Si piensas en un coche clásico de Bugatti, probablemente te imagines la forma exacta de este vehículo. Marcó un antes y un después en la competición y las tendencias en diseño. El bólido de carreras más exitosos de todos los tiempos: el Bugatti Type 35.

¿El coche de carreras más exitoso de todos los tiempos? Obra de Bugatti

Fue diseñado en 1924 y todas las unidades se construyeron de forma artesanal en Molsheim-Dorlisheim, en la región francesa de Alsacia. Y ese mismo año debutó en el Gran Premio de Francia en Lyon. Momento en el que comenzó a forjarse esta leyenda de las carreras.

Más de 2.500 victorias durante 10 años

La primera carrera del coche deportivo era el GP de Francia. Unas pruebas anteriores a la Fórmula 1 y donde podían inscribirse todo tipo de marcas y bólidos. Una prueba de 35 vueltas a través de un circuito de 23,1 kilómetros.

Bugatti inscribió a cinco vehículos más uno de reserva y todos fueron conducidos desde Molsheim hasta Lyon. Un trayecto de casi 500 kilómetros en el que no sufrieron ningún problema. Aunque al llegar al circuito, se instalaron protecciones contra las piedras en la parte delantera del radiador.

Sin embargo, las dificultades son una parte intrínseca del motorsport. Los neumáticos del Bugatti Type 35 sufrieron varios pinchazos, desgaste prematuro y fallos de fabricación. En uno de los coches, las tiras de goma se enredaron en la dirección, otro tuvo fugas de refrigerante por un mal sellado del radiador... Todos se retiraron salvo uno, que acabó séptimo.

Pese al aparente fracaso, se alzaron con la vuelta rápida y Ettore Bugatti aprendió mucho. La marca cambió de proveedores y mejoró la mecánica de sus coches. Ese mismo año, el fundador recorrió 520 kilómetros desde Estrasburgo hasta París a una media de 100 km/h sin problemas. "Se puede utilizar tan fácilmente en ciudad como en cualquier carretera", aseguró.

Bugatti Chiron Super Sport Hommage T50S: como en el primer Le Mans

Y entonces volvieron a competir en el Gran Premio de San Sebastián, en España. El piloto Meo Costantini volvió a conseguir la vuelta rápida y acabó segundo. Un primer podio que significaba un paso más en el desarrollo del coche. Y por supuesto, aquello impulsó las ventas del bólido a clientes de todo tipo que, a su vez, lo llevarían a otras competiciones.

Diseño y mecánica del Bugatti Type 35

El Type 35 fue un auténtico superdeportivo para la época. Montaba unas enormes ruedas delanteras con camber positivo, con el sistema de suspensión de ballestas delantero y la dirección a la vista junto a la palanca de arranque accionada manualmente.

Bugatti Chiron Super Sport 57 One of One, en honor al Type 57 SC Atlantic

Dos grandes faros a los lados de la enorme parrilla y una forma de torpedo icónica, junto a una cabina biplaza muy analógica. Cuadro de instrumentos de metal con relojes de todo tipo, un gran volante redondo de madera y algunos acolchados laterales o tapicería en cuero.

A nivel de mecánica, implementó un motor de 8 cilindros carburación de 1,9 litros que, en esencia, eran dos unidades de 4 cilindros unidas longitudinalmente. Solo contaba con un árbol de levas en cabeza y tres válvulas por cilindro.

Unido a una caja de cambios manual de 4 velocidades no sincronizadas, podía alcanzar 6.000 rpm y hasta 140 CV de potencia. Una cifra muy solvente para la época que, dependiendo del modelo, podía traducirse en aproximadamente 200 km/h de velocidad máxima.

En total, hubo una decena de variantes. El Type 35C, el 35B o el Type 37A con motor de 4 cilindros y hasta 90 CV. Combinando todos los modelos, sumaron unas 600 unidades y triunfos tan importantes como en la Targa Florio con cinco victorias consecutivas o el GP de Italia. Una joya de las que quedan pocas unidades, todas ellas por encima de los 400.000 euros dependiendo de la unidad.