El problema de los incendios en coches eléctricos: 22.000 litros para apagar un Tesla

Tesla S se pega fuego en EEUU

Gustavo López Sirvent

El modelo que fue pasto de las llamas era un Tesla Model S

Pensábamos que los Tesla habían sido testeados ante todo tipo de tesituras. Ya fuera por frío o calor, por accidentes por golpes o por problemas mecánicos con sus motores eléctricos. Pero no. Faltó una prueba por hacer. ¿Cómo reaccionaría un coche de la marca de Elon Musk ante un incendio? Sigue leyendo porque igual te sorprendes.

Partiendo de la base que apagar un coche eléctrico es bastante complicado de apagar, imagina uno del tamaño de un Tesla con sus dos eficientes motores enchufados a una batería. Pues bien, un modelo de esta compañía se prendió fuego y se necesitaron 22.000 litros de para extinguir las llamas que originó.

El pasado sábado, el cuerpo de bomberos de Sacramento compartió fotos y un resumen del incidente en Twitter. Según se extrae de los informes, el coche que se pegó fuego era un Tesla Model S, que antes del incendio estaba en buen estado. Pero de repente su batería se incendió espontáneamente mientras el conductor se dirigía hacia el este por la autopista 50 de California. 

Aunque no hubo que lamentar heridos, las labores de apagado requirieron de dos camiones de bomberos, otro con escalera y un tercero con una cuba de agua. Los equipos de emergencia también tuvieron que levantar el automóvil, que estaba ardiendo, para acceder a su batería en llamas. Y cuando las llamas se extinguieron con éxito se habían gastado los citados 22.000 litros.

Se le preguntó al jefe de los bomberos de Sacramento si la espuma contra incendios hubiera sido más efectiva y éste fue tajante: “Desafortunadamente, no". 

"La espuma de fuego funciona para sofocar el oxígeno, lo que rompe el triángulo de fuego del proceso de combustión tradicional. Cuando las baterías de litio se queman, el material del cátodo se descompone y libera su propio oxígeno, por lo que continuará quemándose a través de la espuma”, argumentó.

Si repasamos la hemeroteca, algún coche eléctrico más han sido pasto de las llamas, no sólo el Tesla que hemos mencionado. En agosto de 2021, Chevrolet retiró todos los Bolt y Bolt EUV por un riesgo de incendio que le costó a la compañía alrededor de mil millones de dólares ( 921.234.432 euros).

Y parece ser que todavía no se ha inventado una fórmula rápida y eficaz para apagar un incendio de vehículo eléctrico. Se habla de que una posible solución podría ser usar una grúa para sacar el vehículo en llamas de la carretera y dejarlo caer en un tanque de agua. 

Pero en el futuro más próximo, los bomberos probablemente tendrán que seguir usando miles de litros de agua cada vez que un vehículo eléctrico se incendie.

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