El Dacia Spring podría ser más revolucionario de lo que creemos. Lo probamos

Quién lo iba a decir...

Reconozco que antes de empezar la prueba del Dacia Spring estaba predispuesto a que me gustara. No, no había "maletines" de por medio, ni tampoco ningún "consejo amable" de nadie. Simplemente, me gustan los coches eléctricos y estaba esperando con ganas el momento en que llegara uno que fuera de verdad el "eléctrico del pueblo".

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Porque seguro que recuerdas más de una y de dos ocasiones en que los fabricantes han dicho que su eléctrico iba a ser el que lo cambiara todo; el que sería recordado por poner un punto y aparte en la historia del automovilismo. Y el caso es que luego no pasaba nada: compactos caros, SUV más caros aún...

En el caso del Dacia Spring creo que la marca rumana ha escogido muy bien en camino. Para empezar, por el precio. Lo cuento ya porque creo que es algo muy importante en este coche: el acabado base, Confort, lo tienes por 9.550 euros con las ayudas del Plan Moves 3. El Confort Plus, por 12.260 euros. Cuidado con estas cifras.

Interior: espacio y detalles modestos

Cuando entras en su espacioso habitáculo no te falta de nada: aire acondicionado, espejos eléctricos, pantalla de infotainment de 7 pulgadas con navegador, Android Auto y CarPlay... No esperes virguerías porque sencillamente no las hay: ¿preacondcionamiento del habitáculo? ¿Volante con calefacción?

Tampoco en el cuadro de relojes: el Spring que llega en 2021 tiene una pantalla de 3,5 pulgadas en el que tienes toda la información disponible. Pero los indicadores con paneles luminosos que, dicho sea de paso, se leen correctamente. En el de la derecha, por cierto, está el botón del ordenador de viaje: sin duda hay sitios mejores para colocarlo...

Interior del Dacia Spring

A cambio existe una aplicación desde la que puedes gestionar la carga, comprobar el nivel de la batería y cosas por el estilo. Yo no pude probarla porque durante la mañana de la prueba, el Dacia Spring que tuve entre manos era una unidad preserie.

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Bajé del coche con un par de notas apuntadas en el cuaderno: los pestillos de las puertas me llevan a épocas pasadas; los asientos no tienen un triste bolsillo en la parte de atrás; el mando para la recirculación de aire es una palanca... Pues bien, todo eso, según me aseguraron, desaparecerá en las versiones definitivas.

Y es que, cuando Dacia lance su primer eléctrico en otoño, pondrá en la calle un modelo sincero, suficientemente barato como para llamar la atención de los que quieren un eléctrico para ir de A a B sin historias, y que ofrezca una calidad de conducción razonable.Pero vayamos por partes.Primero entro en las plazas traseras. Tienen una postura erguida y el mullido es duro, pero no creo que sea malo. Las ventanillas con la línea ascendente te quitan un poco de luminosidad y visión a la altura de la cara.

Prueba Dacia Spring

El espacio no sobra, como es lógico en un coche de 3,67 metros. Pero con una batalla de 2,42 metros, el hueco que hay para el habitáculo está bien. El suelo está plano porque las baterías están ubicadas bajo el asiento trasero, en el que se pueden acomodar dos personas.

Paso a las plazas delanteras. Los asientos tienen un mullido duro y recogen poco la espalda, mientas que la banqueta podría ser un pelín más larga para apyoar mejor los muslos. No me parecen los asientos más cómodos del mundo (¿quizá son de las unidades preserie?), pero lo cierto es que luego en marcha no me han molestado aunque no se puede regular en altura (tampoco el volante).

Prueba del Dacia Spring: el ciudad está cómodo

Puede que nadie se sorprenda cuando lea que en ciudad está cómodo. No es una manera de hablar: las ruedas son pequeñas (14 pulgadas), pero las delanteras giran mucho (hasta 38 grados), por lo que tienes un diámetro de giro de 9,6 metros que no está nada mal.

Además, la visibilidad circular es buena. Algo peor en la zona de los tres cuartos traseros por el diseño de la zona del pilar C, pero nada grave.

A la hora de circular, se notan sus cifras modestas. El motor eléctrico ofrece 44 CV entre 3.000 y 8.200 rpm y un par máximo de 125 Nm desde las 500 hasta las 2.500 rpm. Andar, anda poco, pero entre semáforos no echas en falta más: cuando se pone verde sale con alegría. Un detalle que me ha gustado: a la hora de frenar, el tacto del pedal es muy natural, a diferencia de otros modelos que no se regulan bien.

En Dacia aseguran que el Spring sirve tanto para recorridos urbanos como interurbanos. Y lo cierto es que con una punta de 125 km/h puedes llegar a cualquier parte. En autopista su calidad de rodadura es razonable para tener unas vías estrechitas, aunque si sopla un poco de viento también lo sientes. Seguramente acabes circulando tranquilamente a 100 por el carril del medio derecho sin preocupaciones de ningún tipo y sin estrés.

Estos serán los rivales del Dacia Spring

Porque, tras acabar la prueba del Dacia Spring, creo que ese es el punto más importante. Una batería de poco más de 27 kWh que se puede cargar en casa con un enchufe de 3,7 Kw en una noche, una manejabilidad fácil y sin complicaciones... Vale que no te ofrece el feeling de un Porsche Taycan. Ni el halo de "electroguay" de un Jaguar I-Pace. 

Pero te hará sonreír cuando pienses el precio que has pagado por él y que lo estás utilizando del mismo modo que el conductor del Tesla Model X que se ha gastado más de 10 veces lo que tú...

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Etiquetas: Coches urbanos