Probamos el Range Rover Sport P510e: La eficacia y la elegancia se dan la mano en este SUV de lujo

Range Rover Sport

La prueba la realizamos con la variante híbrida enchufable de 510 CV

La tecnología lleva décadas apoderándose del mundo a todos los niveles. El planeta automotriz es uno de los que más se ha dejado influir por los nuevos avances. Una muestra es la prueba que hemos hecho con el Range Rover Sport, que gracias a sus innovadores elementos, tales como el Terrain Response, han hecho olvidar todas las bondades que ofrecía el Defender de los años 90.

Como decíamos, hemos probado este gran todoterreno, que germinó a finales del pasado año, y que llega cargado de deportividad, cuenta con cinco plazas, un puesto de conducción más compacto y una conducción más dinámica. Nada que ver con su hermano mayor, Range Rover. 

Asimismo, podemos destacar su variada oferta de motores, ya que lo podrás adquirir con dos variantes diésel, una gasolina y dos híbridos enchufables. Hemos realizado nuestro test sobre nieve con el PHEV P510e.

La primera evaluación la hicimos en carretera y ahí salió a relucir su verdadero potencial gracias a sus 510 CV, que además se encargan de mover 3.000 kilos de peso del coche. La eficiencia no falló, pero no se puede decir lo mismo del consumo, que durante la marcha gastó 12 litros a los 100 km en modo gasolina. 

También lo probamos en modo eléctrico, donde este 4x4 nos dio un alcance real de 80 kilómetros de recorrido, si bien la autonomía conjunta llega a superar los 700 kilómetros. El culpable de tanta potencia es el propulsor de 3.0 litros y seis cilindros, que acelera de 0 a 100 km/h en 5,4 segundos. Además, puede llegar a una velocidad máxima se 242 km/h hora.

Land Rover ha incorporado tres modos de conducción, dependiendo de la función que desees: En Hybrid (predeterminado al encenderlo) da prioridad al máximo el modo eléctrico, aunque si necesita un chute extra de energía echa mano del motor de gasolina. En el modo EV funciona con la batería 100% eléctrica. Y en el modo Save no toca la batería y tira del propulsor de gasolina. 

Comodidad, bienestar y gusto son factores que notarás con el Range Rover Sport en funcionamiento. Gracias a su excelsa suspensión, que cuida del confort de los pasajeros, así como del amplio equipamiento, disfrutarás de la experiencia interior. 

Cabe destacar igualmente que este modelo de Land Rover instala el sistema de sonido de 28 altavoces con atenuación del ruido exterior en los reposacabezas para que el habitáculo quede totalmente aislado en términos acústicos.

Terrain Response, la tecnología al servicio off-road

La certeza de que vas a estar bien cómodo dentro del Range Rover Sport P510e la vas a tener también off-road. De eso se encarga el sistema Terrain Response, que incorpora un modo Comfort que dosifica la fuerza de forma que el conductor no va a notar tiranteces o rudeza en su conducción.

Todo va a depender de lo hábil o ágil que seas conduciendo, ya que esta aplicación se puede configurar en varios modos (nieve, arena, gravilla o, si quieres, poder personalizarla a tu gusto y antojo). 

Si me permites un consejo, si quieres pasar un rato divertido en terrenos como la nieve (con pistas anchas) debes optar por el modo arena. Así, podrás disfrutar con la tracción trasera a base de dirección y sentir que tu controlas el coche en cada trazada. Además, irás sobre seguro gracias a la  red de seguridad de una electrónica que frena la ruedas necesaria para volver al control.

Si hablamos de precios, el acabado First Edition con el que hemos hecho esta prueba, el Range Rover Sport P510e se dispara hasta 145.000 euros. De todos es sabido que la exclusividad se paga y más si es de los SUV de lujo más completos del panorama de la automoción (aparte de que tiene equipamiento y tecnología a raudales).

De lo que va a poder presumir es de eficacia y distinción tanto en carretera como fuera de ella. Si lo comparamos con el Porsche Cayenne o un BMW X5 pueden ser más deportivos rodando. O modelos como el Audi Q7 o el Mercedes GLE pueden ser más confortables. Pero ninguno llega donde el Range Rover lo hace fuera del asfalto. Queda dicho...

Nuestro veredicto

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