Prueba Citroën C4 Cactus 2018: para que viajes a gusto

Alfredo Rueda

El Citroën C4 Cactus 2018 te sorprenderá gracias a una comodidad a bordo sobresaliente.

El nuevo Citroën C4 Cactus 2018 llega con una estética muy similar a la de su antecesor, pero con unos cambios mucho más profundos para mejorar el confort a bordo de sus ocupantes.

¿Y por qué ahora es más cómodo?

Porque llega con dos innovaciones referidas, por un lado, a la suspensión y, por otro, a los asientos. En primer lugar, cuenta, en primicia europea (porque ya se monta en el Citroën C5 Aircross que se vende en China) con las suspensiones de Amortiguadores Progresivos Hidráulicos. Esta nueva suspensión (Progressive Hydraulic Cushions - PHC) añade dos topes hidráulicos a un lado y al otro del amortiguador, para trabajar en compresión y en extensión. En el primer caso, si su movimiento sobrepasa los 15 mm, el tope ralentiza el movimiento final del recorrido, suavizando al máximo su función. En extensión sucede lo mismo, pero cuando el amortiguador se ‘estira’ más de 40 mm. El resultado, lo pude comprobar en algunas carreteras cercanas a Marsella: la comodidad a bordo ha aumentado varios enteros cuando te encuentras carreteras rotas con unos movimientos muy suavizados. Claro que cuando aparecen las curvas, y aunque la carrocería se sujeta muy bien, puede que eches de menos más dinamismo y estabilidad. Pero este coche no es para ir rápido, es para ir cómodo.

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La segunda novedad del Citroën C4 Cactus se refiere a los asientos. Y esta sí que es una primicia mundial, ya que ningún coche de la gama Citroën lo montaba hasta ahora. Me refiero a los asientos Advanced Comfort que incorporan espuma de alta densidad en su composición y que han aumentado el mullido desde 2 hasta 15 mm. Me han parecido auténticos butacones, donde me hubiera gustado algo más de sujeción lateral, pero como te decía, no te va a hacer falta ya que este vehículo no es para hacer tramos de Rally. Tranquilo y sobre pavimentos machacados. Ahí es donde le vas a sacar todo el jugo y vas a disfrutar de sus adelantos tecnológicos. 

¿Qué cambios estéticos acoge?

Aunque la marca dice que el 90% de las piezas se han renovado, estéticamente, los cambios parecen bastante más ligeros. El frontal se ha modificado, los flancos se han rediseñado y la trasera acoge unos nuevos pilotos con efecto LED 3D. Donde sí vas a notar un cambio son con sus característicos Airbump laterales, que pierden casi por completo su función protectora (la marca dice que a los clientes no le gustaban en exceso) estilizándose y relegándose a una mínima parte en la zona inferior de las puertas. Para mi, es un paso atrás, porque era uno de los elementos más interesantes de este modelo.

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Este Citroën 2018 mide 4,17 metros de largo (1,3 cm más), 1,48 metros de alto (igual que el anterior) y 1,71 metros de ancho (casi 2 cm más estrecho). Se han eliminado las barras del techo, por lo que la sensación visual es más dinámica y, además, los voladizos han sido reducidos, lo que le confiere mayor agilidad en un entorno urbano. El maletero, sigue pudiendo albergar 358 litros, hasta los 1.170 litros con la banqueta trasera plegada que, por cierto, se puede abatir en dos partes en relación 60:40.

¿Y respecto a sus motores?

La oferta se diversifica entre cuatro mecánicas de gasolina PureTech y una diésel BlueHDI de 100 CV que se completará con otra de 120 en el otoño de 2018.

El de acceso de 82 CV manual y cinco velocidades no durará mucho en el mercado, ya que es una versión más que nada de ‘gancho’, mientras que el grueso de las ventas las tendrá el de 110 CV manual también de cinco marchas o automático de seis y el nuevo en la gama de 130 CV, con cambio manual de seis relaciones.

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He podido probar el tricilíndrico de 110 CV en sus dos modalidades, automático y manual, y me ha parecido un motor de lo más agradable. Es cierto que conlleva las vibraciones inherentes a un motor de tres cilindros, pero su entrega de potencia es muy lineal y suave, pareciendo exhibir en marcha una agilidad impropia de esta potencia. Y es que también el contenido peso hace mucho. Y eso que esta versión ha ‘engordado’ 40 kilos, 25 de nueva tecnología y otros 15 que llegan de nuevos materiales para su insonorización. Aún así, no supera en demasía los 1.000 kilos, con lo que este motor resulta ideal para mover con dinamismo el conjunto.

¿Y respecto a su conectividad?

A tope. Tendrás tres niveles, con uno superior en el que no faltará de nada. Por ejemplo, contará con sistema de navegación conectado 3D Citroën Connect Nav o servicio de llamada de emergencia y de asistencia geolocalizada.
También cuenta con 12 ayudas a la conducción, entre las que se incluyen la alerta de cambio involuntario de carril o la cámara de visión trasera, entre otros.

Y ya que te cuento sus posibilidades de equipamiento, para su carrocería tienes 31 combinaciones posibles entre sus nueve colores de carrocería y sus cuatro packs de color, a los que hay que añadir cinco ambientes interiores que combinan diferentes tejidos y colores para salpicadero y asientos. Y para ponértelo más fácil (o difícil, depende) podrás elegir entre cinco diseños de llantas. Vamos, que podrás tener un Citroën C4 Cactus 2018 a medida.

¿Y cuánto vale?

Antes de hablarte de su precio final, la llegada del nuevo Citroën C4 Cactus 2018, se celebra con la serie especial denominada Cool&Comfort, limitada a 260 unidades.

Eso sí, solo se venderá con el color Blanco Perla Nacarado y con los toques deportivos del Pack Color Rojo y el ambiente interior Metropolitan Red. Sobre una versión Shine, ofrece un ahorro de unos 2.000 euros, pudiendo elegirla entre el motor gasolina de 110 CV, por 15.990 euros o con el diésel HDi 100 por 1.000 euros más.  

Los precios del Citroën C4 Cactus 2018 ‘normal’ van desde los 14.900 euros de la versión Live con la mecánica de gasolina PureTech de 82 CV, hasta el otro extremo: los 19.100 del PureTech 110 en acabado Shine y con cambio automático de seis velocidades.

Nuestro veredicto

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