La start-up de coches eléctricos Rivian ha generado un gran revuelo y descontento recientemente, tras la decisión de aumentar el precio de sus modelos en más de 10.000 dólares. Sin embargo, tras las quejas recibidas, han decidido dar marcha atrás en esta idea.

La compañía americana anunció a principios de mes una subida del precio de la Rivian R1T en 12.000 dólares, así como otra de 14.500 dólares para el R1S. De esta forma, ambos modelos se venderían por unos 79.500 y 84.500 dólares, respectivamente, en las versiones con 4 propulsores eléctricos. 

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Esto iba a tener un efecto inmediato no solo en los nuevos pedidos, sino también en las reservas que ya estaban realizadas. Según anunciaron, solo se salvarían aquellos pedidos en los que el proceso de compra estuviera muy avanzado.

Como era de esperar, este incremento causó una avalancha de cancelaciones, así como un gran descontento que desencadenó en una demanda por parte de uno de sus accionistas. Según la agencia Reuters el demandante, Charles Larry Crews, mencionó que la compañía ocultó que sus modelos estaban por debajo de su valor de mercado.

Tal y como agregó, Rivian esperó a realizar esa subida hasta poco después de su salida a bolsa, cuando recaudaron casi 14.000 millones de dólares. Esto tuvo un claro efecto en la reputación de la firma y, aunque se trató de justificar el incremento mencionando problemas de suministros y la inflación en Estados Unidos, poco después han decidido cancelarla.

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Aun así, la imagen de la marca ya ha quedado dañada y eso es algo que se ha reflejado en sus acciones, que han sufrido una caída de casi el 40%. Habrá que ver cuánto tarda en recuperarse la situación de la start-up, pero de momento estamos ante un problema más que sigue complicando el lanzamiento definitivo de sus modelos al mercado.