Opinión: ¿Por qué en España no se permite personalizar las matrículas?

Bugatti Veyron Super Sport Blue Carbon matrícula
¿Por qué el estado dice que no a este jugoso pastel?

Siempre digo que las decisiones que se toman deben satisfacer al máximo número de personas posible. Es una condición de éxito asegurado y a día de hoy, el Gobierno de España, se está perdiendo un pastel muy interesante: ¿por qué en España no se permite personalizar las matrículas? ¿Qué sentido tiene? ¿Qué miedo tiene el Gobierno para limitar esta medida que podría ser buena para todo el mundo? Matriculas personalizadas en España, ¿sí o no?

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Sí, rotundo. ¿Por qué? Porque sería bueno para todo el mundo: para los conductores y para las arcas públicas. Los conductores podrían tener, aquellos que quieran, una matrícula única y personalizada, que recordase una fecha, un nombre o lo que quisiera, que podría ser personal o podría ir intrínsecamente ligada al coche en concreto. El conductor que quiera la matrícula personalizada debería pagar un extra a la hora de matricular el coche, un extra que podría llegar las arcas públicas del estado sin invertir un centavo, aportaría al maltratado fondo de pensiones y se podría conseguir más dinero para mantener en un mejor estado nuestras carreteras. Y repito: ¡sin gastar un duro en ningún tipo de inversión! 

No es raro que en este país se diga que no a una política como esta, es un país que adora la controversia y la polémica. Estoy convencido que más de uno podría colocar mensajes que podrían calificarse de polémicos en su matrícula, pero también se podría crear un organismo especializado en la materia y que permitiese vigilar y regular el uso de esta función, para evitar posibles riesgos de mensajes obscenos o calumniosos hacia terceros. 

También habría que definir cómo permitir la personalización de matrículas en España, por ejemplo, si se permitiría una total libertad para colocar los caracteres que se quiera o si bien se tendría que mantener el formato actual. Un ejemplo creo que muy bueno en esta materia es Bélgica, donde desde hace un par de años se permite la personalización total de las matrículas (antiguamente se podían personalizar pero manteniendo el formato inicial).

¿Qué ha conseguido Bélgica con las matriculas personalizabas? Pues que los ingresos por matriculación de los coches nuevos haya subido notablemente. En Bélgica, puedes obtener tu matrícula normal como puedes recibir en España, pero pagando 2.000 euros más, puedes personalizar completamente tu matrícula. Es una tarifa que ha crecido notablemente, desde los 620 euros que costaba hace cinco años.

Y podrías pensar: si es más caro, menos gente optará por ella, ¿no? Al revés: la popularidad de las matrículas personalizadas en Bélgica se ha disparado, desde las poco más de 2.000 en el año 2013 a más de 4.500 en el año 2015. Hoy, a buen seguro, ya se superan las 5.000 matriculaciones personalizadas al año. Un extra de 10 millones de euros para el estado, sin mover un dedo, sin invertir prácticamente nada.

¿Por qué entonces no se hace en España? Pues porque el Gobierno seguramente quiere seguir trabajando poco y no quiere romperse la cabeza lo más mínimo: suficiente tiene con mediar en los numerosos escándalos políticos de los últimos tiempos. Las matriculas personalizadas deberían ser estudiadas por Gregorio Serrano y los chicos de la DGT y quizás podría dar paso a un sistema de matriculación más eficiente para todas las partes. Las matrículas personalizadas serían buena para nosotros, los conductores, y para las arcas públicas. ¡Señores del Gobierno, deberían tenerlo en cuenta!