Vídeo: Dos leyendas y un coche contra una moto: ¿quién ganará?

John McGuinness Gordon Shedden Honda Dunlop
Cambian la Honda CBR1000RR Fireblade y el Honda Civic Type R BTCC por un día. ¡Y no se les ve nada mal!

Imagina que te cambian tu herramienta de trabajo durante un día. Es lo que les pasó a John McGuinness, con su Honda CBR1000RR Fireblade SP, y a Gordon Shedden con su Honda Civic Type R BRCC. Estas dos leyendas del motorsport británico se fueron a un revirado circuito escocés, a Knockhill, para ver qué tal iban con las monturas del otro. Está claro que a ambos pilotos les corre gasolina por las venas.

Y es que la leyenda de la Isle of Man Tourist Trophy, John McGuinness se mostró muy confiado a bordo del Honda Civic Type R con el que Shedden participa en el British Touring Car Championship. A priori parece más sencillo pasar de la moto al coche que del coche a la moto. No obstante, Shedden también lució todo el potencia de la Honda CBR1000RR Fireblade con la que el 23 veces vencedor en la Isla de Man ha competido en las últimas ocasiones.

Las diferencias entre uno y otro vehículo son evidentes. Ya lo serían en sus respectivas versión de serie, pero si encima hablamos de coches de competición al más alto nivel, el reto es todavía mayor. Afortunadamente, había dos coincidencias importantes: una misma marca y un mismo proveedor de neumáticos: Dunlop. Pero precisamente es en los neumáticos donde las diferencias son más notables.

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El contacto con el suelo de un neumático de moto es entre tres y cuatro veces menor que en el del coche. También hay que tener presente que en un neumático de moto el desgaste es más irregular, ya que en ocasiones se fuerza la parte central y en otras, como en curvas, se utiliza la sección lateral. La presión de ambos neumáticos también cambia notablemente, más de 1,1 bar de diferencia: la moto necesita el doble de presión en el neumático delantero en frío respecto al coche. En caliente, la moto necesita entre 1.5 y 1.6 bares de presión mientras que el coche necesita entre 1.85 y 1.95. Por supuesto, hay elementos secretos que terminan de redondear unos neumáticos que deben ser tremendamente eficaces. Aquí tienes el vídeo de esta jornada que seguro que nunca olvidarán estos dos pilotos:

John McGuinness: “fue algo brillante. Sinceramente, no me quería bajar del coche. Durante la primera sesión pasó todo muy rápido. Toda tu mentalidad cambia cuando te enfrentas a algo nuevo y lo reconozco, estaba algo nervioso, pero somos pilotos y simplemente queremos ir rápido. Es más difícil trazar correcta al tener algo menos de visibilidad que en la moto. En el interior hace calor y respiras de una manera más palpable la gasolina y los gases de combustión. Es otro rollo, pero me quedé alucinado de la precisión que puede alcanzar. Gracias a los neumáticos Dunlop y su tremendo agarre, muy pronto tuve la confianza para ir más rápido”.

Las conclusiones de Gordon Shedden al ponerse a los mandos de la espectacular Honda CBR con el que McGuinness consiguió una velocidad media en Man de 213 km/h no eran menos emocionantes: “Es algo sencillamente descomunal, estuve intentando imaginar cómo sería pilotar algo así y la realidad superó de largo todas mis expectativas. Es increíblemente rápida pero cuando llevas unas cuantas vueltas, te da mucha confianza y consigue que te relajes. Era la primera vez que pilotaba una moto con neumáticos slick y todavía estoy alucinando con su capacidad de tracción, más sabiendo que su contacto con el suelo no es mayor que el de una tarjeta de crédito. Es una pasada lo que consigue John con esta máquina.

La verdad es que no me importaría para nada probar cualquiera de estas dos máquinas, a mi me tiran más las cuatro ruedas, pero hay que reconocer que tiene que ser una experiencia brutal pilotar una moto de este nivel prestacional por un circuito como Knockhill. Hay tipos con suerte.