Los mejores coches de carreras de Alfa Romeo

Alfa_Romeo_33_TT_12_1975 SportsCarChamp Lothar Spurzem

Javier Prieto

¿Cuál te mola más de estas maravillas del Quadrifoglio?

 A lo largo de más de un siglo de competición, los mejores coches de carreras de Alfa Romeo han escrito algunas de las páginas más exitosas del Motorsport. Precisamente, hoy te hablaremos de esos míticos modelos de la Anonima Lombarda Fabbrica Automobili o A.L.F.A. que abrieron las puertas del Olimpo de la Velocidad. Desde las pruebas de resistencia más legendarias, como las 24 Horas de Mans, hasta la Fórmula 1, no hay especialidad que se les haya resistido. Estos son los misiles del 'Cuore Sportivo'. Por cierto, recuerda que hace unos días la marca milanesa nos han mostrado los colores de su monoplaza con los que regresan a la Categoría Reina en 2018 junto a Sauber.

40-60HP, nace el mito

En 1913, apenas tres años después de fabricar su primer vehículo de calle, se presentó el Alfa Romeo 40-60HP. Conducido por Giuseppe Campari, este modelo diseñado por Giuseppe Merosi, se apuntó la primera victoria en Mugello 1920.

El 40-60HP, uno de los mejores Alfa Romeo

         (Foto: Agence Rol vía Wikimedia) 

Tan solo un curso más tarde, Campari triunfó nuevamente en esa misma prueba y en 1922 hizo lo propio en la Targa Florio. Arrancaba la leyenda del Quadrifoglio. El 40-60HP Corsa (versión de competición) montaba un 6.082 cc con 73 caballos, asociado a una transmisión manual de cuatro cambios. Tenía una velocidad punta de 137 km/h y pesaba tan solo unos 1.100 kg.

P2, primer Campeón del Mundo

Gracias al rapidísimo P2, Alfa Romeo se adjudicó el primer Campeonato del Mundo de Automovilismo disputado en 1925. Venció en dos de las cuatro pruebas del curso, el GP de Europa disputado en Spa, con Antonio Ascari al volante, y el GP de Italia en Monza, ganado por Gastone Brilli-Peri, quien reemplazó al fallecido Ascari. 

Diseñado por el maestro de los trazos Vittorio Jano, ex de Fiat, jubiló con mucho éxito al fracasado P1. El P2 venció en 14 pruebas de diversas especialidades, demostrando su calidad y polivalencia. Su corazón, un 8 cilindros en línea, 2 carburadores y 155 purasangre, que junto a una relación de cuatro marchas manuales, lo disparaban hasta 205 km/h. Todo un misil con el que conquistaron la cima. Estamos ante otro de los mejores coches de carreras de Alfa Romeo

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         (Foto: Alfa Romeo P3 1932 de Walter Vermeir vía Wikimedia) 

 

158 y 159, reyes de la F1 

El Alfa 158, conocido como Alfetta por sus reducidas dimensiones, fue el gran dominador de la primera edición del Campeonato del Mundo de F1 celebrado en 1950. Con Giusseppe 'Nino' Farina, Luigi Fagioli y Juan Manuel Fangio al volante, el pequeño Alfa obtuvo seis triunfos, seis poles y otras tantas vueltas rápidas en las siete citas del calendario. Solo se les escapó Indianápolis. Montaba un bloque sobrealimentado de 8 cilindros en línea, 1,4 litros y 350 equinos, cuatro marchas manuales y 709 kg. 

El título de pilotos se lo quedó Farina. Lo más sorprendente es que el 158 había sido ¡diseñado en 1937-1938! como sustituto del P3. Sin embargo fue encerrado en un almacén por culpa de la II Guerra Mundial. Participó en un total de 41 competiciones, llegando el primero a meta en 37 de ellas. ¡Casi nada al aparato!

Su evolución, el Alfa 159, sumó el segundo entorchado consecutivo en la Categoría Reina para la factoría lombarda. El misil rosso se adjudicó cuatro victorias, 3 poles y cuatro vueltas rápidas, con el talento de Fangio y Farina. El maestro argentino se llevó el gato al agua en la última cita del curso, el GP de España de 1951, y sumó la primera de sus cinco coronas ( 1951, 1954, 1955, 1956, 1957).

8C 2300 Le Mans, rey en Francia

Los cuatro triunfos  (1931-1934) en las 24 Horas de Le Mans y los tres en la legendaria Mille Miglia (1932–1934), todos ellos, sitúan al 8C 2300 Tipo Le Mans entre los mejores coches de competición de Alfa Romeo.

 

 

Diseñado por el genial ingeniero Vittorio Jano, esta versión deportiva del 8C 2300 estaba propulsada por un 8 cilindros de 2,3 litros y 180 jacos.

 

 

El 33 SC12, tirano en los Sports Car

Siguiendo con los mejores coches de competición de Alfa Romeo nos topamos con el espectacular Tipo 33SC12. Este prodigio tecnológico mo-no-po-li-zó el Campeonato del Mundo de Sports Car 1977.

 

 

El 33SC12, con Vittorio Brambilla y Arturo Merzario sentados en él, arrasó ganando las ocho pruebas del certamen.

Por cierto, dos años antes 'su abuelo', el 33TT12  se había alzado con el primer Mundial de Sports Car 1975 para los del Biscione. En esa ocasión 'solo' ganaron siete de las ocho citas en liza. Curiosamente pincharon en la de casa, Mugello.

 

155 V6 Ti, el Káiser del DTM 1993 

No es fácil disputarle el trono a los alemanes en su feudo del Campeonato de Turismos (DTM). Sin embargo la escudería del Quadrifoglio aceptó el desafío y salió victoriosa tras una dura batalla en 1993. Dicho éxito fue posible gracias a una demoledora arma, el Alfa Romeo 155 V6 Ti (Turismo Internazionale)

El V6 de 2,4 litros y 420 corceles, ayudado por el secuencial de seis velocidades, se pasó por la piedra a todos los adversarios en cinco de las diez pruebas del calendario. Suficiente para doblarle el brazo al ejército de teutones que compitieron con el cohete italiano. Por cierto, se lo adjudicó Nicola Larini escoltado por Alessandro Nannini.

Tampoco hemos querido olvidarnos del 156, otro de los mejores coches de carreras de Alfa Romeo que se alzó con el Campeonato del Mundo de Turismos (WTCC) en 2004.

 

Como ya sabes que somos muuuuuy frikis, nos despedimos con el Brabham BT46B o 'fan car,. Se trata del monoplaza de F1 que incorporaba una especie de ventilador en su zaga y que estaba propulsado por un motor Alfa Romeo 115-12 F12. Ahí donde lo ves, consiguió la victoria en la única prueba en la que participó, el GP de Suecia 1978, con Niki Lauda sentado en él. Después lo prohibieron... por miedo a que se llevara todos los Grandes Premios de calle.


       

Bueno pues colorín, colorado, el post de los mejores coches de carreras de Alfa Romeo, a su fin ha llegado. Esperamos que te haya molado. Pocos fabircantes tienen en su ADN la competición como Alfa Romeo. Larga vida, comercial y deportiva, a los transalpinos.

Foto portada: Lothar Spurzem vía Wikimedia