La idea restomod de la semana: Volvo P1800 con turbo y 300 CV

El potente motor de cinco cilindros, 2,5 litros y turbo del S60R en un icono estético de la marca.

El mejor motor en el mejor Volvo. Ese podría ser el resumen de la idea de restomod de la semana: un Volvo P1800 con 300 CV, sí, con el motor de Volvos tan ilustres como el S60R. Tras la idea de restomod del BMW 2002 con el motor del BMW M3 E46, seguimos con otra opción tan o más atractivo que la del sedán germano. Si hay un Volvo que debería ser metido en las bodegas del Arca de Noé para salvarlo de la destrucción del planeta, ese sería, sin duda, el Volvo P1800. ¡Imagínate modernizado!

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Y es que su diseño es magnífico, posiblemente uno de los coupé europeos más bellos del siglo XX. Parece que jamás pasará de moda, cada vez está más claro, por lo que parece obvió que será una buena base para un restomod. El otro día ya lo expliqué, pero si te lo perdiste, te recuerdo que esta palabra proviene de unir ‘restored’ y ‘modified’, es decir: restaurado y modificado. Una restauración de un clásico pero optimizando y modernizando algunos de sus componentes, sin llegar, por supuesto, a destrozar el concepto original.

Probablemente, la decisión más difícil de este restomod es elegir la carrocería adecuada: el coupé o el shooting brake. Ambos son precioso, pero en esta ocasión, nos vamos a decantar por la versión coupé. Para celebrar la robustez de Volvo, hemos optado por un motor que parece inmortal: el cinco cilindros turbo de coches tan magníficos como el Volvo V70 R o la segunda generación del Ford Focus RS. Produce 300 CV y 400 Nm de par y nos parece la mejor opción, tanto por potencia, como por peso y carácter. 

Y es que hay otras opciones que nos podrían encajar. El nuevo 2.0 litros bi-turbo de la familia Polestar es más eficiente, pero es un cuatro cilindros y no tiene el mismo sabor que el cinco cilindros. El V8 de 4.4 litros solamente será apto si vives en Kentucky y quieres un V8 sea como sea: para el resto de mortales es demasiado pesado, todo lo contrario que el cinco cilindros con su construcción ligera, principalmente a base de aluminio.

El principal reto al colocar el cinco cilindros en el Volvo P1800 será convertir un motor diseñado para ir colocado en posición transversal y enviando la potencia al eje delantero, en un motor longitudinal que envía el par a las ruedas traseras. Pero más difícil fue superar la velocidad del sonido o viajar a la luna, ¿no crees? Otra opción sería usar el bloque B21 Redblock de un Volvo 200, más pesado y menos potente que la opción moderna, pero con una configuración mucho más favorable (además, 200 CV serían suficientes para la mayoría).

Pero vamos, admítelo, un cinco cilindros mola más y ya puestos a engrasarnos las manos. Además, 300 CV convertirían al P1800 en un auténtico monstruo del asfalto, una bestia que podría en apuros a más de un jovenzuelo y a clásicos mucho más serios.

Para transmitir toda esa potencia a las ruedas utilizaríamos una transmisión M90 de 5 velocidades robada a un Volvo 960 en lugar de la original de cuatro velocidades. Para el eje trasero, dudamos que el eje rígido pudiese lidiar apropiadamente con 300 CV, así que la opción que más nos gusta es la misma que ya utilizamos en el BMW 2002: suspensión multilink y un diferencial de deslizamiento limitado. La clave del éxito.

Por supuesto, los frenos también habría que optimizarlos, con discos en la cuatro ruedas y pinzas de seis o cuatro pistones. Eso sí, el objetivo final es no modificar las proporciones del coche, por lo que el tamaño de los discos estaría limitado físicamente a un tamaño de llanta no demasiado grande. Con todo esto, sería de esperar que el Volvo P1800 se convirtiese en una máquina muy seria, capaz de alcanzar los 100 km/h desde parado en unos seis segundos y aumentar la velocidad máxima desde los 190 km/h originales hasta unos 250 km/h.

Por supuesto, todos estos cambios también se podrían aplicar, de la misma manera, al Volvo P1800 Shooting Brake, algo que no entusiasma todavía más. Además, de manera opcional, se podría crear una pequeña serie limitada con algo más serio bajo el capó: ¿qué me dices de un V8 de Aston Martin? Venga vale, ya dejo de pensar.

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