Hyundai CCS Concept: un espejismo a cielo abierto

Hyundai CCS Concept

Gustavo López Sirvent

Este 'concept car' que Hyundai mostró en 2003 y que no se llegó a comercializar, estaba basado en el mítico Tiburón V6. Contaba con un techo de cristal retráctil y montaba un motor de 2.7 litros que desarrollaba 170 CV y 245 Nm de par. Su creador fue Karmann de Osnabruck, prestigioso especialista en convertibles.

Los concept cars, esos vehículos que ves en un abrir y cerrar de ojos, un espejismo, una ilusión fugaz, una idea brillante (o no) que queda en el cajón del olvido. Cuántos coches habrán quedado en ese maldito ostracismo. Aquí tienes otro más, el Hyunda CCS Concept, un descapotable que enseñó la patita en 2003 y que nada más se supo de él.

Karmann de Osnabruck, prestigioso especialista en convertibles, fue el creador de este cabrio, que se basó en el Hyundai Tiburón V6. Montó la tercera generación del techo de cristal deslizante y plegable trifásico. Con dos botones (uno para cerrar la capota y otro para abrirla) podías cambiar las sensaciones de conducción, acorde con la meteorología que hiciera.

El aspecto exterior destacaba por una imagen deportiva gracias a los faros delanteros y traseros, así como sus curvas, bien estudiadas, en la retaguardia. La tapa del maletero está ligeramente elevada para adaptarse al techo plegado y ofrece, a su vez, un generoso espacio para el maletero, que cubicaba 443 litros con el techo cerrado y 244 con la capota plegada.

En su interior incorporaba elementos elegantes, ya que tanto el volante como el tablero están tapizados en cuero marrón. Además, las salidas de ventilación y aire acondicionado, los marcos de los altavoces o los biseles fueron tratados con un proceso de brillo cálido con toque metálico. A ellos se unía el sistema de sonido Becker premium de 280 W y altavoces Infinity.

Además, los asientos estaban tapizados en cuero marrón y disponían de inserciones centrales tejidas y ventiladas. Asimismo, los delanteros son elementos de estilo deportivo de apoyo del Tiburon desarrollados con Recaro y con ajuste de ocho direcciones y sistema de memoria. Los traseros se han modificado ligeramente para darle acomodo al techo plegado.

La gama mecánica de este Hyundai apostaba por una interesante potencia, ya que montaba un motor V6 de 2,7 litros y cuatro levas de aleación que desarrollaba 170 CV de potencia y 245 Nm de par a través de una transmisión de seis velocidades de relación cerrada construida por Aichi, como la que ya se había instalado en el Tiburón V6.