Muchos siguen siendo los puntos negros que encuentra el español de a pie para decantarse por comprar un coche eléctrico. Por eso, a día de hoy, los datos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) están muy lejos de cumplir sus expectativas. En principio, en 2030 debería de haber en circulación cinco millones de vehículos eléctricos.

La Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC) se había marcado objetivos que ellos creían realizables. Pero los datos demuestran que no es así, tal y como nos lo cuentan nuestros compañeros de Business Insider. 

La meta de 2020 era comercializar 120.000 vehículos electrificados, que es un dato que queda lejos de ese cumplimiento. Si nos fijamos en las ventas del pasado año, sólo se vendieron 78.329 turismos electrificados, es decir, un 34,7% menos que el objetivo que tenía el Ejecutivo.

Pero el dato está maquillado (de mala manera) por el propio Gobierno. Según una información aparecida en el diario Cinco Días, la mayoría de coches vendidos -alrededor de 48.000 ejemplares- fueron híbridos enchufables. Los gobernantes toman como ejemplo este tipo de vehículos como si fueran eléctricos porque si no sería imposible cumplir con las metas marcadas.  

Si nos detenemos en los números totales de ventas anuales, sí que nos podemos echar a temblar porque son cifras críticas. Los vehículos electrificados no llegan ni al 10% de las ventas totales. En concreto, en 2022, se matricularon un 9,63% de turismos eléctricos. Esos datos, comparados con los países vecinos, nos dejan a la cola. 

Las cifras que ofrecen los fabricantes en el tercer trimestre de 2022, reflejan que la cuota de mercado de los turismos electrificados en Francia fue del 20,6%, en Reino Unido del 20,7% y en Alemania del 26,2%. Habrá que 'enchufarse' de manera eficiente si queremos aproximarnos a ellos...

Dos son los graves inconvenientes con los que nos topamos en nuestro país y por los que el vehículo eléctrico no remonta: el primero de ellos es, principalmente, por el alto precio de estas unidades; el segundo y no menos importante por la escasez de ayudas por parte del Gobierno e instituciones; y el tercero, que faltan muchos puntos de recarga en toda nuestra geografía.

Los puntos de recarga (ya sean públicos o privados) en España son muy pocos, ya que la cifra que ofrece ANFAC es de poco más de 16.500 cargadores y, la mayoría, son de baja potencia — de hasta un máximo de 22 kW —, lo que se traslada en una carga excesivamente lenta. Ese tipo de cargadores necesitan, de manera estimativa, de entre 3 y 19 horas de carga completa.