Koenigsegg Jesko: el primer 300 mph (483 km/h) del mundo

Koenigsegg Jesko

Javier Leceta

Adiós Agera RS. ¡Bienvenido, nuevo sueco con doble turbo y 1.600 CV!

Justo cuando pensábamos que el Hennessey Venom F5 o el Bugatti Chiron iban en cabeza en la carrera de las 300 mph, llega este Koenigsegg Jesko que nos recuerda, una vez más, que nadie es más rápido que los deportivos de esta marca sueca.

De acuerdo, aún no han resuelto del todo la ecuación, pero su jefe Christian von Koenigsegg apunta que su nuevo hypercar es capaz de superar las 300 mph (recuerda, 483 km/h) en simulaciones (el récord actual de un modelo de producción lo tiene el Agera RS, con una media de 277 mph -446 km/h- en 2017). Eso sí, lo consigue con una carga aerodinámica menor de la que ves aquí. Además, todavía necesitan encontrar un lugar donde conseguir el récord, algún piloto lo suficientemente loco para intentarlo y un fabricante de neumáticos que respalde el intento... Pero la ciencia dice que la hazaña es posible.

Ante de entrar en los detalles vamos a detenernos en el nombre. Jesko es el padre de Christian, el hombre que lo ayudó a crear una marca de superdeportivos cuando tenía 22 años y un gran sueño. El hombre que lo ha apoyado todo este tiempo. Ahora, con 80 años, esta es la forma que tiene Christian de agradecérselo. Sin duda, mucho mejor que una caja de bombones y una tarjetita… Y más sorprendente, ya que ni el propio Jesko ha sabido que el suyo era el nombre de la criaturita hasta que ha sido desvelada como una de las novedades del Salón de Ginebra 2019. De hecho, Christian tuvo que ocultar previamente la verdad a su padre con un comunicado de prensa falso… ¡Buen hijo! 

Tras este momento propio de peli pastelosa, vamos a lo importante, el Koenigsegg Jesko. Empecemos por su motor, una versión muy modificada del V8 5.0 biturbo que monta el Agera y que ahora es capaz de rugir hasta las 8.500 vueltas. La melodía del sistema de escape también ha sido afinada. Además, los soportes activos del motor ayudan a absorber las vibraciones.

El resultado son 1.280 CV si el Koenigsegg funciona con gasolina de 95 octanos y 1.600 CV (y 1.500 Nm) si lo hace con biofuel E85. Ya ves, pensar en verde tiene sus ventajas...

Una transmisión partiendo de cero

El principal problema de las brutales cifras que ofrece el Koenigsegg Jesko es que necesitaba una transmisión lo suficientemente fuerte para aguantarlas. Y pedir a Bugatti su DSG tampoco era plan... Así que el fabricante sueco decidió fabricar la suya propia… que al final ha resultado incluso más inteligente, pequeña y ligera que la del Chiron. Apodada como Light Speed Gearbox (algo así como caja de cambios a la velocidad de la luz), es una transmisión multiembrague de nueve velocidades que permite saltar de una marcha a otra sin necesidad de pasar por las intermedias.

Koenigsegg Jesko (cambio)

Pulsa a la leva hasta la mitad y bajarás una marcha (algo que tarda en hacerse entre 20 y 30 milisegundos). Hazlo por completo, y el cambio elegirá la relación que ofrezca la mayor aceleración en ese momento. Sí, una cosa mágica que Koenigsegg ha llamado UPOD (Ultimate Power on Demand -Potencia máxima bajo demanda-).

A diferencia del Agera, que solo tenía uno detrás, el Jesko también tiene un amortiguador Triplex en la parte delantera (un gran amortiguador horizontal que evita que en fase de aceleración el coche se hunda en exceso en la parte trasera y que además permite mantener la delantera nivelada cuando está sometida a un gran downforce) que complementa a los más tradicionales amortiguadores Ohlins.

La estructura de carbono del Koenigsegg Jesko es 40 mm más larga y 22 mm más alta que la Agera para lograr un poco más de espacio en el interior. Además, cuenta con ruedas traseras directrices y las llantas de fibra de carbono más ligeras jamás creadas por la marca (de 21 pulgadas y 7,7 kg en el eje posterior, y de  20 pulgadas y 5,9 kg en el anterior). Los zapatos son los Michelin Pilot Sport Cup 2s (opcionales son los Cup 2 Rs). Cada rueda está hecha a mano, en casa, y tarda 40 horas en terminarse... Probablemente, por eso un juego cuesta casi 58.000 euros.

Koenigsegg Jesko (aérea)

¿Qué es lo siguiente? Ah sí, su downforce. Tiene bastante, mucho en realidad. Gracias a su enorme splitter delantero y su impresionante boomerang trasero, este hypercar es capaz de generar una carga aerodinámica de unos 800 kg a 250 km/h, 1.000 kg a 275 km/h y 1.400 kg a su máxima velocidad... no revelada. Eso es aproximadamente un 30% más que One:1, su modelo con mayor downforce hasta ahora.

Todo el coche pesa más de esos 1.400 kg, por lo que no, no se puede conducir por el techo… Si se pudiera, seguro que Koenigsegg lo intentaría… La marca nos cuenta, asimismo, que la versión que genera menos downforce -y la que tiene el potencial de llegar a las 300 mph- será capaz de generar 500 kilos de carga aerodinámica.

Pulsando un botón se abren el capó delantero, las puertas y la cubierta trasera. En el habitáculo te encuentras con un climatizador, un sistema de infotainment con Apple CarPlay, varias tomas USB y una cargador inalámbrico de smartphones. Lo más novedoso es una pantalla en el volante que muestra toda la información relevante y que se mantiene fija cuando este se mueve. Otra peculiaridad es el medidor analógico opcional de Fuerzas G ubicado en la parte superior del salpicadero, por detrás del volante.

Koenigsegg Jesko (volante)


Solamente se fabricarán 125 Koenigsegg Jesko (unos 40/50 por año) con un precio que partirá de casi tres millones de dólares más impuestos.

El año que viene por estas mismas fechas asistiremos a la llegada de un nuevo modelo fruto de la joint venture con NEVS, una compañía especializada en coches eléctricos. Un coche híbrido que contaría con más unidades producidas (probablemente, cientos) y un precio sensiblemente menor (alrededor del millón de dólares). ¿Cómo será ese coche nuevo? Nos dicen que será algo completamente diferente… Al margen de esto, parece que el Jesko será el último coche con motor de combustión de Koenigsegg. Así que disfrútalo como se merece.