Los grandes carroceros de Japón: Pandem, Liberty Walk, Veilside y RWB

Porsche 911 RAUH-Welt Begriff.

La cuna de los coches tuneados está en Japón, y estos son sus referentes

Japón es el país al que debemos agradecer gran parte de la cultura de los coches deportivos, la personalización y el tuneo. Aunque muchos de estas marcas carroceras se han dedicado a los coches japoneses, la realidad es que han conseguido una fama internacional por sus diseños para marcas y modelos de todo el mundo.

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Desde la aparición en películas como Fast and Furious hasta la presencia en los eventos de automoción más importantes del mundo, sus obras y sus fundadores se han convertido en eminencias para miles de entusiastas en todo el globo. ¡Pandem, Liberty Walk, Veilside y RWB!

Pandem (Rocket Bunny) y Kei Miura

Pandem es actualmente uno de los fabricantes de kits de carrocería más famosos que existen. Su fundador, Kei Miura, es un personaje curioso. Como la mayoría de estos japoneses. Con un pelo alborotado, un cigarro siempre en la boca y un interesante estilo.

Sus andanzas en el mundillo se remontan a sus tiempos como corredor del Kanjozoku, un movimiento de pilotos callejeros de Honda que ya repasamos en TopGear.es hace algunas semanas. Pero aquello quedó atrás, al igual que su relación con los Bosozoku y sus extravagantes coches.

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Con el tiempo, Miura fundó la empresa Tops Racing Arts Kyoto, comúnmente conocida como T.R.A Kyoto. Dentro de la compañía, el objetivo era la producción de llantas y kits aerodinámicos, que él mismo diseña mediante un software especializado para luego llevar a la vida real.

Las marcas de T.R.A Kyoto son Pandem y Rocket Bunny, aunque esta última línea de modificaciones se ha discontinuado, y actualmente solo pueden encontrarse kits Pandem. ¿Su coche personal? Un BMW E30 320i con uno de sus primeros paquetes de carrocería, con grandes aletas, un alerón de cola de pato y enormes llantas.

Liberty Walk (LBWK) y Wataru Kato

La fama de Liberty Walk reside en en las modificaciones ofrecidas para superdeportivos de alto rendimiento de marcas como Lamborghini o Ferrari. Las bases de la personalización de los coches en los años 90' en el país del sol naciente eran las grandes aletas, amplios alerones, elementos aerodinámicos como los canards y la dureza de las tornillerías visibles.

Ese esquema sigue presente en Liberty Walk dos décadas después, con un estilo muy personal y reconocible. Wataru Kato es el fundador de la marca, y de nuevo llegado desde el mundo de los bosozoku. 

La gente que lo conoce afirma que es una gran persona, siempre sonriendo y posando con los fans para fotos, asistiendo a eventos y hablando con todo el mundo que lo quiere conocer. De hecho, en muchos de sus coches modificados, imprime el lema 'Imagina a todo el mundo viviendo la vida en paz'. 

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Sus primeros proyectos fueron con coches italianos como el Lamborghini Murciélago o el Lamborghini Diablo. En 2012, presentó la versión oficial del Murciélago en el SEMA SHOW (La mayor feria de coches personalizados del mundo, en Estados Unidos).

El impacto de la modificación fue espectacular. La modificación de coches de lujo aún no estaba de moda, y ver a un superdeportivo de estas características en un color de aluminio pulido con grandes guardabarros, llantas cóncavas y ese enrome alerón resultó sorprendente.

Desde entonces, el crecimiento de la compañía ha sido enorme. Sus kits pueden verse en coches como el Nissan GT-R, el Ferrari 488 o el Ford Mustang. Tanto en las calles como en los circuitos, bajo el apoyo de marcas tan importantes como Red Bull, Monster Energy y competiciones de drift internacionales.

Veilside y Yokomaku Hiranao

Mazda RX-7 Veilside Fortune de Fast and Furious Tokyo Drift

La mayoría de nosotros conocemos a la marca Veilside debido al Mazda RX-7 Veilside Fortune de Fast and Furious Tokyo Drift o del Nissan 350Z de DK. Una versión radicalmente distinta del deportivo con motor rotativo Wankel de serie, pero de un aspecto brutal.

Sin embargo, Veilside nació como un preparador de coches de competición, para circuitos, drift o carreras de aceleración. La marca fue fundada por Yokomaku Hiranao en los años 90', y desde entonces ha conseguido un respetable puesto entre los preparadores japoneses, aunque tuvo varios altibajos.

Aunque como preparador estuvieron al nivel de la compañía Top Secret de Smokey Nagata, su salto al estrellato entre los amantes de los coches japoneses se produjo con la personalización estética, principalmente de clásicos JDM.

Desafortunadamente, la empresa se vino abajo con la proyección internacional. En la actualidad, la marca apuesta por renacer apoyando coches nacionales como el RX-7 o coches de Lamborghini. Pese a ello, la fama ha vuelto gracias al nuevo Toyota Supra MK.5.

Creado por un encargo especial, este Supra se presentó en el Salón del Automóvil de Tokio 2022, y gracias a él ganó el premio al diseño más reconocido del evento en el segmento de los coches modificados. El bautizo del bólido le dio el nombre de Veilside Fortune Supra 90R, y es toda una joya moderna del JDM.

RAUH-Welt Begriff y Akira Nakai

Porsche 911 Carrera 4 Coupe de RWB

RM Sotheby's

RAUH-Welt Begriff, o sencillamente RWB, es la única compañía de la lista que no modifica coches japoneses. De hecho, solo se dedica a la personalización de los Porsche 911. Su fundador, Akira Nakai, se enamoró de este deportivo alemán y en la actualidad, los convierte en obras de arte únicas.

Con listas de espera que pueden llegar a los dos años, el japonés entrevista a sus clientes para conocer sus gustos, vida e historia con el fin de construir un coche totalmente inigualable en el que el comprador no puede intervenir. Los diseños son una completa sorpresa.

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Normalmente, Akira Nakai se traslada a las residencias de aquellos que compran sus servicios, o incluso recibe los Porsche 911 de los clientes en su sede en Japón para trabajar en ellos. El estilo, de nuevo, evolucionado a partir de los bosozoku.

Grandes aletas, suspensiones rebajadas, enormes alerones y componentes aerodinámicos que, junto a una pintura especial y vinilos, forman parte de piezas totalmente únicas e irrepetibles que cuentan incluso con un apodo especialmente seleccionado.

Su coste puede ascender hasta los 50.000 euros o más, pero es evidente que el amor que dedica este peculiar mecánico a sus coches es incomparable. Seguramente, los Porsche 911 más icónicos del mundo, fruto de la fusión entre el estilo japonés y la ingeniería alemana.