Ferrari 244 GTK: la fusión perfecta entre el Cavallino Rampante y Honda

Ferrari 244 GTK StanceWorks

Si Enzo Ferrari dijo que cuando comprabas un Ferrari, pagabas por el motor y el resto era gratis... ¿Es esto un sacrilegio o un dulce sueño?

Si estáis inmersos en el mundo callejero, conoceréis a StanceWorks. Si no, os aseguramos que es uno de los grandes preparadores de deportivos modificados de la escena stance o static, con consiste en crear bólidos especialmente bajos y que derivan del estilo de los coches japoneses. Ese es el caso de este Ferrari 244 GTK.

En esencia, se trata de un Ferrari 308 GTB cuyo diseño fue ideado por Pininfarina. Se fabricó entre 1975 y 1988 y equipó un motor V8 a 90º atmosférico que evolucionó en sus diferentes versiones. Originalmente, el bloque Tipo F106 fue alimentado por cuatro carburadores Weber 40DCNF de doble garganta y produjo 255 CV a 6.600 rpm con un corte de inyección en las 7.700 revoluciones.

Este es el motor más potente que Ferrari ha puesto nunca en un deportivo de calle

Más tarde se equipó el motor Tipo F106 BB V8 en las versiones Ferrari 308 GTBi y GTSi, cuyo cambio principal fue el salto a la inyección mecánica Bosch K-Jetronic, que solo desarrolló 214 CV de potencia máxima. 

Aspecto que cambió con el 308 Quattrovalvole y el motor Tipo F105 AB V8 de 2,9 litros. Modelo que, como su propio nombre indica, dispuso cuatro válvulas por cilindro para volver a elevar su poder hasta los 240 CV y 255 Nm de par máximo en un coche de 1.465 kg de peso.

Un Ferrari 244K con motor K24 de Honda

Aunque algunos se puedan tirar de los pelos, está claro que estamos ante un trabajo sensacional. La base de este nuevo Ferrari es el motor K24 de 4 cilindros en línea atmosférico y 2,4 litros de Honda. Una unidad de potencia que siempre ha destacado por su facilidad de modificación y resistencia.

Los grandes carroceros de Japón: Pandem, Liberty Walk, Veilside y RWB

Junto a ese bloque y su caja de cambios secuencial, encontramos un kit de carrocería que recuerda claramente a los Rocket Bunny o Liberty Walk. Gran splitter frontal, aletas ensanchadas sobre amplias taloneras, un capó repleto de branquias, un enorme difusor trasero y un alerón al más puro estilo JDM.

Un body kit espectacular construido en fibra de vidrio y fibra de carbono que dejan a este bólido en 1.078 kg con un balance de peso del 40% al frente y 60% detrás. Datos realmente óptimos para un clásico de este tipo con motor central y tracción trasera.

En su interior, StanceWorks ha colocado un volante desplazado, una consola minimalista, asientos baquet firmados por Sabelt y las comodidades justas para un coche de este tipo, cuyo enemigo principal serán los badenes (porque efectivamente, lleva suspensiones roscadas).

Aún no se conocen datos de potencia del motor, aunque se sabe que un K24 de serie puede alcanzar unos 205 CV y a partir de ahí, es necesario tocar multitud de componentes para aumentar esa cifra. Todo un reto para la marca estadounidense que, de momento, se encuentra luchando contra los ajustes de llantas, las pinzas de freno de AP Racing y algunos detalles más.

Más allá de lo que puede suponer para los puristas, está claro que se trata de un proyecto apasionante que tendrá un lugar de honor en eventos como el SEMA Show y en la escena internacional de las preparaciones.