Volkswagen ha publicado los resultados económicos correspondientes al cuatro trimestre de 2022. De las cifras facilitadas, se obtiene que durante los tres últimos meses del pasado año las ventas globales de vehículos se incrementaron en un 11 por ciento respecto al mismo periodo de 2021. 

Pero el saldo negativo está durante toda la anualidad, donde la marca alemana vendió 4.56 millones de vehículos, lo que supone una caída del 6.8 por ciento.

Donde sí puede sacar pecho la firma de Wolfsburgo es en el segmento eléctrico. Durante el cuarto trimestre de 2022 vendió 118.000 vehículos con este sistema de propulsión. Una cifra récord que supone un incremento de un 23.8 por ciento respecto al mismo trimestre de 2021 y la primera vez que se alcanzan los seis dígitos.

En términos globales, los  los BEVs han aumentado un 13,4% hasta las 350.000 y han alcanzado una cuota del 12,6% de todas las entregas (10,5%, en 2021). Por tanto, el grupo se mantiene como líder del mercado en este segmento en Europa.

La familia ID. es la que puede presumir de este éxito, si bien hay interrogantes que quedan en el aire o a tu libre interpretación, querido lector. ¿Cómo un coche como el ID.3 (36.765 euros en su modelo base) haya vendido menos unidades que otro de superior categoría como el ID.4 (41.755 euros con descuentos incluidos en su modelo de partida)?

Según las estadísticas facilitadas por la compañía germana, el ID.3 comercializó durante 2022 un total de 76.600 ejemplares, mientras que el ID.4 tuvo unas ventas de 193.200 unidades. Esto quiere decir que dobla en ventas el segundo al primero. ¿Qué explicación tienen estas cifras si lo que se vendió en su presentación es que el ID.3 era un coche para millones de personas, no para millonarios?

Partiendo de que el ID.3 es un turismo y el ID.4 un SUV, la diferencia en dimensiones no es abultada. El Volkswagen ID.3 mide 4,26 metros de largo, 1,81 de ancho y 1,57 de alto con una distancia entre ejes de 2,77 mientras que el Volkswagen ID.4 4,58 metros de longitud, 1,85 de anchura y 1,64 de altura con una batalla de 2,77 m. 

Esa pequeña diferencia se nota en el habitáculo. Gracias a la ubicación de las baterías en el ID.4 este coche dispone de mayor espacio libre para sus ocupantes que el que ofrece el ID.3. Con tres ocupantes sentados detrás, la comodidad queda sacrificada, siendo más acusada en el ID.3 que en el ID.4.

Más variaciones. El maletero del ID.3 cuenta con 385 litros de capacidad mientras que el del ID.4 aumenta hasta 543.

Donde más se puede notar las diferencias es en las motorizaciones y baterías: El Volkswagen ID.3 se vende con motores que producen 126, 145, 150, y 204 CV mientras que el Volkswagen ID.4 hace lo propio con potencias de 148, 170, 204 y 306 CV.

En cuanto a las baterías, el ID.3 puede equipar acumuladores de 45, 58 y 77 kWh de capacidad mientras que el ID.4 de 52 y 77.

Lo mismo sucede con el consumo y la autonomía. El Volkswagen ID.3 que menos electricidad consume es el de la configuración como Pure Performance de 150 CV de potencia asociado a la batería de 45 kWh con un gasto de 15 kWh cada 100 km. En cuanto al ID.4 más eficiente, el Pure de 148 CV y condensador de 52 kWh, necesita 16,8.

En cuanto a la autonomía, el ID.3 con mayor distancia por recorrer, hasta 450 km, es el Pro S con batería de 77 kWh. Tanto el ID.4 1st como el Pro Performance, ambos con la misma capacidad, pueden recorrer un máximo de 410 km.

En cuanto a tecnología, ambos llevan prácticamente la misma con pequeños detalles diferenciadores. Eso y la estética, que también cambia, son, a grandes rasgos, las variantes. ¿Puede ser que los SUV gusten más que los turismos? Si nos ceñimos a las ventas, parece que sí...