Un pequeño accidente o una leve avería en la batería puede acabar con un coche eléctrico en el desguace

Tesla Model Y.

Gustavo López Sirvent

Este hecho provoca que las aseguradoras tengan, a su vez, las primas más altas

Sonidos de teclados en los ordenadores y dedos ágiles en tablets o móviles suenan por doquier para expresar lo que cada vez es más habitual: los problemas en los coches eléctricos. Aunque parezca un bulo, la realidad se está imponiendo, sobre todo con las averías en las baterías, que están demostrando su endeblez en comparación con las tradicionales.

Así lo atestiguan nuestros compañeros de Business Insider, quienes reflejan que muchos vehículos eléctricos tienen que morir en el desguace por un daño ligero después de un accidente o cualquier problema de menor índole. 

Este hecho provoca, según informa Reuters, que las aseguradoras den por siniestros coches con pocos kilómetros, lo que provocan primas más altas y reducen los beneficios de este tipo de vehículos, que tienen como objetivo principal el objetivo de la neutralidad de emisiones.

"Compramos coches eléctricos por razones de sostenibilidad", afirma Matthew Avery, director de investigación de la empresa de inteligencia de riesgos del automóvil Thatcham Research. "Pero un eléctrico no es muy sostenible si tienes que tirar la batería después de una colisión menor". 

De hecho, hay un dato demoledor: la batería supone la mitad del precio de uno de estos coches, por lo que no merece la pena sustituirla por otra.

Marcas como Ford o General Motors ya se han puesto manos a la obra para que sus pilas tengan solución y puedan repararse de una manera más sencilla. Otros como Tesla y su Model Y no pueden decir lo mismo. Según los expertos, cuenta con un paquete que es "cero reparable". 

"Un paquete de baterías estructural de Tesla va directo a la trituradora", señaló Sandy Munro, director de Munro & Associates.

Tesla decidió en su día que sus baterías fueran estructurales, o lo que es lo mismo, que formasen parte de la carrocería de su vehículo. Aunque esta decisión les ha hecho reducir los costes de producción, corren el peligro de que ese ahorro repercuta en los consumidores y las aseguradoras.

Del artículo publicado por Reuters, se desprende que en desguaces tanto europeos como estadounidenses, además de muchos modelos de Tesla, se encuentran otros vehículos de marcas como Nissan, Hyundai, BMW o Renault, entre otros. 

Los coches eléctricos siguen siendo una minoría pero el hecho de que puedan acabar desguazados con pocos kilómetros ponen en riesgo su futuro. Los expertos afirman que la única solución para que las compañías de seguro bajen el precio de sus primas pasa por los fabricantes. 

Según los entendidos, las marcas deberían asegurar que van a producir paquetes de baterías más fáciles de reparar y, a su vez, que facilitasen el acceso de terceros a los datos de las celdas de las baterías. 

"El número de casos va a aumentar, por lo que la manipulación de las baterías es un punto crucial", explicó Christoph Lauterwasser, director gerente del Centro Allianz de Tecnología.