El año 2022 se ha saldado con una caída histórica en bolsa de Tesla. El balance anual del precio de las acciones termina con una variación del 65,03 % y a fecha de hoy, su valor se coloca en 123,18 dólares. Muy lejos de los 407,36 dólares que llegaron a costar el 5 de noviembre de 2021. 

¿Es el fin de la burbuja del coche eléctrico? Podría ser, al menos para Tesla. Es sabido por muchos que la presencia en el mercado de la empresa detrás de grandes coches como el Tesla Model 3 estaba desproporcionadamente inflada por diversos factores. 

La compañía de Elon Musk llevó a cabo un split o desdoblamiento de acciones el 21 de agosto de 2022 en una proporción de 3:1 que, desde entonces, ha acarreado un desplome continuo que ha llevado a Tesla a estar entre las empresas con mayor caída del S&P500.

La batería 4680 de Tesla podría empezar a fabricarse en 2023

Más allá de los problemas que ocupan al sudafricano en su cruzada a través de los cuarteles de Twitter, con parte de la prensa, periodistas, influencers y diversos trabajadores de la red social en contra, Tesla parece estar en jaque para empezar 2023.

La marca anunció la detención de la producción del Tesla Model Y en la planta de Shanghái desde el 25 de diciembre al 1 de enero, en medio de la creciente ola de contagios por COVID que está sufriendo China y de un problema de inventario que remarcan algunas fuentes internas de la compañía citadas por Reuters.

De hecho, Tesla ha caído hasta el 15º puesto del S&P500 por debajo de grandes conocidas del sector de coches, tecnología o combustibles como Exxon Mobil Corporation o NVIDIA Corporation. Los estadounidenses firman pues una capitalización de 388,97 mil millones de dólares.

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Una situación inédita para el fabricante de coches eléctricos que ha estado en el TOP 10 del índice bursátil desde diciembre de 2020 y que se suma a la creciente desconfianza surgida tras el anuncio de un descuento de 7.500 dólares en Estados Unidos para sus dos mejores modelos.

Por otra parte, los continuos retrasos con el Tesla Cybertruck o el Tesla Roadster no suponen ningún alivio y solo echan aún más leña al fuego que ya supone la caída de ventas, la ausencia del anuncio de nuevos modelos y de versiones renovadas de los ya existentes.