Llegan noticias para los conductores, al menos relativamente, ya que el precio del diésel y de la gasolina bajan de nuevo. La parte mala es que los coches de gasóleo (el 55% del parque móvil) se benefician menos de la reducción del precio.

La gasolina baja un 2,28 por ciento hasta colocar el precio medio en 1,708, mientras que el gasóil lo hace de manera más tímida: un 2% más barato, por lo que el litro tiene un valor de 1,867. Aún así, es la sexta semana consecutiva que es más caro.

¿Por qué el diésel está más caro que la gasolina?

El mayor precio del gasóleo frente a la gasolina se explica por la Guerra en Ucrania, aunque no solo. Se han cerrado muchas refinerías a nivel europeo y además está aumentando el tráfico de mercancías por carretera, lo que provoca una tormenta perfecta: hay menos oferta y más demanda. Como decía aquel: "es el mercado, amigo".

También hay otros factores: por ejemplo, el diésel tiene que estar más refinado que antes, por lo que es más caro de producir. Y el precio tan elevado del gas está llevando a muchas industrias a optar por quemar gasóleo por su menor precio.

La parte buena, si es que existe, es que parece que entramos en una relajación en la espiral de precios. Este verano el litro de gasolina ha llegado a costar 2,141 euros y el de diésel, 2,10. Por lo menos ahora duele menos pasar por el surtidor.

Aún así estamos lejos del año pasado: en 2021 la gasolina era un 19% más barata, mientras que el diésel estaba nada menos que un 46% más bajo.

Los 20 céntimos, ¿al rescate?

Y todo eso sin la ayuda estatal que rebaja en 20 céntimos el precio final de los combustibles. Aplicando el descuento, la gasolina es "solo" un 5% más cara que el año pasado, mientras que el gasóleo mantiene un sobreprecio brutal: 30%.

En todo caso, el precio del diésel se va a mantener más caro que la gasolina al menos hasta 2024, según diversos estudios, tal y como te contamos en el enlace anterior.