No, lo que estás viendo no es exactamente lo que piensas. Técnicamente es un Jeep, pero se trata en realidad de un Mitsubishi que fue fabricado durante décadas. Esta es la historia del Mitsubishi Jeep.

Todo comenzó tras la Segunda Guerra Mundial, cuando el Jeep ya era un coche muy atractivo por su versatilidad. Había un gran interés por este modelo en Japón, pero las políticas del momento no permitían importar coches extranjeros en grandes cantidades. Por ello, hubo que optar por una alternativa.

En 1952, Mitsubishi y Willys -fabricante de Jeep- llegaron a un acuerdo: la firma japonesa podría fabricar algunas unidades de este modelo y podrían llevar su marca. Así, en 1953 se creó el primer modelo, denominado J1, del que se crearon 54 unidades que se destinaron a la Agencia Forestal. 

Poco después, el fabricante asiático mejoró su relación y acuerdo con Willys -incluso ofrecieron asistencia tecnológica-, de manera la producción fue en aumento. Así, se fabricaron todoterrenos con una amplia variedad de carrocerías, desde aquellas sin puertas hasta versiones comerciales, e incluso con distinta batalla. Se ofrecían además en versiones diésel y gasolina.

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Mitsubishi Jeep (4 imágenes)

Uno de los modelos más conocidos fue el Mitsubishi Jeep J-58, lanzado en 1975 y caracterizado por su techo y puertas de lona. Fue concebido como un modelo más deportivo, de manera que montaba un propulsor de gasolina de 2 litros con 98 CV, lo cual era suficiente si tenemos en cuenta el bajo peso de este todoterreno.

En total, unas 200.000 unidades del Mitsubishi Jeep fueron construidas en sus 45 años de trayectoria. Fue en 1998 cuando se finalizó la producción, ya que el coche ya no cumplía con las regulaciones de emisiones del momento. Así, la marca japonesa lo despidió con una edición limitada.

De esta manera, se puso fin a la historia de un modelo peculiar y muy desconocido fuera de las fronteras japonesas. Toda una rareza que jugó un importante papel en la historia de la marca asiática.