Si lo que quieres es una cantidad considerable de potencia por un precio razonable, es posible que el Ford Mustang GT esté entre tus opciones. Este deportivo estadounidense nos encandiló cuando lo probamos, y es que por alguna razón en nuestro continente nos apasionan las creaciones 'yankees', aunque en ocasiones no funcionen bien en el mercado.

En cualquier caso, no cabe duda de que es un gran coche, pero ¿es todo perfecto en él? Hoy saldrás un poco de dudas, porque te vamos a hablar de 5 de sus puntos fuertes y una debilidad.

Diseño inconfundible y agresivo

Especialmente desde el restyling, el Mustang hace gala de un diseño realmente agresivo gracias a un frontal bajo, sus grupos ópticos delanteros afilados y a su característica línea de la carrocería. No cabe duda de que es un coche que llama la atención allá por donde pasa.

Eso sí, este diseño se ajusta a unos parámetros que siempre han definido a este modelo, razón por la cual sigue siendo un muscle car -o pony car- muy reconocible. Además de tener una apariencia moderna, este emblemático Ford mantiene ese estilo que siempre le ha definido e identificado.

Grandes prestaciones

Bajo el capó del Ford Mustang GT encontramos un motor V8 de 5 litros con 450 CV. Atrás quedó el EcoBoost de 314 CV que también se ofrecía en Europa a su llegada y ahora solo podemos optar por este gran bloque, que te sacará una sonrisa en cada ocasión.

Además de su característico sonido, se trata de un propulsor con una gran respuesta que te pegará al asiento en todo momento. Asócialo a un cambio automático de 10 velocidades, o a uno manual de 6 si quieres vivir una experiencia de lo más auténtica. No te arrepentirás en ningún momento.

Como entrar a otro mundo

En un momento en el que varios coches del mercado pueden ofrecer unas sensaciones similares o comparten demasiados puntos en común, el Mustang es todo lo contrario. No es un coche europeo, es americano y se nota. Es algo que lleva con orgullo, aunque en esta generación fuera algo adaptado a los gustos de nuestro continente.

Adentrarse en él no te recuerda a cualquier otro coche ni en cuanto al diseño del habitáculo, ni en su amplitud. Es la mejor muestra de eso que dicen de que ‘en EE.UU., todo se hace a lo grande’, y eso que allí este no es considerado un coche grande.

Pero, más allá de su espacio, lo que más llama la atención es la atmósfera que transmite. Al volante te puedes sentir como el mismísimo Steve McQueen -especialmente si optas por la versión Bullitt de este modelo- y recordarás que hay mucho más allá de los interiores minimalistas repletos de grandes pantallas táctiles.

Más práctico de lo que parece

Aunque no lo parezca, el Ford Mustang puede ser casi un coche de diario si no te preocupa demasiado el consumo de combustible. Es un coche rápido y emocionante, pero eso no quiere decir que no se pueda disfrutar en ciudad y en condiciones normales con una conducción más relajada.

Teniendo en cuenta que se pueden configurar parámetros como la dureza de la dirección y que su suspensión se encuentra en un punto adecuado como para no ser especialmente dura ni demasiado blanda, te encontrarás más cómodo de lo que te esperarías en él. Incluso su capacidad de maletero es adecuada, aunque la boca de carga es algo pequeña.

Precio razonable

Seamos serios. ¿Cuántos coches te ofrecen más de 400 CV de potencia por un precio inferior a los 60.000 euros? Esto no es común en la actualidad y es algo a valorar, ya que se abre la posibilidad de adquirir un coche así sin que sea necesario tener una pequeña fortuna en el banco.

Por unos 50.471 euros podemos comprar en España un Mustang GT, con su característico motor V8 y un equipamiento más que suficiente. Si lo que quieres es disfrutar al volante y contar con una buena cantidad de potencia, puede que esta sea una buena opción para ti.

Consumo

Suena a tópico, pero, teniendo en cuenta la preocupante escalada del precio de los carburantes en España, es algo que se debe tener en cuenta. El Mustang GT puede consumir unos 12 litros cada 100 km, lo cual no es demasiado, pero puede suponer un problema.

Eso sí, si no es algo que te importe demasiado o crees que no te supondrá ninguna inconveniencia, ten por seguro que disfrutarás cada litro de gasolina que inviertas en él. Y, si no me crees, solo tienes que probarlo en cuanto tengas una oportunidad.