Renault desarrolló la tarjeta manos libres para el Laguna II hace 20 años y se topó con estos retos

Renault Laguna II 2005

Una opción popular como pocas

Si tienes una edad decente, seguro que te acuerdas de un anuncio del Renault Laguna en el que un chófer mantenía impoluto el coche en el jardín de un palacete. Al final del sport, se le caía una lágrima y el sensor de lluvia detectaba la gota y hacía un barrido del limpiaparabrisas.

De eso puede hacer fácilmente dos décadas. 20 años en los que el automóvil ha evolucionado hasta puntos inconcebibles: por eso, en ese anuncio se ponía el acento en la alta carga tecnológica que la berlina superventas ofrecía. El mencionado sensor de lluvia, el de luces... también el acceso sin necesidad de utilizar la tarjeta.

Tarjeta manos libres Renault

Al principio fue Valeo el encargado de proporcionar el producto a Renault, que se convirtió así en el primer generalista en utilizarla. En ese 2001 la tarjeta se convirtió en la 'llave' para modelos como Espace, Laguna o Vel Satis y, opcionalmente, permitía el acceso libre presionando un botón en la manilla y el arranque por botón.

Las segunda evolución llegó en torno a 2007, cuando desapareció el botón en la puerta: ahora solo era necesario tirar de la manilla para abrir... y al alejarse más de un metro el coche se cerraba solo.  Es curioso: lo probé en un Laguna 2.0T de 170 CV y se lo iba enseñando a mi entorno como si fuera el colmo de la extravagancia...

Quizá el mayor salto en el acceso libre, al menos en la marca, es el que se produjo en 2019, cuando el coche se desbloqueaba y bloqueaba al acercarse o alejarse. 

Botón de arranque Renault Laguna

Ahora que está a punto de llegar el Renault Mégane E-Tech eléctrico (y que casi dos tercios de los Renault montan esta tecnología), en la marca han optado por añadir la funcionalidad de ir creando una secuencia según va detectando la llave, tal y como hacen ya algunos fabricantes: se despliegan los retrovisores, se activa la iluminación y por último se abre el coche cuando ya estás cerca. 

El funcionamiento, sobre el papel, resulta sencillo. La explicación técnica de Renault:

"Al acercarse al vehículo se detecta la tarjeta, que emite entonces una señal de radio con un código de acceso. Si el coche reconoce el código, se desbloquea. Toda esta operación no dura más de 80 milisegundos, esto es, un abrir y cerrar de ojos". 

"Cuando quien lleva la tarjeta manos libres sale del vehículo, un calculador se comunica con la tarjeta a intervalos regulares para saber si sigue cerca. Cuando la tarjeta deja de responder, el calculador ordena el bloqueo de las puertas".

En Renault dan un nombre: Pasqualine, jefa de Producto Transversal en la Dirección de Renault Group. Ella recuerda los principales retos a los que se enfrentaron los ingenieros a cargo de Bernard Dumondel, Jefe de Producto encargado de Laguna II:

Garantizar la estanquidad de la tarjeta manos libres

Muchos usuarios tendían a olvidar la tarjeta en el bolsillo de su pantalón o chaqueta al meterlos a la lavadora. 

Reforzar la solidez de la carcasa

Algunos clientes guardabann la tarjeta en el bolsillo trasero de su pantalón y se sientan encima por descuido.

Desactivar el desbloqueo automático al acercarse desde el ordenador de a bordo 

Lavar el coche podía convertirse en un calvario para quienes llevaban la tarjeta encima. Al moverse, lo bloqueaban y desbloqueaban continuamente sin querer. 

Esconder una llave física dentro de la tarjeta

Acceso manos libres Renault

Ante cualquier disfunción de la tarjeta o descarga de la pila, Renault escondió una pequeña llave física en la carcasa para poder abrir las puertas manualmente.

Poder configurar hasta cuatro tarjetas por vehículo

Dado que es posible que varios miembros de una misma familia conduzcan un mismo coche, Renault permitió configurar hasta cuatro tarjetas por vehículo. Cada una  memorizaba los parámetros personalizados (ajustes de la radio, posición del asiento, climatización, etc.).

Disminuir el tiempo de visitas al taller

Para que el cliente ganara tiempo al realizar el diagnóstico de su vehículo en el taller, la tarjeta manos libres memoriza el número de serie del coche, la matrícula, los datos del propietario, los equipamientos, el kilometraje o la presión de los neumáticos, convirtiéndose así en una especie de “pasaporte del coche”.

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