La prueba del Hyundai Ioniq híbrido enchufable fue una de las últimas que pude hacer antes de entrar en este estado de confinamiento excepcional y debo decir que me sorprendió gratamente. Mi opinión sobre los híbridos enchufables ha ido variando en función los años: primero parecían la opción definitiva, después probé algunas grandes decepciones y ahora, todo parece indicar que vuelven a ir en la buena dirección: esta es mi opinión del Hyundai Ioniq híbrido enchufable, ¿el mejor híbrido del mercado? Sin duda, digno de estar en la lista de los mejores coches híbridos en relación calidad precio.

Lo primero que quiero que entiendas es el principal problema de este tipo de vehículos. En la mayoría de las veces la clave está en el motor de combustión: bien demasiado pequeño o bien demasiado grande y gastón. Ese equilibrio es el que las marcas deben conseguir para que un híbrido enchufable sea una opción ganadora.

Y es que el peso de las baterías es lo que provoca ese desequilibrio natural respecto a un coche con motor térmico del montón. Si pones un motor demasiado pequeño, el coche irá ahogado y además de una merma en prestaciones, el consumo también se resentirá. Si lo pones demasiado grande, como es el caso de muchos SUV híbridos, el consumo se irá a la estratosfera en cuanto la electricidad diga adiós.

Mi opinión Hyundai Ioniq híbrido enchufable: el equilibrio ideal

Durante la prueba del Hyundai Ioniq híbrido enchufable pude constatar que desde Corea llegan muy buenas noticias una vez más sobre coches eléctricos o híbridos. Hace unos días ya te di mi opinión del Hyundai Kona Eléctrico, un coche muy, muy interesante. Pero es que Hyundai Ioniq incluso lo es más.

Por un lado tenemos un motor eléctrico súper eficiente, con 45 kW de potencia equivalentes a 61 CV. Este motor eléctrico se alimenta gracias a una pequeña batería de 8,9 kWh de capacidad que no añade demasiado peso al conjunto pero que consigue una gran eficiencia de uso, permitiendo una autonomía eléctrica real de 52 kilómetros.

Gracias a este motor eléctrico, pude circular varios días en mis desplazamientos diarios sin utilizar el motor de combustión, ahorrando kilos de CO2 a la atmósfera y también, dicho de paso, unos cuantos euros de gasolina. Pero lo mejor no es eso: ¡hasta ahí todos los híbridos enchufables cumplen! Lo mejor vino justo después del kilómetro 52.

Sin electricidad, el consumo se controla muy bien

Lo primero que me sorprendió es el consumo del Hyundai Ioniq híbrido enchufable en ciudad. El coche recupera energía de una manera muy eficiente y pese a que en el display aparece una carga eléctrica insuficiente para un uso 100% eléctrico, el sistema sí se guarda una buena parte de esa electricidad para usarla en prácticamente todas las arrancadas.

Podríamos decir que se comporta de manera muy similar a un coche híbrido convencional, sin enchufe. El consumo en ningún momento se disparó y si eres cauteloso con el pedal derecho, puedes conseguir cifras realmente sorprendentes. ¡Primera prueba más que superada!

Ahora quedaba otra mucho más dura: un viaje por carretera sin electricidad. Pocos son los híbridos enchufables que han aprobado a la hora de realizar viajes largos sin electricidad. El Hyundai Ioniq PHEV resulta prometedor desde la propia ficha técnica, ya que anuncia un peso final de 1.560 kilos, una cifra que no está mal para un híbrido enchufable.

Motor del Hyundai Ioniq: súper eficiente

Bajo el capó encontramos un motor de cuatro cilindros turbo, que cubica 1.580 centímetros cúbicos y genera 105 CV y 147 Nm de par. De primeras la cifra no resulta emocionante y tengo la sensación de estar ante un buen ejemplo de híbrido enchufable con un motor térmico insuficiente que irá ahogado la mitad del camino y me hará unos consumos demasiado altos.

Pero lo que ocurre en la realidad parece magia. El coche alcanza su velocidad de crucero en autopista sin demasiados problemas: obviamente, no es un coche de altas prestaciones, pero no sientes que esté sufriendo en exceso. ¡Ideal para una conducción tranquila y relajada!

Voy echando el ojo al consumo cada ciertos kilómetros y mi sorpresa crece y crece conforme los kilómetros van sumándose en el odómetro. El consumo en ningún momento se dispara e incluso arroja cifras que me parecerían buenas en un coche de gasolina sin apoyo eléctrico y sin el extra de peso de las baterías.

Tras unos 150 kilómetros, con más o menos el 70% de autopista, 20% carretera nacional y 10% de ciudad, me doy cuenta que el consumo medio marca 6,5 litros, tal como se puede ver en la imagen. No salgo de mi asombro. ¡Es la mejor cifra que he conseguido jamás en un coche híbrido enchufable sin rastro de electricidad! Y además de lejos.

Más que un sistema híbrido súper eficiente

Mi opinión del Hyundai Ioniq híbrido enchufable empezó a ser buena desde el primer momento. En España, especialmente en las grandes ciudades, es inevitable asociarlo con los coches VTC, que los usan a cientos. Y no me extraña: lo tiene todo para ser un buen taxi. Hay varias cosas que me han gustado mucho del Ioniq más allá de sus consumos y eficiencia.

Por ejemplo, el interior está muy bien aprovechado. En menos de 4,5 metros de largo, el Ioniq ofrece una batalla de 2,7 metros, que permite un espacio interior desahogado para que cuatro adultos viajen sin problema. El maletero es de 341 litros y no está nada mal para ser un híbrido enchufable. 

También me gusta mucho la calidad general de los materiales y los acabados, con elementos metálicos y detalles de lujo como un sistema de audio firmado por Infinity. Es cierto que mi ejemplar de pruebas va hasta arriba de equipamiento, pero hay ciertos detalles que no están lejos de marcas premium.

Un ejemplo es la fantástica pantalla de 10,25 pulgadas situada en lo alto del salpicadero, que es perfecta tanto por posición, como por calidad de imagen, por fluidez de los gráficos y por la disposición de la información. Me recuerda mucho a las pantallas de BMW, por la división vertical de los diferentes submenús. Digna de un coche premium.

Para los amantes de la tecnología, el interior del Hyundai Ioniq 2020 se siente minimalista y tecnológico, ya que detrás del volante encontramos un cuadro de mandos digital que también destaca por su buena disposición de la información. 

¿Y los fallos del Hyundai Ioniq PHEV?

Siempre digo que todos los coches tienen que tener algún fallo, aunque hay ocasiones en que no es fácil descubrirlos. Mi opinión sobre el Hyundai Ioniq híbrido enchufable es clara: si quieres un coche para viajar tranquilo en familia, sin contaminar en tus desplazamientos diarios y con una eficiencia de consumos bestial en todo momento, este coche es de las mejores opciones del mercado. Por no decir la mejor.

Ahora bien, ese planteamiento no casa si lo que buscas es un coche para viajar que sea divertido al volante, emocionante o de altas prestaciones. La suspensión es bastante mala en curvas y el coche subvira bastante. Su comportamiento dinámico es justo, pero es que sinceramente creo que este coche no está pensado para eso: es cómodo, bien aislado acústicamente y refinado para viajar tranquilo.

A lo largo de estos años he tenido varias experiencias no demasiado positivas con coches híbridos enchufables. Pero la tecnología avanza y sin duda, el grupo Hyundai Kia está en una posición de vanguardia respecto a su competencia en cuanto a eficiencia y economía de uso. Además, el precio del Hyundai Ioniq híbrido enchufable, que parte en los 33.525 euros, me parece muy interesante. ¡Con los más de 4.000 euros de descuento puede ser un coche muy comprable con la cabeza y el sentido común!