Vivimos tiempos tristes para los amantes de los coches de gasolina, con despedidas de modelos muy queridos sucediéndose de manera cada vez más habitual. Uno de los casos más llamativos es el de Porsche, con el fin prematuro de los Porsche 718 Cayman, Boxster y Macan de gasolina, pero todo tiene una explicación. Este es el verdadero motivo.

Son muchos los fabricantes que han decidido abrazar sin perder tiempo la electrificación y, de hecho, la firma de Stuttgart ya tenía planeado introducir eléctricos como el nuevo Macan. Sin embargo, muy pronto se despedirá el Porsche Macan térmico, así como los Porsche 718 Cayman y 718 Boxster, algo que no tiene que ver con la voluntad de la marca, sino con la ciberseguridad.

Tal y como ha confirmado Porsche Ibérica a Top Gear España, la supresión de estas gamas está unida a los nuevos requisitos en materia de ciberseguridad en la Unión Europea. En concreto, se trata de la normativa UN R155, que entra en vigor el 1 de julio de 2024 y obliga a los fabricantes a introducir ciertas protecciones de ciberseguridad en sus modelos a la venta.

Si bien esta puede parecer una situación con una fácil solución, lo cierto es que no es así, ya que la compañía de coches deportivos apunta que cumplir este nuevo reglamento no implicaría una actualización en sus modelos o unas leves variaciones. En esencia, sería necesario hacer grandes cambios en el desarrollo de dichos coches, algo que no es viable actualmente.

La gama 718 será la más afectada

Así, en el caso del Macan, se ofrecerá en versión térmica y eléctrica en mercados fuera de la UE como el de Latinoamérica. No obstante, su variante de combustión se acabará despidiendo y la situación es todavía más crítica en el caso de la gama 718, ya que sus configuraciones de gasolina se despedirán antes de que lleguen sus reemplazos eléctricos para 2025.

Esta no era la idea original, ya que el fabricante también tenía pensado vender ambas versiones al mismo tiempo en Europa. No obstante, el hecho de que se trate de unos modelos que se encuentran en el final de su vida comercial en la presente generación 982 hace que llevar a cabo los cambios necesarios para cumplir la normativa UN R155 no sea razonable.

En este sentido ha hablado Oliver Hilger, portavoz de Porsche para la gama 718, en un comunicado. Tal y como ha expresado, cumplir la nueva norma “no sólo requiere ajustes en la implementación técnica, por ejemplo, en las unidades de control, sino esencialmente también un cambio de los procesos en la fase de desarrollo”.

En concreto, ha declarado que “por ejemplo, habrá que desarrollar y certificar sistemas de gestión en materia de ciberseguridad”. Así, ha agregado: “la gestión y documentación de los riesgos de ciberseguridad se rastrean, estructuran y formalizan a lo largo del ciclo de vida del vehículo. Todo esto no pudo tenerse en cuenta en el desarrollo del 718”.

De esta forma, ya es tarde para hacer los cambios necesarios y también se trataría de un trabajo demasiado arduo para que se puedan seguir ofreciendo unos coches que, en realidad, no iban a tardar en despedirse. Todo, para cumplir una norma que afectará a todos los fabricantes, a coches térmicos y también a los coches eléctricos que se ofrezcan en la UE y en territorios regidos por su normativa.

Sea como fuere, aunque estemos ante una abrupta despedida del Macan, 718 Cayman y 718 Boxster de gasolina, no quiere decir que vayan a decir adiós de forma absoluta y de la noche a la mañana. Como hemos mencionado, el Macan de combustión seguirá a la venta en otros mercados y los 718 también lo harán, pero durante menos tiempo.

Asimismo, sobre los Cayman y Boxster, Porsche también apunta que las últimas unidades se entregarán a los clientes y se registrarán antes de que entre en vigor la normativa UN R155 en el próximo mes de julio. De ahí en adelante, no obstante, tocará despedirse de unos modelos muy queridos en el entorno de la compañía de Stuttgart.