Soy un reconocido amante de los sonidos graves de esos que te hacen vibrar todo tu cuerpo, pero lo que vas a ver en este vídeo se escapa a toda la lógica. En los coches, habitualmente de gama alta, estamos cada vez más acostumbrados a disfrutar de equipos de varios miles de watios de sonido que se reparten por un gran número de altavoces...

Sin ir más lejos, un Bentley Flying Spur puede montar, por más de 6.000 euros, un equipo firmado por la marca de lujo Naim que ha diseñado un sistema de 19 altavoces que están repartidos por el habitáculo. 

VÍDEO: babea con el sonido del escape Akrapovic del Alfa Romeo Giulia GTAm

Puedo decir que su calidad de sonido es excelente y que es capaz de reproducir todo el rango de frecuencias con una nitidez alucinante. Como este Bentley hay muchos otros casos en la industria del automóvil, pero todos ello caminan por la senda de la lógica (no tanto en el precio, hay que decir).

El caso es que esto que te estoy contando es todo lo contrario al vídeo que vas a poder ver, en el que un sistema de sonido de (no sabemos la barbaridad de watios que es capaz de ofrecer) no solo le tira las gafas a la persona que está sentado en el lado del copiloto; también es capaz de moverle los pelos a la chica que esta fuera como si tuviera un ventilador delante y hasta de romper un retrovisor y descolgarlo.

Escucha el sonido del Volkswagen ID.3 y juzga por ti mismo

Solo quiero que os fijéis en una cosa: en cómo se mueven las puertas hacia fuera y hacia dentro... brutal