Quien más quien menos ha pegado una cabezada cuando iba conduciendo de noche siendo un factor de riesgo y que puede derivar en un accidente. Por eso, la Dirección General de Tráfico nos ha dado unas pautas a seguir para evitar las horas en las que podemos tener problemas de sueño y, por ende, sortear posibles sustos en la carretera. 

Aunque bien es cierto que la somnolencia puede darse en cualquier hora del día, es más común que aparezca de noche. A este hecho debemos añadir el cansancio, un factor más que puede darnos sobresaltos. Y no pienses que por tomar café o bebidas con cafeína se te va a pasar, que no. Debemos descansar las horas necesarias y, a su vez, vigilar las horas a las que conducimos.

Las estadísticas que maneja la DGT reflejan que la somnolencia supone hasta el 30% de los accidentes de tráfico en nuestro país. Y especifica que ese trastorno del sueño no sólo afecta a la conducción nocturna, sino que los accidentes de tráfico también se producen durante el día, que son más numerosos que los de la noche. La precaución debe ser máxima en ambos casos.

Por todo lo comentado, el órgano rector del Tráfico en España advierte que las horas en las que aumenta el peligro de conducir están entre un lapso de tiempo de la mañana y otro de la tarde. Siendo más concretos, la peor hora para circular sería entre las 3 y las 5 de la mañana, mientras que la franja horaria de 14 a 16 horas supone el peor momento en horario vespertino.

El organismo vial ofrece una serie de recomendaciones para evitar sufrir un accidente a causa de la somnolencia si vas a circular en los citados horarios conflictivos. Lo básico y más coherente es mantener unos hábitos de sueño y descanso saludables para que el cuerpo no lo note. Aun así, la DGT nos dice estos aspectos a los que deberíamos hacer caso:

• Dormir bien. Hay veces que la obviedad no lo es tanto. Combatir el sueño se combate durmiendo.  Para descansar bien y seguir con el trayecto previsto en carretera suelen ser suficientes entre siete y nueve horas.
• Descansar en carretera. Se dan circunstancias como travesías muy largas, monotonía al conducir o las altas temperaturas. En esos casos es probable que aparezca el cansacio y haga que pierdas atención al volante. Cuando aparezca la fatiga es conveniente descansar cada dos horas o cada doscientos kilómetros.

 Quizá con una pequeña parada en una gasolinera para estirar las piernas y refrescarnos la cara puede valer. Si el cansancio es acusado es recomendable dormir un poco o recurrir a alguna bebida con cafeína.

• Evitar las comidas pesadas. Si, quiza este punto, como los anteriores, ya los sabes, pero te lo recordamos. Las comidas copiosas y pesadas van a darnos sueño. Por esta razón, si vas a conducir, conviene que el almuerzo o la cena sean livianos y fáciles de digerir.