Con carrocería de fibra de carbono y motor de carreras: un 964 muy loco

Porsche 911 964

Victor Delgado

Tan loco como tú y como yo.

El Porsche 911 964 es un icono de los coches deportivos clásicos. Bueno, en realidad cualquier Porsche 911 es susceptible de serlo. Un emblema. Por eso, cuando sale a la luz una versión preparada del modelo más famoso de Porsche estamos deseando que no se hayan pasado con las modificaciones, porque es muy fácil meter la pata a la hora de modificar un mito. Pero hablando honestamente, con este 964 la han clavado. Y si no lo crees así espérate a que te cuente.

Un Porsche 911 964 muy especial

Bonito, ¿verdad? Este Porsche 911 clásico, damas y caballeros, es el Ateliers Diva Targa. Un Porsche 911 964 completamente remodelado y actualizado como para ejercer de coche de carreras sin ningún tipo de reparo. Al menos eso es lo que Crubilé Sport, los franceses especializados en la marca de Stuttgart, han pensado.

Porsche 911 964 interior

La idea era la siguiente: construir algo tan moderno como un 911 de la generación 991, que ofrezca unas emociones tan locas como las del Porsche 935 y que sea tan atractivo como una de las siluetas más geniales de todos los 911 habidos y por haber. Así que, todos para uno y uno para todos. O algo así era, ¿no? Crubilé toma un 964 y lo deja al desnudo. Entonces lo limpia y, cuando está brillante y como nuevo, modifica la carrocería.

El Porsche 911 964 de Crubilé Sport está construido, al igual que los coches de LMP1 y F1, con fibra de carbono. Y también es un poco más grande para adaptarse a toda la tecnología que se encuentra debajo de su carcasa. El motor es un flamante bóxer de seis cilindros y 4.2 litros que arroja cerca de 400 CV de potencia. Según fuentes fidedignas, "es un motor pensado para las carreras y por eso ofrece un rendimiento tan sensacional". Estupendo.

Porsche 911 964 trasera

No disponemos de las cifras que nos revelan su rendimiento, pero lo que sí podemos contarte es que pesa tan solo 1.110 kg (en gran parte gracias a la fibra de carbono utilizada en su elaboración), lo que debería significar que la aceleración debería estar próxima a la de un cohete. Naturalmente, Crubilé dice que cada unidad estará personalizada por el cliente hasta el más mínimo detalle, caprichos excéntricos incluidos. De todas formas, lo que sí que viene de serie es un sistema de audio especial que mantendrá al piloto bien entretenido. Aunque con ese motor debajo del capó se me antoja prescindible como poco.

Supongo que tampoco esperarías una súper producción, ¿no? Habrá 75 unidades en total, divididas en 25 larga, 25 coupé y otros 25 safari. Cada uno tardará la friolera de 12 meses en construirse y costará (redoble de tambores, por favor) unos 500.000 euros. Por cierto, si estás interesado y lo quieres ver podrás hacerlo en septiembre.