Viaje al pasado: Alfa 147 GTA, Ford Focus RS y Volkswagen Golf R32
Un viaje a 2003, para ser exactos. A una época de grandes compactos deportivos que hicieron historia.
Se escucha llegar desde lejos a estos coches compactos deportivos. Gritar entre laderas y montañas al recorrer la carretera. Se anticipan bestias de una época en la que los fabricantes no tenían miedo a crear obras de arte con todo lo que eso debía conllevar. Obras como el Alfa Romeo 147 GTA, el Ford Focus RS y el Volkswagen Golf R32.
¡Estos son los 12 mejores compactos deportivos de la historia!
Un alboroto entre montañas creado por tres deportivos sensacionales en uno de los formatos más queridos en Europa. Una representación del estilo Italiano, la ingeniería alemana y el poder americano. Los reyes deportivos de bajo coste de comienzos de la década del 2000.
Alfa Romeo 147 GTA
Alguien en Alfa Romeo decidió que era una gran idea meter un motor V6 de 3,2 litros atmosférico bajo el capó de aquel 147 GTA. Y esperamos sinceramente que tuviese un enorme sueldo y que al menos, le hayan invitado a unos cafés.
Generó 250 CV de potencia y fue capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 6,3 segundos y de alcanzar 246 km/h de velocidad máxima. Cifras realmente buenas, aunque lastradas ligeramente por un peso de 1.435 kg con tracción delantera. Una batalla perdida contra viejas (pero recientes) glorias italianas como el Lancia Delta Integrale.
En diseño está por encima de sus rivales. A otro nivel. La sangre italiana se nota y mucho. Un estilo retro que también se nota en el interior, con controles de estilo aviación, muchas ruedas con clics al girarlas, diales... Es muy sensitivo y te incita a correr, evidentemente.
Sobre el asfalto, con tiento. Porque los frenos siempre fueron un problema para Alfa Romeo, pero eso cambió con el 147 GTA. Estaba equipado con ABS y EBD (Distribución electrónica de frenada). Una caja de cambios precisa y una suspensión ligeramente más blanda que sus rivales, lo que le da ventaja sobre mojado y en seco con una gran transferencia de pesos al eje delantero.
Ford Focus RS
Ford apostó por darle al Focus un motor de 4 cilindros en línea turboalimentado de 2,0 litros con 215 CV y 310 Nm de par máximo. Tracción delantera, caja de cambios manual de 5 velocidades y un peso de 1.280 kg en vacío.
En cuanto a diseño, es también un coche atractivo. Cambia muchos componentes respecto al Focus estándar, salvo el capó, el portón trasero, las puertas y el techo. El resto ha recibido una actualización para darle un toque más agresivo. Destacan sobre todo sus llantas de aleación OZ de 18 pulgadas y el ancho de vías...
En el interior, los americanos se las arreglaron para introducir componentes de fibra de carbono y plásticos de mucha calidad. Lleva asientos semibaquet Sparco y detalles que parecen dejar un habitáculo que ha sido un trabajo rápido de última hora. Algo que se perdona por l oque viene a continuación.
Aunque es ligeramente más lento que sus rivales, con un 0 a 100 km/h en 6,7 segundos y una velocidad máxima de 232 km/h, su manejo es soberbio. Su caja de cambios es sólida y precisa. Todo un reto teniendo en cuenta la entrega de potencia tan exponencial del turbo, perfecta en curvas y en carreteras secas.
Sufre algo más en mojado, porque no cuenta con control de tracción y relega esa tarea a un diferencial de vectorización de par mecánico. Aunque de vuelta en seco, no tiene rival. Es mucho más rígido y estable, agresivo en los vértices con un control sensacional.
Volkswagen Golf R32
¿Dónde han quedado esos tiempos de Volkswagen? Echamos de menos al motor VR6 de 3,2 litros atmosférico. No hay duda al respecto. Produjo copn esta edición 241 CV y 320 Nm de par máximo con un corte de inyección cercano a las 6.500 rpm.
¿Su ventaja? Pues a parte de un motor histórico, tracción integral. Pero hablemos de diseño, aunque no hay mucho que decir. Quizá el Golf es el más conservador de los tres. El coche que menos llama la atención, aunque hay diferencias sutiles con la versión estándar. Llantas de 18 pulgadas, dos escapes cromados, alerón trasero, algo más bajo...
El interior es el del campeón de esta Triple Entente. Todo está sobrecargado. Asientos, un volante demasiado grande... Pero también es extremadamente cómodo y perfecto para largos viajes. Hay materiales interesantes y cuidados, como aluminio o cuero. Nada mal.
En rendimiento, aceleración de 0 a 100 km/h en 6,6 segundos y la mayor velocidad máxima de los tres, con 247 km/h. Todo esto con un peso de 1.477 kg, que no es mucho más de lo que firma el Alfa Romeo, aún contando el coche alemán con tracción integral.
El motor VR6 es receloso a bajas revoluciones. Pero si vas en cuarta o quinta, baja un par de marchas y te pegará de forma instantánea al asiento. Es el compacto que más impresiona con su aceleración, sin duda. Además, el sonido de su motor es providencial cuando quieres escucharlo y relajado en autovía. Puro equilibrio.
Sobre el asfalto y las curvas, no hay mucho más que decir si hablamos de tracción integral. Sobre raíles, aunque el balanceo del coche es mucho más notorio que en sus rivales. La transferencia de pesos es bastante grande sobre todo en frenadas. El motor descompensa la balanza claramente, aunque supone un plus de agarre en dirección.
¿Cuál es mejor?
Vaya decisión. Todos buscan y persiguen el sueño de un compacto deportivo a su manera. Vamos a coger el ADN de cada uno y analizarlo a ese respecto. Necesitaríamos una fusión a lo Dragon Ball para conseguir el coche perfecto.
Por estilo, el Alfa Romeo 147 GTA gana por goleada. Es que míralo. Es un espectáculo, incluido el interior, que también es el mejor de los tres. Y en manejo, se demuestra más divertido y envolvente que el R32 pero menos exigente que el Focus RS.
Aunque... ¿Queréis un spoiler? Efectivamente, el Alfa Romeo se rompió durante la prueba. El diferencial, para ser más exactos. Son coches clásicos italianos. Si compras uno ahora, ya sabes lo que se viene encima.
Estos problemas pasan con muchísima menos frecuencia en el Ford Focus RS y el VW Golf R32. El primero es para luchadores. Para los que llevan un piloto dentro y están dispuestos a sacrificar la comodidad en favor de una batalla contra el volante, los pesos y la carretera. Y la perfección está ahí delante, en la siguiente curva.
El Volkswagen Golf es más relajado. Un estilo más discreto y en general, una conducción más agradable. Perfecto para largas distancias y con un corazón deseando despertar en un tramo. Y recuerda que solo tienes una culata. Ventajas mecánicas para el futuro, por si las moscas...
