Recientemente nos ha sorprendido Bugatti con su nuevo motor V16 híbrido con el que estará equipado el reemplazo del actual Bugatti Chiron. La configuración W16 actual de este fabricante ya era peculiar, pero la que llegará no lo será menos. ¿Por qué? Porque en la historia solo ha habido tres coches de producción con motor V16.

Si piensas en este tipo de mecánica, es posible que te vengan a la cabeza más de tres modelos. Sin embargo, ¿cuántos de ellos son prototipos? Por supuesto, aquí sí contamos con varios ejemplos, como puede ser el concept Cadillac Sixteen de 2003, cuyo motor de 13,6 litros rendía 1.000 CV de potencia.

Otro caso que muchos conocemos es el del BMW Serie 7 'Project Goldfish', un extraño proyecto de la firma alemana sobre una unidad de la generación E32. En este caso, se utilizó un propulsor experimental que rendía unos 402 CV de potencia, pero que no fue más allá. En general, esta mecánica no lo ha tenido fácil para llegar a las carreteras, pero sí lo ha logrado en ocasiones.

Para encontrar un coche de producción con motor V16 nos tenemos que remontar a 1930, cuando se concibió el primer modelo con este tipo de mecánica. Se trataba del Cadillac Series 452, el cual montaba un bloque de 7,4 litros que producía unos 175 CV (eran los años 30, al fin y al cabo) y le permitía alcanzar 160 km/h.

Este fue un caso innovador en aquel momento y no tardó en llegar otro vehículo que replicaría esta idea. Se trataba del Mormon Sixteen, que llegó en 1931 con un V16 de 8 litros que ofrecía unos 200 CV de potencia. Se fabricaron menos de 500 unidades, eso sí, ya que no era un coche al alcance de todos y estos no eran unos años realmente buenos en economía, especialmente en Estados Unidos.

Sea como fuere, antes de finalizar la década de 1930 llegó el tercer coche de producción con motor V16: el Cadillac Series 90 de 1938. En este caso, bajo el capó se situó un propulsor de 7,1 litros y dos carburadores que permitía rendir unos 185 CV. No era una bestia prestacional, pero permitía ofrecer un rendimiento adecuado y mucha suavidad.

En cualquier caso, más allá de este modelo, ninguna otra marca decidió usar esta configuración para un coche de fabricación en serie. Las razones son varias, como el espacio que requiere un bloque de este tipo y el hecho de que es posible obtener un rendimiento similar con mecánicas más compactas y eficientes.

Cizeta-Moroder V16T: el que pudo ser el cuarto coche con motor V16

Con todo, se podría decir que el motor de 16 cilindros en V se quedó como una reliquia del pasado, aunque no se ha llegado a olvidar y la prueba está en prototipos como los que hemos mencionado. Asimismo, también hubo un coche que estuvo a punto de convertirse en el cuarto de producción con un V16 bajo el capó: el Cizeta-Moroder V16T.

Corrían los años 80 y el piloto de pruebas e ingeniero de Lamborghini, Claudio Zampolli, quiso aventurarsea crear un coche propio. Para ello se asoció con el productor y compositor Giorgio Moroder. Mientras tanto, Marcello Gandini estaba trabajando en el diseño del sucesor del Countach, pero la idea no convenció a Chrysler, dueña de Lamborghini en esos años.

La colaboración de estos tres hombres resultó en el Cizeta-Moroder V16T, que contaba bajo el capó con un V16 que realmente era la unión de dos V8 de 3 litros. Así, contaba con 540 CV y con una estética espectacular, pero problemas como la complejidad del propio modelo y algunas dificultades en su fabricación impidieron su producción en serie.

De esta manera, solo nueve unidades se concibieron de este coche, que fue uno de los ejemplos más recientes de un coche con motor V16 que podría haber llegado a las carreteras con un cierto número de unidades. Así, será el sucesor del Chiron el cuarto coche de producción en usar este tipo de mecánica, pero hibridada. Eso, si no hay contratiempos, claro.