Probamos el Volkswagen ID.4 de 204 CV. Por ahora es el mejor de la familia

Ofrece exactamente lo que esperas que ofrezca

Durante la prueba de este Volkswagen ID.4 con 204 CV tengo la sensación de que, de algún modo, es el modelo que debería de llevar el peso de la familia ID.

Verás: en Volkswagen lo dieron todo con el ID.3. El coche eléctrico que vendría a revolucionarlo todo, al igual que hizo el Golf. Sin embargo, quizá le pasó como a Audi cuando lanzó el A2: ¿estaba el mundo preparado para este modelo? Además, el nombre de Golf pesa mucho, quizá demasiado.

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Al volante del ID.3 tenía esa sensación de que sí, está bien, "pero". Siempre un "pero", que generalmente tiene forma de eso, de Golf.

El Volkswagen ID.4 es más libre. No tiene nadie que le haga sombra, y además ofrece exactamente lo que esperas de un crossover eléctrico, digamos "racional": que te lleve de A a B sin quebraderos de cabeza, con suavidad y con comodidad.

Prueba Volkswagen ID.4

Antes de empezar la prueba de este Volkswagen ID.4 me detengo en los asientos delanteros. Me parece muy solvente. Es espacioso y, gracias al diseño minimalista, te da mucha sensación de desahogo

Sí, es igual al de su hermano pequeño, lo que significa que no debes buscar botones: todo lo que acciona algo está en una pantalla o en un pulsador táctil que, no nos vamos a engañar, lleva a un manejo lento, en ocasiones farragoso y en otras frustrante, especialmente por el diseño del sistema de infotainment emulando a un móvil. 

Los deportivos eléctricos de Volkswagen se llamarán GTX

¡Qué necesidad! ¡Si es un coche! ¿Por qué no puedo sintonizar exactamente la emisora FM que quiero? ¿Por qué tengo que esperar a que arranque el sistema cuando inicio la marcha? ¿Por qué por la noche no se iluminan los mandos del volumen o el climatizador que no están en la pantalla?

Es cierto que a lo largo de los días que he tenido el coche me he acostumbrado y no es algo tan grave, pero ahí está. A cambio, disfrutas desde el primer momento de una postura de conducción muy natural, con unos asientos cómodos y todos los controles a mano.

También saca buena nota en las plazas traseras. Es muy espacioso. Mucho. Tanto es así, que el ID.4 no tendría nada que envidiar a modelos mucho más grandes, y todo ello en el tamaño de un Volkswagen Tiguan.

En marcha: ofrece lo que te esperas

El Volkswagen ID.4 de esta prueba monta llantas de 20 pulgadas y neumáticos Hankook Ventus Evo EV, que están diseñados para coches eléctricos.

Como decía antes, te lleva de A a B de manera sencilla y en pleno silencio, muy en la línea de lo que podrías esperar de un coche serio, sereno y sobrio como este SUV eléctrico.

Su terreno predilecto es la ciudad o los recorridos interurbanos. Aquí muestra unas maneras buenas. Silencioso, cómodo, espacioso y con el plus añadido de que gira mucho, lo que te ayuda a callejear o a aparcar en cualquier sitio con mayor facilidad.

En autopista tiene una calidad de rodadura muy elevada. No sientes los ruidos habituales que aparecen en los eléctricos y que pasan desapercibidos en los coches de gasolina o diésel, como los de rodadura o del viento. Además, la dirección es muy adecuada para hacer kilómetros, porque no exige esfuerzo, ni para moverla ni para escoger la trazada que necesitas.

También le doy buena nota en una carretera secundaria, donde demuestra que tiene un chasis muy bien puesto a punto. Las suspensiones son llamativamente firmes, aunque supongo que será para contener el peso de todo el conjunto. En general es un coche ágil, que gestiona las zonas de más curvas sin problemas.

Los adelantamientos se hacen de manera sencilla porque la respuesta del motor (204 CV, 310 Nm) es prácticamente instantánea, aunque sí es cierto que quizá podrías esperar un poco más de punch.

Si subes el ritmo, el eje delantero tiende a abrir la trayectoria y, aunque es un modelo de propulsión (el motor está entre las ruedas de atrás), no tienes la sensación de que se pueda descolgar el eje trasero. Además, me parece digno de mención el tacto del pedal de freno, muy bien calibrado y que no ofrece el tacto 'raro' que sí dan otros modelos de batería.

En resumen, diría que el Volkswagen ID.4 de esta prueba es un coche satisfactorio en todo tipo de terreno No es que te lleve a gritar de alegría cuando lo conduces, pero es que el contexto es importante: quien se compra este coche quiere cubrir unas necesidades determinadas que este modelo solventa con soltura.

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Etiquetas: Motor