¿Por qué la cortan? Por qué la Autopista AP-7 es una infraestructura estratégica

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Una infraestructura que se debe proteger para mantener el bienestar del país.

La Autopista AP-7 es una infraestructura estratégica de mercancías en España, ya que sobre su asfalto circulan el 60% de las exportaciones de España a la Unión Europea por carretera, una cifra que suma 20.000 toneladas diarias de mercancías. Además es la única opción disponible para el transporte de mercancías en la zona de Levante: debido a las numerosas restricciones de tráfico en carreteras nacionales paralelas, la AP-7 se ha convertido en una infraestructura clave para el transporte de mercancías por carretera: por eso es el objetivo de los CDR de cara a paralizar Cataluña tras la sentencia del Procés.

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Y es que últimamente estamos viendo muchos cortes en la AP-7  con un único objetivo: paralizar la circulación y colapsar el tráfico de mercancías en una autopista que con el paso del tiempo se ha convertido en la única opción de transporte de mercancías en el Levante español, pero también que funciona como arteria fundamental para la logística en España. Pero, ¿por qué la AP-7 es una infraestructura estratégica de mercancías? ¿Qué consecuencias tienen los cortes en la AP-7?

Restricciones de tráfico en la AP-7

El transporte de mercancías en España supone todo un reto logístico. Buena parte del tráfico interno de mercancías se produce con camiones, así como gran parte del que compartimos con mercados tan importantes para nuestra economía como Francia, Alemania o Portugal. La AP-7 es como un torrente sanguíneo de mercancías para proveer la economía española, que no hay que olvidar que somos un país periférico dependiente de este tipo de infraestructuras.

Recorrido norte de la Autopista AP-7. Cada día salen de España 20.000 toneladas de mercancías hacia el resto de la Unión Europea.
Recorrido norte de la Autopista AP-7. Cada día salen de España 20.000 toneladas de mercancías hacia el resto de la Unión Europea.Google Maps

Pero la importancia de la AP-7 como herramienta clave del transporte de mercancías viene dada de las numerosas restricciones de tráfico para camiones en carreteras nacionales y que derivan hacia la AP-7, unas restricciones desarrolladas con el objetivo de reducir la siniestralidad y los problemas del transporte pesado por carreteras secundarias, especialmente en la Nacional N-340 a su paso por las provincias de Barcelona, Tarragona y Castellón, donde suma más de 200 km de restricciones para los camiones pesados (de cuatro ejes o más).

Estas restricciones dejan a la AP-7 como la única solución de transporte de carga pesada en el este de España. Cada hora que la AP-7 se corta por las protestas de los CDR, el sector del transporte pierde una fortuna, pero más allá de eso, supone un problema de abastecimiento de la industria o del sector de los servicios. Un problema de ámbito nacional y que se debe resolver de alguna manera por parte de la administración.

¿Qué solución hay sobre la mesa?

Desde la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España (Fenadismer) se defiende que los camiones no son los responsables de la siniestralidad que se produce en ciertas carreteras nacionales problemáticas, como la N-340. Julio Villaescusa, el presidente de esta organización de transportistas, comentaba lo siguiente, tras el anuncio de la restricción de tráfico de camiones pesados en la N-340 entre Peñascosa y Torreblanca, en Castellón: “Esta medida supone inculpar al sector del transporte por carretera como principal responsable de los posibles accidentes que se producen en las carreteras, lo que es absolutamente incierto conforme a los datos estadísticos de siniestralidad vial que anualmente publica la Dirección General de Tráfico.”

Obviamente, el uso de las autopistas por parte de los camioneros y las empresas de transporte es de pago, aunque el Gobierno y el Ministerio de Fomento han desarrollado una serie de bonificaciones para evitar un impacto negativo a la industria del transporte por carretera. Desde Fenadismer afirman que estas bonificaciones son insuficientes, ya que este plan desarrollado por las Administraciones Públicas supone solo entre un 42 y un 50% de bonificación.

Las protestas de los CDR en la AP-7 han provocado la reacción de la mayoría de asociaciones de transporte de mercancías en España. El último objetivo de la rama más radical del independentismo es el de cerrar la frontera de la Jonquera, vía fundamental para los transportistas en España, y colapsar la AP-7 de manera indefinida. Tanto Fenadismer como la Confederación Española del Transporte de Mercancías (CETM) han pedido al Gobierno que evite a toda costa este escenario y han reclamado al gobierno 15 millones de euros al día por los gastos derivados de los cortes: "el Gobierno de España y la Generalitat están demostrando el nulo interés que la clase política tiene por el transporte." Afirmaba Ovidio de la Roza, presidente de CETM.

De esta manera, las asociaciones están pidiendo al Gobierno que, al menos de manera temporal, permita a los camiones pesados abandonar la AP-7 para poder circular por ciertas vías de tráfico restringido en la actualidad. Tal como apunta Villaescusa: “para sortear dichos bloqueos, los transportistas se están arriesgando a circular por las carreteras nacionales paralelas, lo que conlleva una multa de 500 euros.” 

Pérdidas de una situación complicada

Que todo el tráfico de mercancías dependa de una sola vía no parece la opción más inteligente. La AP-7 es una infraestructura estratégica de transporte, pero da la sensación que desde el Ministerio de Fomento se deberían diversificar las opciones para situaciones de emergencia, como es la que ocurre actualmente en Cataluña. Según CETM, las pérdidas sufridas por las empresas de transporte tras los cortes de los CDR en las Autopistas aumentan hasta los 100 millones de euros.

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Pero más allá de eso, las pérdidas afectan a numerosos sectores, a numerosas PYMES y Autónomos. Sectores como el industrial o el agrónomo están sufriendo muchas pérdidas durante estos días de corte. De hacerse crónico, la situación en Cataluña podría paralizar el transporte de mercancías en España y todo por la dependencia de vías como la Autopista AP-7. ¿Hay alternativas? ¿Qué se puede hacer para evitar este bloqueo?

Soluciones sobre el bloqueo de la AP-7

En un primer momento, lo que se debería hacer es tratar a la Autopista AP-7 como una infraestructura estratégica de transporte, como lo es el Aeropuerto de Barcelona o la red de alta velocidad. Debido a las restricciones de tráfico a lo largo y ancho de su recorrido, esta vía se ha convertido en la única alternativa viable del transporte pesado en un área gigantesca de nuestro país. 

Por lo que la primera solución debería ser incrementar la seguridad de la vía y la presencia de policía para evitar el bloqueo, ya sea en la frontera o en cualquier otro punto de la misma. Como solución de emergencia también se debería analizar la posibilidad de desviar ocasionalmente el tráfico de mercancías pesadas por carreteras secundarias: una posible solución podrían ser convoyes escoltados por la policía a determinados horarios donde el impacto sobre el tráfico no sea relevante.

Pero probablemente el problema de fondo es depender tanto de una tipología única de transporte pesado, en este caso el transporte pesado por carretera, así como una única vía de transporte. Esto hace que la logística de un país sea fácilmente bloqueable y dependa en buena parte de un único sector.

Las alternativas en vía muerta

Quizá se deberían analizar otros posibles tipos de transporte pesado, como por ejemplo el transporte ferroviario de mercancías. En nuestro país, con la llegada del AVE, mucha de la infraestructura ferroviaria se ha quedado infrautilizada y su uso podría propiciar beneficios para toda la sociedad. Se diversificaría el transporte de mercancías, se mejoraría el tráfico rodado y se disminuiría el destrozo que provocan los camiones en el asfalto de vías rápidas como la Autovía A2. También mejoraría la eficiencia en términos de contaminación.

No hay que olvidar que en los Pirineos hay otro tipo de pasos, como el túnel de Somport o el ferrocarril que acaba en Canfranc que podrían potenciarse y ayudar a diversificar el tráfico que va desde España hacia Francia. 

Pero hoy por hoy esto parece complicado: legislatura tras legislatura, los gobiernos que salen de las urnas (y que terminan gobiernando), ignoran el paso por Aragón, quién sabe si por desidia o por algún interés relativo al duopolio de los pasos por País Vasco y Cataluña, lo cual no deja de ser fastidioso para los transportistas que tienen que cruzar la frontera: les toca escoger vías de primera, más rápidas y seguras, o bien carreteras de segunda (que no secundarias) que a más de uno le recordarán a las que les llevaban a su pueblo en los años 70.

Lo que está claro es que a día de hoy la Autopista AP-7 es una infraestructura estratégica de mercancías y se debe proteger como tal. Pero la solución no es quedarnos con los brazos cruzados, no se puede permitir que un país tan potente económicamente como España dependa a nivel logístico de una sola vía o de un solo tipo de transporte pesado de corto o medio radio. Las Administraciones Públicas y las diferentes asociaciones involucradas deberían empezar a buscar soluciones ya. ¡Un país no se puede paralizar por las protestas de unos pocos manifestantes!

Los cortes, en directo

La importancia de la AP-7 está quedando plasmada estos días, con los cortes de los manifestantes a la altura de la Jonquera. Afortunadamente, varios medios de comunicación están emitiendo en directo, por lo que os dejamos con los mejores streaming de la zona:

Directo de El País

Directo de La Vanguardia