El 'cumpleaños feliz', en su versión más carpetovetónica, debe sonar muy alto para celebrar el aniversario de un referente en la automoción española: el Seat Ibiza. El 27 de abril de 1984 salía de la factoría de la Zona Franca de Barcelona el modelo  diseñado por Giorgio Giugiaro, que fue presentado en el Salón del Automóvil de París. 

Hoy, 38 años después, le contemplan cinco generaciones y diferentes ediciones especiales, entre ellas una para los Juegos Olímpicos de Barcelona. Fue el primer modelo del segmento B totalmente Made in Spain fabricado en línea en nuestro país. El Seat Ibiza tomó el relevo del Seat Fura (1981-1986), que también se fabricó en la planta de la Zona Franca.

En 1984, Seat ya se había desvinculado de Fiat y todavía no había entrado en el grupo Volkswagen. Era una empresa 100% nacional que debía adaptarse a una economía abierta y a la inminente entrada del país en la UE y su apuesta fue este modelo, del que hasta nuestros días ha vendido más de 5.000.000 de unidades.

¿Por qué Seat Ibiza?

«La elección de un nombre para un coche es un proceso similar al de los padres cuando escogen el de un hijo: muy emocional y para toda la vida», explicó en su día Vincenza Magliocco, responsable de Marketing del Ibiza en Seat. 

En el caso del utilitario español, el bautizo tuvo lugar en los años 80 con la proliferación del turismo en España. En el marco de la estrategia de la compañía de ligar cada modelo a una ciudad española: la isla balear con el público objetivo del coche, joven, de imagen desenfadada y espíritu mediterráneo.

Con el lanzamiento del primer modelo de esta saga, Seat «empezó a trazar un nuevo camino de independencia e internacionalización y la isla de Ibiza, icono de turismo internacional de tendencia, representaba la opción que más ligaba con el posicionamiento que se quería para el nuevo modelo», epxresó Magliocco.

Seat Ibiza I (1984-1993)

El primero de los Seat Ibiza llegó con la marca en una situación de lo más complicada. Sus relaciones con Fiat se habían roto y enrarecido y la marca española se sacó de la chistera a dos socios fiables (ItalDesign y Karmann para su estilo y carrocerías y Porsche para sus mecánicas de gasolina) y lanzar un producto que se llenó de parabienes.

Construido sobre la base del Seat Ronda (de ahí que fuera tan amplio en su interior). Tenía unos rasgos distintivos, que no se volvieron a repetir en sucesivas entregas como la única escobilla del limpiaparabrisas, las rejillas del capó o la rueda de repuesto localizada justo al lado del motor. 

Hay otros detalles más pequeños pero igualmente interesantes, como la tapa del depósito, que iba a la izquierda (a la derecha en el resto de las generaciones del Seat Ibiza), o sus amplias ventanillas laterales, que le otorgaban una gran visibilidad circular.

En 1991 se actualizó ligeramente y dejó atrás esos faros cuadrados tan característicos para adoptar unos más estilizados. De la primera generación del Ibiza se vendieron 1.308.461 unidades, de las cuales 364.146 lo hicieron en España. Un año más tarde se convertía en el coche oficial de los JJOO de Barcelona 92, y en abril de 1993 se producía la última unidad.

Seat Ibiza II (1993-2002)

La segunda generación del Ibiza llegó de la mano de Volkswagen. Gracias al éxito del protagonista de hoy, la compañía alemana vio futuro en la empresa española. Este hecho, unido a unas cartas bien jugadas por sus directivos y el importante empujón en forma de subvenciones por parte del Gobierno, acabaron en unión en 1986, año en el que el grupo Volkswagen se hace con Seat.

Unos 20 cm más largo, el Seat Ibiza II se fabricó sobre la plataforma del Polo. Eso propició que los acabados dieran un notable salto de calidad, ofreciendo una mayor sensación de robustez en su interior. 

Giugiaro se encargó nuevamente de su diseño: desechó los ángulos rectos de la anterior generación y se estrenaron unas formas más redondeadas, como en los intermitentes, los pilotos o los paragolpes. 

La acogida de la segunda generación fue espectacular en cuanto a ventas (ofreció por primera vez la versión GTI de 130 CV) y su estilo sirvió como punto de partida para los Seat Córdoba e incluso para el Seat Inca, el pequeño comercial de la marca española.

En 1996 hubo un pequeño retoque (sólo cambiaron los paragolpes) y un restyling más profundo en 1999 (introdujeron nuevos elementos en el interior y en el exterior). Esta segunda generación sirvió a Seat para mostrarle al mundo lo que eran capaces de hacer, con versiones deportivas como el Cupra (2.0 16V de 150 CV) y el GT TDI (1.9 de 110 CV). Con él participaron en el Mundial de Rallys.

Seat Ibiza III (2002-2008)

La tercera generación del Seat Ibiza llegó pintada por Walter da Silva y con el nuevo logo de la marca. La compañía quiso romper con el estilo utilizado en las dos generaciones anteriores y le dio toques muchos más curvos. En concreto, los paragolpes, la parrilla partida y los nervios sobre el capó marcaron su diseño. 

Este tercer hijo del Ibiza vio la luz tras nueve años y 1.522.607 unidades producidas (545.120 vendidas en España) del segundo modelo.

Hubo otro estreno. Por primera vez en toda la historia del coche isleño, el nombre Ibiza queda serigrafiado en el centro del portón del maletero, que también se abre levantando el mismo logo. Los retrovisores exteriores presentan un diseño más trabajado y el final de la ventanilla trasera queda mucho más redondeado. 

Rozando ya los cuatro metros, el Seat Ibiza III volvió a servir de base para el Córdoba (lo haría ya por última vez) y las versiones más deportivas, como los Cupra y FR, supusieron un rotundo éxito en algunos mercados como el inglés.

En 2006, la tercera generación del Seat Ibiza le imprime un ligero restyling y se estrena la versión Ecomotive de bajo consumo. Esta fue la menos vendida (1.221.190 unidades, 393.532 en España), y solo duró seis años en producción. En 2008, Seat decidió lanzar la cuarta generación.

Seat Ibiza IV (2008-2017)

La cuarta entrega del modelo español introdujo una pequeña revolución de diseño, firmado por el diseñador belga Luc Donckerwolke. Más deportivo que nunca, tuvo de nuevo marcados nervios y formas más angulosas. 

El salpicadero queda resuelto en bloques separados, con la radio en la parte superior y el climatizador en la zona baja. La calidad suma enteros y el uso de plásticos de distinto tacto se reparte por las puertas y la consola central. 

Como las anteriores, la cuarta generación del Ibiza también ha tenido su respectiva actualización y ha contado con diferentes versiones deportivas en los acabados FR, con el máximo exponente en el Seat Ibiza Cupra que montó un motor turbo de 1.8 litros con 192 CV como tope de gama. Además, fue el primero de los Ibiza en ofrecer una variante familiar denominada Sport Tourer (ST).

Presentó diversos restyling a lo largo de sus nueve años en activo, siendo el último de ellos en el Salón de Barcelona de 2015, donde se introdujeron diferentes cambios menores en el diseño exterior, con mayor grado de personalización también en el interior y más equipamiento, como una pantalla táctil mejorada para el sistema de infoentretenimiento y la inclusión de un puerto USB.

 Se vendieron 1,6 millones de unidades de esta generación.

Seat Ibiza V (2017-...)

Concebido sobre la plataforma modular MQB A0 del grupo VW, la generación actual del Ibiza tomó forma bajo la dirección de Alejandro Mesonero-Romanos. En este caso, la marca española optó por simplificar la oferta de carrocerías, fabricando sólo la de cinco puertas. 

Las mecánicas ofertadas destacan por su eficiencia, sobre todo el motor de tres cilindros 1.0 TSI, disponible con potencia de 110 CV. También existe una versión de acceso de 80 CV, bloque de cuatro cilindros 1.5 EcoTSI, capaz de ofrecer 150 CV y un eficiente 1.0 TGI de 90 CV que puede funcionar con GNC (gas natural comprimido).

Ahora tiene que hacerse un hueco dentro de su propia familia junto con el Arona, que está siendo una dura competencia, si bien los precios entre uno y otro puede decantar la balanza hacia uno u otro bando.

Ediciones especiales

Variados han sido los modelos que Seat lanzó del Ibiza, como pintorescos sus diseños. Cabe recordar alguno de ellos como el Ibiza SXi, el Felipe VI en honor al actual monarca, el Ibiza Manrique, diseñado por el artista César Manrique, el Anibal Podadera (hermano bastardo del Ibiza), el Cupra, el Bocanegra, el Ibiza 30 Aniversario o el Cupster, un cabrio que no se llegó a comercializar.