La Fórmula 1 volverá con la temporada 2022 sin su director de carrera más polémico de los últimos tiempos: Michael Masi, después de un año caótico en mitad de la encarnizada lucha por el mundial entre Max Verstappen y Lewis Hamilton.

A partir de este año, los directores de carrera de la F1 poseerán una sala de control virtual. Sí, estamos en 2022, y esta sala se supone que ya existía (en el circuito) para revisar las cuestiones que acontecen durante el evento, pero ahora dispondrá de mayores recursos en la propia sede de la FIA.

Los coches de las escuderías de Fórmula 1 para 2022

"Al igual que el árbitro dispone del VAR en el fútbol, se colocará un sistema similar en las oficinas de la FIA como respaldo para el circuito", afirmó el presidente de la Federación Internacional del Automóvil, Mohammed Ben Sulayem. Ya era hora, y solo ha hecho falta una temporada de decisiones de carrera sencillamente lamentables, en muchos casos.

Es lo mejor que nos podemos llevar de la 'era Michael Masi'. El australiano marcó un camino de decisiones y procedimientos que nos llevan ahora a coger la dirección contraria. Todo sea por mejorar el deporte, que ha quedado algo tocado en un año con escándalos propios de aquel gran premio en Indianápolis 2005. Ni lo mencionemos.

Pero hay factores mucho más importantes que un 'VAR' para solventar muchos de los problemas heredados de Masi. Concretamente, dos: el rigor para aplicar las decisiones y el tiempo necesario para tomarlas.

La Fórmula 1 es el deporte más avanzado y técnico del planeta (y en general, el motorsport). Estos nuevos medios técnicos ayudarán muchísimo, pero si en la toma de decisiones influye que un piloto sea o no británico, de esta o aquella escudería, y si tiene o no mundiales, el proceso sigue fallando.

Y no solo eso. Si un gran premio acaba a las 16:00 de la tarde, y las decisiones se demoran seis horas para un evento que algunos expertos (muchos, periodistas) han solventado en apenas un par de horas, algo muy grande está fallando de nuevo. Por no hablar de que complica enormemente la vida a equipos, pilotos, prensa, etc.

Se deben dejar muy claras las normas (se supone que lo están), y debe haber total transparencia desde la FIA en los procesos de toma de decisiones. 

De hecho, haciendo un paréntesis, cabe remarcar que buen ejemplo de esa transparencia son las conversaciones mostradas entre los equipos y director de carrera en televisión. De lo mejor que le ha pasado a este deporte, aunque ya no lo veremos más. Porque una de las medidas tomadas, será el bloqueo de esas comunicaciones.

Daniel Ricciardo: 'Lo sentí por Hamilton'

Pero volviendo al tema en cuestión, se necesita ante todo, consistencia. El público y los equipos no quieren dedicarse a discutir sobre el por qué un accidente muy similar en dos grandes premios diferentes, llevan sanciones diferentes. No.

Y desde luego, nadie en el entorno de la Fórmula 1 quiere volver a ver cómo se demora durante horas la decisión de suspender o no el Gran Premio de Bélgica en Spa Francorchamps bajo el diluvio universal. Si la F1 es la élite del deporte, debe actuar como tal, y no haciendo un paripé que socaba toda su reputación.

Así que, en efecto, ese VAR es muy necesario. Más si cabe, cuando miles de aficionados y periodistas con acceso a las cámaras del circuito, subjetivas de los pilotos y el reglamento en la mano, pueden analizar con precisión las acciones de un evento. Pero para eso están (o deben estar) los expertos de la FIA.

Más puntos en la Fórmula 1 para las carreras sprint en 2022

Por tanto, con esta útil herramienta en la mano, hay que pedir rigor y rapidez. Una ecuación muy simple que solicita deshacerse de prejuicios frente a los pilotos que se encuentran en pista y que se trabaje con honestidad y prontitud.

Tres pilares fundamentales de cualquier deporte. Y si a ello sumamos una transparencia digna, no habrá mucho lugar a discusiones más allá del tira y afloja entre los jefes de equipo y las conversaciones de bar de los aficionados. La Fórmula 1 lo agradecerá.