Adblue: Qué es, para qué se usa, qué ocurre si no llevas ni una gota o si se puede manipular

AdBlue

Gustavo López Sirvent

Todo lo que has de saber sobre el tapón azul de tu depósito...

Si compraste en Europa un coche con motor diésel después de 2015 sabrás que al lado del depósito del combustible hay un tapón azul que no está de adorno. Se trata del Adblue, otro tanque que porta un aditivo básico para ese tipo de vehículos. Pero, ¿sabes qué es, para qué se usa y qué puede pasar si lo dejas si una sola gota? Vamor por partes, Jack...

El 1 de septiembre de 2015 entró en vigor la normativa Euro 6 (que limita las emisiones de los vehículos en circulación y que le queda poco tiempo para que la sustituyan por la Euro 7), las marcas se vieron obligadas a colocar en el tubo de escape de todos los modelos diésel un catalizador del tipo SCR (Selective Catalytic Reduction). 

El citado mecanismo se encarga de reducir de manera considerable las emisiones de gases contaminantes producidos por la combustión del gasóleo, en concreto los llamados óxidos de nitrógeno (NOx).

¿De qué está compuesto el AdBlue? Se compone a base de urea, que ayuda a descomponer los óxidos de nitrógeno producidos por el catalizador y los convierte en otros gases inocuos para el medio ambiente, concretamente en nitrógeno y vapor de agua.

Como te decíamos al principio, este líquido se almacena en un depósito al lado del que repostas el diésel, pero más pequeño (de entre 10 y 15 litros). Tu coche va tirando de este aditivo en cada kilómetro que recorre, con un consumo muy inferior al del combustible de gasóleo y que varía en función del modelo.

Cuando el depósito de AdBlue está cerca de agotarse, se enciende un testigo en el cuadro de mandos que alerta de la necesidad de reponer el aditivo. Esta alerta se activa con mucha antelación por lo que no hay que preocuparse porque el coche se quede sin AdBlue de forma repentina.

El consumo medio para un turismo o vehículo comercial ligero está entre uno y tres litros por cada 1.000 kilómetros recorridos, con un precio actual del litro de AdBlue de 0,60 euros. Aunque se trata de un gasto reducido, pero si has de sumar a lo que ya pagas por el diésel, a lo mejor no te cuadran las cuentas en tu bolsillo...

¿Qué pasaría si eres un despistado y me quedo sin una gota de AdBlue? Pues tienes un problema, amigo, amiga. Si te olvidas de la alerta para reponer AdBlue y este se agota, el coche no arrancará y te tocará buscar una gasolinera donde distribuyan este componente porque no en todas tienen tanques de este tipo de elemento.

Hecha la ley, hecha la trampa

¿Podría "desconectar" el sistema AdBlue? Sí, si podrías. La mayoría de los modelos diésel con este líquido admiten esta manipulación, que se realiza a través de la alteración del programa de gestión del motor. 

Hay talleres no oficiales que usan sus máquinas de diagnosis para anular el sistema, enviando a la centralita la instrucción de que el motor no dispone de un sistema de aditivos. Ahora bien, que sepas que se trata de una modificación ilegal. Es más, es detectable en tu revisión de la ITV a través del puerto OBD del vehículo e imagina lo que puede pasar... 

¿Se puede averiar?

Evidentemente, no es un sistema infalible al llevar un líquido químico. Los fallos mecánicos están a la orden del día. Se pueden producir fallos en los conductos de la urea, la bomba que la impulsa, el depósito que la aloja o en la unidad de gestión electrónica que mantiene en correcto funcionamiento el dispositivo.

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