No todos los días tienes la oportunidad de subirte a una máquina de 2.400 CV de potencia en un circuito. De copiloto, eso sí. Aunque hubiese dado bastante por ponerme a los mandos. Este es The Iron Knight, el camión más rápido del mundo.

Volvo y Goodyear nos invitaron a una jornada previa al Gran Premio de España del Campeonato Europeo FIA de Camiones, una competición que es todo un éxito en el enclave madrileño desde hace décadas y que atrae muchísima afición.

Con tranquilidad, que destrozamos el asfalto

Cuando has conducido coches deportivos de 600 o 700 CV de potencia, lo de superar la marca empieza a ser complicado. Hay que subir un escalón importante a nivel de mecánica. Lo que no me imaginaba es que sería con un camión.

Este Volvo equipa un motor de 13,0 litros con cuatro turbocompresores que funciona con diésel y desarrolla 2.400 CV y 6.000 Nm de par máximo. Solo pesa 4,5 toneladas y puede acelerar de 0 a 100 km/h en 4,6 segundos y alcanzar 276 km/h de velocidad máxima.

El número 26 de los laterales del camión hacen referencia al 26º elemento de la tabla periódica, el hierro.

Y para transferir esa fuerza al suelo, el camión cuenta con caja de cambios automática de doble embrague I-Shift y Goodyear viste a la máquina con neumáticos en 495/45 R22,5 detrás y 315/70 R22 delante. Una bestialidad de gomas.

Desafortunadamente, la vuelta de copiloto al Jarama no fue nada del otro mundo. De repente, a las 1.500 o 2.000 rpm comenzabas a sentir como los cuatro turbocompresores parecían querer explotar, pero ahí se acababa el asunto. El día anterior, The Iron Knight levantó algunos trozos de asfalto al acelerar en las salidas de curva.

Así que nos quedamos con la curiosidad a nivel de mecánica y con este laboratorio de tecnología para Goodyear, donde son conscientes de que la competición es el mejor lugar de investigación posible para exportar seguridad y rendimiento a las calles.