 biturbo del SV sigue ofreciendo un consumo un poco elevado, pero al menos es menor que antes: un 15% con respecto al coche anterior (12,8 l/100 de media).

Range Rover espera que la aceptación del nuevo SV sea elevada, lo que podría añadir estrés a la actual cartera de pedidos (200.000 unidades), con listas de espera de nueve meses, aunque desde la central prometen que los problemas en la cadena de suministro son cosa del pasado y que los plazos se están reduciendo.

Aún no se sabe nada del precio, pero teniendo en cuenta que un X5 M cuesta 176.000 euros y que Range Rover ha subido mucho de categoría, el nuevo Sport SV debe rondar ese valor...

Etiquetas: SUV deportivo