3 todoterrenos de verdad para cruzar Marruecos y llegar al Sáhara

Volkswagen Touareg, Hyundai Terracan y Jeep Grand Cherokee de la Cunda Squad

Un Hyundai Terracan, un Jeep Grand Cherokee y un Volkswagen Touareg. Todos ellos modificados para recorrer más de 3.000 kilómetros por Marruecos hasta el Sáhara.

Como sabéis, recientemente realicé una ruta por Marruecos de casi 4.000 kilómetros junto a unos amigos para visitar la región norte del Desierto del Sáhara. Un viaje desde Madrid que hicimos con tres todoterrenos: un Hyundai Terracan, un Jeep Grand Cherokee y un Volkswagen Touareg.

VW Touareg, Hyundai Terracan y Jeep Grand Cherokee: 4.000 km de ruta por Marruecos

Todos ellos vehículos offroad de los que ya no quedan, o quedan pocos. Incluso el Volkswagen, aunque muchos penséis que es un SUV. Estos 4x4 estaban modificados para la aventura, pero todos son de la década del 2000 y coches de segunda mano asequibles, al igual que sus modificaciones.

Hace un par de días os conté cómo fue el viaje por el norte de África y hoy, os traigo un análisis del comportamiento de estos tres coches. ¿Son capaces de realizar un viaje tan complejo y largo? ¿Tuvieron fallos? ¿Pueden vencer al desierto? Vamos a ello.

Hyundai Terracan: el más efectivo

Hyundai Terracan Cunda Squad

Cunda Squad

Este Hyundai Terracan pertenece al restyling realizado al modelo en el año 2005. Cuenta con un motor de 4 cilindros en línea turboalimentado de 2,9 litros diésel con inyección directa y 163 CV de potencia. Posee tracción integral desconectable para usarlo solo en tracción trasera, reductora y eje rígido en la parte posterior.

A nivel de preparación, equipa suspensiones OME Nitrocharger Sport de nitrógeno, que refuerzan la resistencia del sistema en pistas y entornos complicados. Algo perfecto para un viaje de este estilo y que se combina con barra de torsión en el eje delantero y ruedas todoterrenos mixtas (mucho más amables sobre arena y asfalto).

Finalmente, se colocó al vehículo una tienda de campaña desplegable en el techo que se guarda en un gran cajón metálico y que incorpora iluminación LED 360º gracias a diversos focos controlados desde una consola en el interior.

Sin duda, el Hyundai Terracan fue el más ágil en la mayoría de entornos. El uso de caja de cambios manual y su tracción total le dotan de una gran capacidad para solventar obstáculos. Y, por otro lado, la tracción trasera y sus gomas fueron perfectas para reducir los consumos de combustible en tramos más rápidos o de carretera.

Jeep Grand Cherokee: la bestia americana y camperizada

Jeep Grand Cherokee Cunda Squad

Banzai Motorsport

Este Jeep Grand Cherokee cuenta con un motor de 5 cilindros en línea turbo de 2,7 litros fabricado por Mercedes-Benz. Actualmente y gracias a una reprogramación de la centralita, desarrolla aproximadamente unos 200 CV de potencia con caja de cambios automática, tracción integral permanente y reductora.

Su preparación es la más radical. Tenemos suspensiones elevadas, snorkel instalado para vadear ríos, faros LED adicionales montados al frente, dos ejes rígidos, ruedas todoterreno ensanchadas gracias a sus llantas y una baca con una gran tienda de campaña.

Esta tienda de campaña desplegable cuenta también con un toldo y una zona que puede reservarse para instalar una ducha. Y también tiene espacio, como fue el caso durante el viaje, para una buena garrafa de combustible. Aunque se trata de un despliegue de medios para el que se necesita, como mínimo, dos o tres personas para hacerlo de forma rápida y cómoda.

La mecánica del Jeep supone una clara ventaja en muchos entornos. Sobre todo en pistas o zonas de tierra dura, donde es capaz de doblarse a su antojo para superar los obstáculos. El peso que llevaba el coche camperizado, sin embargo, supuso un problema en algunas zonas blandas. Aunque salvarlo no fue tarea complicada.

Volkswagen Touareg: el más cómodo y sorprendente

Volkswagen Touareg Cunda Squad

Cunda Squad

Volkswagen ideó al Touareg como un SUV todocamino. Esta unidad del 2007 cuenta con tracción total permanente y convertidor de par, además de reductora. Bajo el capó posee un motor de 5 cilindros en línea turbo de 2,5 litros diésel con 174 CV.

Como curiosidad, no trae correa o cadena de distribución. Ni tampoco correas de servicio. De todo ello se encarga un sistema de cascada de piñones, mucho más fiable, aunque también más ruidoso. Su consumo de diésel, eso sí, fue el más alto de la expedición: más de 11 litros a los 100 kilómetros de media.

La baca de su techo es artesanal y en ella situamos un neumático extra, además de cuatro garrafas de combustible para poder abastecer también al Hyundai. Y por supuesto, cuatro focos LED para lograr una iluminación más precisa.

Cuenta con suspensión neumática, llantas de BMW E90 (ya que coincidían las medidas del buje), ruedas todoterreno y bloqueo central del diferencial. Aunque en su momento, se vendió con extras como cambio manual y bloqueo trasero, que hubiesen sido un gran aliciente.

Este SUV fue el más sorprendente, con una gran gestión electrónica de la tracción que le permitió salir de muchos atascos en tierra o arena de forma autónoma. También era el coche más cómodo y señorial. Pero sin nada que envidiar en entornos offroad al resto.

¿Problemas? Sorprendentemente pocos

Volkswagen Touareg Cunda Squad

Cunda Squad

Los problemas mecánicos de los coches fueron prácticamente inexistentes, a excepción de dos algo más preocupantes. Por un lado, el Hyundai Terracan de aquella generación tiene tendencia a sufrir pérdidas de líquido de dirección debido a sus manguitos. Una fuga que se saldó con revisiones diarias y algunos litros rellenados.

Y finalmente, el Volkswagen Touareg nos dio un susto que queríamos evitar a toda costa: la suspensión neumática. Al salir de un camino hacia carretera, el eje delantero se quedó hundido al suelo y absolutamente descompensado del trasero.

Tras varios reinicios y un intento de cambiar la altura del vehículo, nada funcionó. Sin embargo, no se escuchaban fugas en las balonas ni detectamos problemas mayores con el escáner de centralita Carly. ¿El problema? Se había soltado el sensor de altura de la suspensión delantera derecha, fruto seguramente de los vaivenes del conjunto en el desierto.

Volkswagen no colocó un sistema de enganche consistente a estos cables y pueden llegar a soltarse. Así que una brida nos ayudó a asegurar la conexión y al arrancar el coche y dejar trabajar al compresor un rato, todo volvió a la normalidad. ¡Prueba pasada con nota para los tres vehículos!