McLaren P1 y toda la gama Ferrari, a revisión por los airbag

Los ya tristemente famosos airbag de nitrato de amonio de Takata, presentes también en una gran lista de superdeportivos.

Los airbag de Takata son tristemente famosos por ser los protagonistas de la mayor llamada a revisión de la historia, con más de 90 millones de ejemplares. En EEUU se han puesto serios con este tema, con más de nueve víctimas mortales derivadas del uso defectuoso del inflador del airbag Takata, las autoridades americanas del NHTSA han revisado cientos y cientos de miles de airbag, una gigantesca llamada a revisión de la que no escaparán algunos de los vehículos más exclusivos del mundo, como el McLaren P1 o el Ferrari LaFerrari.

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Y es que Takata es uno de los mayores proveedores de sistemas de airbag del planeta, por lo que no es de extrañar que esta llamada a revisión sea tan grande. Toda la gama de Ferrari de los dos últimos años deberá pasar por el taller para revisar este sistema. Se calcula que unos 2.800 Ferrari vendidos (o por vender) en EEUU se verán sometidos a esta revisión. Pero hay otros deportivos de altura. Muchos.

Por ejemplo, McLaren es otra de las marcas afectadas y tanto el McLaren P1 como su hermano menor, el McLaren 570, deberán pasar por el taller. Hay más: Fisker Karma, Tesla Model S, Lexus LFA o el Audi R8 de última hornada son otros de los que montan el airbag de la discordia. ¿Por qué siguen usando sistemas de airbag de esta marca japonesa? 

En EEUU, esta masiva llamada a revisión está teniendo como consecuencia la sustitución de muchos airbag detectados como defectuosos: 12,5 millones han sido reparados, 6,7 airbag del conductor y 5,8 millones del airbag del pasajero. Sin duda, Honda ha sido el más afectado por este escándalo, con más de 8,2 millones de airbag reparados, seguido de Toyota y el Grupo FCA con 147 y 1,46 millones respectivamente. 

La llamada a revisión todavía no ha sido secundada por muchos de los vehículos afectados, por lo que el Departamento del Transporte quiere acelerar este proceso y motivar a los fabricantes para que cambian más rápido los airbag de los modelos más peligrosos. Takata está colaborando y ha aumentado de una manera notable la producción de los kits de reemplazo del airbag dañado. Un escándalo que cada día que pasa ve la luz al final del túnel y del que se libran pocos.

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