Los 5 vehículos (y sus pilotos) más frikis del Dakar

Javier Prieto

Un Toyota Land Cruiser edición patatas fritas, una Vespa o un Citroen 2 CV son solo algunos de los vehículos más frikis del Dakar que vas a conocer hoy. Sigue leyendo, te sorprenderás.

Hoy esperamos sorprenderte con los vehículos más frikis del Dakar. A ver, la historia del rally más duro y legendario del mundo está plagada de hazañas escritas por apasionados del motor.

Sin embargo, a algunos de estos aventureros se les fue la mano -y la cabeza- llevando el desafío hasta extremos insospechados. Lo que viene siendo el concepto: para chulo, mi pirulo.

Y de verdad, no te creas que exageramos lo más mínimo. Porque para ponerse a los mandos de una Vespa P200E, un Renault 4 L, un Citroen 2 CV o un Toyota food truck, hay que ser muy, pero que muy friki...y bastante atrevido. Por eso mismo, no hay que restarles ningún mérito puesto los mejores campeones del Dakar no tendrían los cojines suficientes para competir con esos trastos. 

Agárrate que vienen curvas...y algunas dunas.

Dos hermanos y un cuatro latas 

La primera edición del rally se disputó en 1979 y tuvo en los hermanos Claude y Bernard Marreau a dos valientes participantes. Terminaron quintos en la general -los tres primeros fueron motos- con un Renault 4 L o cuatro latas, ¿qué opinas? Seguro que lo flipas al igual que nosotros. Menuda proeza lograda con esa tartana mecánica. Por cierto, en 1982 los Marreau se llevaron el triunfo final. 

Vespa, una avispa que pica en el desierto

¿Correr el Dakar con una Vespa P200E? Eso es lo que hicieron cuatro chiflados en 1980. Y no te lo pierdas, que dos de ellos,  Marc Simonot y Bernard Tcherniavsky, llegaron con sus scooters a la meta en el Lago Rosa. Estos héroes deberían tener un monumento erigido en su honor.  

El Rolls de palo que es un Toyota

El inefable Thierry De Montcorgé se inscribió en el rally de 1981 con uno de los vehículos más frikis del Dakar: un presunto Rolls-Royce Corniche Coupé. Seguro que no sales del asombro al leer que un supuesto amante del motor iba a destrozar una joya entre los pedruscos africanos.

La cosa no fue del todo así. El automóvil solo conservaba del Rolls original la calandra, el salpicadero, el portón del maletero y el capó. ¿Cómo? Pues que el amigo Thierry no era tonto. Sabía que las opciones de éxito con un vehículo de lujo en África eran entre cero y ninguna.

Tomó el chasis de un Toyota FJ45 y sobre él crearon una carrocería de una pieza en fibra de poliéster. El público se quedó alucinado pensando que estaban ante un Rolls de verdad.

De Montcorgé fue descalificado por llegar tarde al control, debido a un accidente y su posterior reparación en Alto Volta (hoy Burkina Faso). No obstante, la organización le permitió seguir en la prueba pero sin el dorsal oficial por ser uno de los vehículos más frikis del Dakar. Vaya historia.

Jules II Proto 6x4, belleza cubista

Eufórico por la gloria de 1981, Thierry De Montcorgé quiso rizar el rizo tres años después. Y vaya que si lo consiguió. Se presentó en la salida con el Jules II Proto 6x4, un artefacto incalificable. Te podemos contar que el engendro, construido con piezas de aquí y de allí, poseía 6 ruedas y un motor V8 de 3.5 litros.

Parece que algo falló en el revolucionario concept car porque en la tercera etapa dijo basta. Pero al menos se convirtió en uno de los vehículos más frikis del Dakar.

Un Toyota que cocina patatas fritas

Algunas personas llevan la vocación de servicio y atención al cliente demasiado lejos. Una de ellas es Hervé Diers. Este francés instaló un pequeño ¡puesto de patatas fritas! en la parte trasera de su Toyota Land Cruiser con el que compitió en 2005. Te lo juramos, no es mentira. 

El Juan Palomo galo se dedicaba a surtir de chips a los ciudadanos de las localidades donde hacía noche. Y por cierto, terminó en el puesto número 58 de la tabla. Diers es un tipo peculiar y su buga debería liderar del ranking de los vehículos más frikis del Dakar.

Un dos caballos muy peleón

En la edición de 2007 dos hermanos georgianos, Felipe y Gilles Marques se lanzaron a la aventura -nunca mejor dicho- con uno de los vehículos más frikis del Dakar: un Citroen 2CV de 1963. Si has leído bien, de 1963.

Desgraciadamente, esta maravilla de la ingeniería doméstica, equipada con dos propulsores de origen Citroen Visa, solo aguantó cuatro etapas. Sin embargo se llevaron el reconocimiento como recuerdo a casa. Para ellos, lo importante fue participar y...dar la nota. Objetivo cumplido.

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