Prueba Cadillac CT5-V Blackwing: la respuesta estadounidense al M5

Esta es la prueba del Cadillac CT5-V Blackwing, la respuesta estadounidense al BMW M5 que está lleno de suficiente poderío para hacer que el "Beemer" parezca "poco coche". Es una super-berlina con motor V8 sobrealimentado, tracción trasera, motor delantero y el último modelo de gasolina pura de la serie (junto con su hermano menor con motor V6 biturbo, el CT4-V Blackwing). 

Pasemos directamente al motor, ¿de acuerdo?

Lleva un V8 sobrealimentado de 6.2 litros, nada lujoso, solo 677 CV, 893 Nm, una velocidad máxima de 330 km/h, 0-96 km/h en 3.7 segundos y el tipo de ruido sucio que nunca envejece. Esas cifras de potencia y par eclipsan cómodamente al BMW M5 CS de 635 CV. Además de que es más poderoso en cifras y más barato.

El motor del Cadillac es la unidad LT4 de GM que se puso a trabajar previamente en el C7 Corvette Z06 y el Camaro ZL1, y es una unidad absoluta. Estalla con torque, atraviesa los engranajes y suena como si todas tus fantasías de motores V8 se juntaran en una. Es absolutamente fascinante y no podría sentirse más esencialmente estadounidense.

¿Solo automático, supongo?

¡No tan rápido! Porque el golpe de gracia del Blackwing al BMW M5 bien podría ser el hecho de que puedes pedir uno con una caja de cambios manual de seis velocidades o una automática de 10 velocidades como opción. Pero el manual es el que quieres. 

Cadillac CT-5 V Blackwing de 668 CV o BMW M5 CS. ¿América o Europa?

El CT5-V está diseñado para ser más suave que su hermano pequeño el CT4-V, pero no es una barcaza. El agarre de la parte delantera es enorme, el balanceo del cuerpo está bien contenido y, por supuesto, puede mover la parte trasera cuando sientes la necesidad. O reventar un juego de neumáticos en minutos si tiene acciones en KwikFit.

Es todo lo que amamos de las berlinas grandes y pesadas: es brutal, pero con una delicadeza subyacente en la forma en que se mueve que sugiere que este coche ha sido configurado correctamente por personas que se preocupan. Los amortiguadores MagneRide le dan una amplitud de carácter, y los frenos (Brembo de acero de serie, cerámicos de carbono en opción) están más que a la altura. 

¿Qué nos puedes contar sobre el diseño?

Tal vez sea porque mis ojos europeos no están acostumbrados a ver "Cadillacs", pero definitivamente me gusta más esto que un M5, que es demasiado "soso" para mí. Para ser justos, nuestro coche de prueba se luce en azul eléctrico, lo que ayuda, pero hay la cantidad justa de carácter en en frontal, y el spoiler delantero de carbono y el del maletero lo hacen más llamativo.

Todas las molduras están acabadas en negro, los cuatro tubos de escape que se esconden en las sombras son lo suficientemente anchos, y para cualquiera que piense que los interiores estadounidenses no cumplen con los estándares de calidad europeos. Nada que ver.

Pero... ¿cuánto?

Su precio comienza en unos 77.000 euros. El BMW M5 Competition cuesta más de 140.000 euros, y el CS supera los 200.000 euros. Desafortunadamente, no se venderá en nuestro país.

Un texto original de Jack Rix.