Probamos el Ford Ranger Raptor: muy grande... también en tamaño

Prueba Ford Ranger Raptor

Es divertido incluso en parado

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Empiezo la prueba del Ford Ranger Raptor con una amplia sonrisa. Y es que estoy ante un modelo único, y no es una manera de hablar: busca entre todos los modelos que se venden en Europa un pick up de este estilo y, si lo encuentras, me avisas.

El Raptor es para la familia de Ford Ranger lo que el acabado ST para el Fiesta: si te paras en los detalles, te vas a encontrar una larga lista de modificaciones que no solo afectan a la carrocería, que es lo más evidente, sino a otros que normalmente no se ven, como las suspensiones o los frenos.

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Pero vayamos por partes. Una de las cosas que más me gustan del Ranger Raptor es su aspecto. Sí, es grande. Y ancho. Exagerado para nuestras carreteras. Y por eso me encanta. Vas y vienes en un modelo de más de dos metros de ancho y 5,37 metros de largo (¡esto son dos Smart ForTwo en fila!).

También tiene más cosas. Por ejemplo, llantas negras de 17 pulgadas con unos BF Goodrich AllTerrain de 285/70. En lenguaje offroad, son ruedas de 33 pulgadas. Es decir: 84 cm de diámetro...

Uno de los elementos distintivos de este Ranger de altas prestaciones está en las suspensiones, que sin duda me dejan claro su carácter nada más empezar la prueba.

Y es que los especialistas de Fox Racing han colocado cuatro amortiguadores que son sensibles al movimiento y a la posición: si vas despacio funcionan más suavemente; si subes el ritmo, aumenta la rigidez.

Claro, para poder albergar este tren de rodaje mayor (150 mm más de vías) y con más recorrido de suspensiones, ha habido que retocar la carrocería para que crezca 17 cm a lo ancho.

Vídeo oficial: Ford Ranger Raptor

Más detalles: antes de iniciar la prueba, me tiro al suelo. Creo que podría reptar por debajo del Ranger sin demasiados problemas, ya que ofrece una altura libre al suelo de 283 mm. Esto es más que un Jeep Wrangler Rubicon, un modelo que podría entrar en las quinielas de un posible de comprador porque también es un 4x4 de carácter lúdico (aunque ya solo se vende como 4xe y es más caro).

Ahí abajo veo la parte delantera protegida con una placa de aluminio. También tengo cuatro ganchos y bola de remolque (tira de hasta 2.500 kilos, 1.000 menos que el resto de versiones) y, para ser sinceros, me vengo tan arriba que lo único que echo de menos es un 'winch', aunque solo sea por que qué dirán. 

Salgo a la carretera. Los primeros kilómetros de la prueba me llevan a disfrutar Ranger Raptor sobre el asfalto. Disfrutar, en serio: gracias al espectacular trabajo en las suspensiones, su comportamiento está a años luz de otros pick up menos elaborados. Por ejemplo, no lleva ballestas detrás, lo que ya de por sí es una ventaja si vas a llevar a gente.

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Circulo en modo normal. Eso quiere decir que los parámetros son estándar y me mueven únicamente las ruedas traseras. Pero me parece adecuado por sensibilidad del acelerador, gestión del cambio y dureza del volante.

Aparte, hay otros cinco modos de conducción: deportivo, hierba, grava y nieve, barro y arena, rocas y finalmente el modo Baja, que rinde homenaje a la Baja 1000 y que es ideal para disfrutar de pistas a alta velocidad.

Sí, pistas. Porque aunque tiene reductora y bloqueos, lo cierto es que por tamaño tampoco es ideal para meterlo por trialeras. Sí, sale de ellas más o menos dignamente (tiene unos ángulos de entrada y salida de 32 y 24 grados), pero lo cierto es que es un modelo con el que podrías disfrutar como un enano circulando por el desierto a alta velocidad.

El motor que anima al Ford Ranger Raptor tiene una potencia de 213 CV y 500 Nm de par extraídos de un cuatro cilindros. No es un modelo especialmente potente: por ejemplo, un Mercedes Clase X 350d cuesta parecido y tiene 258 CV extraídos de un V6.

Esto quizá le hace perder algo de atractivo: me imagino cómo iría con un V6 o un V8 bajo el capó y me pongo melancólico. Pero bueno, es probable que con esa configuración no se vendería ni un solo modelo.

Pero volvamos a la prueba. Rodando a 120 km/h, me sorprende el buen aislamiento acústico que tiene el Raptor a pesar de sus ruedas. Es un coche con el que se podría viajar cómodamente. Una estabilidad lineal buena, una calidad de rodadura elevada...

Está claro que no es un BMW Serie 5, pero es bastante decente. La dirección es ligera y un tanto imprecisa, pero si comparas el comportamiento de este pick up con el Wrangler (prueba) que he mencionado antes, creo que tiene una dinámica sobresaliente.

El Ranger Raptor esté firmado por Ford Performance, pero no es un modelo con el que atacar curvas con decisión. Lo primero, por su tamaño. También por su peso: aunque lleva cuatro discos de 332 mm (delante son de 32 mm y detrás de 24), es un coche pesado para eso.

Tampoco lo vas a necesitar: el propio Ranger te va a avisar de que no está cómodo si quieres subir el ritmo en un puerto de montaña. Pero si te dejas llevar, podrás disfrutar de la marcha y de la caja de cambios de 10 velocidades que se puede controlar de manera manual con unas grandes levas de magnesio.

Otra cosa es que circules por un camino: aquí este pick up demuestra que está en su salsa. Saca las maneras de 4x4 deportivo y te deja claro que podría pasar por casi cualquier obstáculo que se le ponga por delante. De hecho, si te descuidas, acabas circulando a velocidades absurdas por donde no deberías ir a más de 30. 

Te acostumbras a sus movimientos (que tampoco son exagerados) y te descubres saliendo de todas las curvas a base de gas, haciendo contravolante (de repente, la ligera imprecisión que ofrece en carretera pasa a un segundo plano) y “olvidándote” de que tienes la posibilidad de conectar el eje delantero para una mejor dinámica...

Quizá lo que menos me ha gustado ha sido la caja automática que acabo de mencionar un poco más arriba. En modo manual los cambios están lejos de ser rápidos y al final vas optar por la gestión automática

También es cierto que 10 velocidades parecen demasiadas para manejarlas tú mismo, así que en algún momento de la prueba me he descubierto a mí mismo echando de menos un cambio manual de seis velocidades.

En todo caso, termino la prueba del Ford Ranger Raptor con muy buen sabor de boca. Pienso que el principal escollo para que se venda más no es su precio de unos 60.000 euros, sino su tamaño. Si tienes dónde meterlo, ni la dinámica ni su motor de cuatro cilindros deberían echarte para atrás: un coche que promete diversión y que no te va a defraudar...

Nuestro veredicto

8

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