Comparativa de gemelos: Fiat 124 Spider ‘vs’ Mazda MX-5

¿Han conseguido fabricar los italianos un MX-5 mejor que Mazda? ¡Pique, pique, pique!

Comparar el Fiat 124 Spider y el Mazda MX-5 puede no ser fácil -¿conoces ya las 7 diferencias entre el 124 y el MX-5?. Han nacido sobre la misma base, pero en un acto de inteligencia, los italianos han modificado una serie de componentes clave para que el comportamiento de su descapotable difiera notablemente respecto al modelo japonés. No se puede dar el mismo perfume en diferente frasco, hay que hacer algo más para triunfar.

Está claro que la experiencia es un grado y en esto los japoneses, con más de 25 años con su Mazda MX-5, parten con una clara ventaja, pero quizás no sea suficiente y los italianos puedan hacer un ‘sorpasso’ por la derecha. El día está claro y despejado y si tengo algo claro antes de empezar esta comparativa es que hoy va a ser un gran día de disfrute tras un volante.

Los cambios empiezan en su piel. El ‘Fiata’, como se podría llamar el Miata de Fiat, estaba originalmente propuesto para lucir la serpiente de Alfa Romeo. Finalmente luce la insignia de Fiat, pese a ello, su elegante traje italiano se sigue produciendo en Hiroshima: es más largo y más ancho. El resultado, por lo tanto, es un coche algo más pesado, más serio que el diminuto MX-5. 

La principal diferencia del Fiat 124 Spider no es su elegante carrocería como buen ‘sex symbol’ italiano. Su principal novedad se encuentra bajo el capó. El Mazda MX-5 ha sido tradicionalmente un coche con motor atmosférico; es una de sus señas de identidad y ha aguantado así en plena tormenta del downsizing. Fiat ha querido diferenciarse con un motor sobrealimentado, concretamente el 1.4 turbo multiair que viaja casi 15.000 km antes de entregar el coche a su nuevo propietario (de Italia a Japón y de vuelta a Italia).

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La sobrealimentación provoca una serie de cambios que se conforman un comportamiento único. Es mucho más lleno en bajas, con más par (40 Nm extra) a menor revoluciones. Con el 124 Spider puedes entrar en un pueblo en cuarta a punta de gas sin problema, que sabes que al volver a pisar el pedal del acelerador no te quedarás ‘clavado’ en el sitio. Es, por lo tanto, más fácil de conducir, no necesitas luchar tanto con la caja de cambios y seguramente será más interesante para ingleses o alemanes jubilados que quieran un descapotable para recorrer el sur de España con calma.

El tarado de las suspensiones también se ha revisado para que sea más refinado: en definitiva, con cuatro toques, Fiat ha conseguido transformar el comportamiento del Miata, pero manteniendo las cosas buenas que tiene el MX-5. Entonces: ¿es mejor el Fiat que el Mazda? Bueno amigo, eso es hablar más de la cuenta.

El Mazda MX-5 es diferente, pero no es peor. Es más ligero, su motor es más puntiagudo y todo está pensado para trabajar más. Pero trabajar más conduciendo un roadster no tiene porque ser malo, al contrario, puede ser muy bueno. El sonido es más bruto, la suspensión más seca y la conducción busca constantemente mirar al pasado para rememorar la esencia de los roadster de pura cepa.

Este roadster de 1.000 kilos es una versión moderna de un Lotus Elan o un MG B, es exigente pero es muy divertido: aquí las peluqueras ya no estarán tan cómodas. Incluso, si te lo propones, podrás jugar de una manera muy salvaje con el eje trasero (aunque sinceramente, esto con el Fiat también puede pasar). 

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En definitiva: ya lo imaginaba, pero tras la comparativa entre el Fiat 124 Spider y el Mazda MX-5 hay una cosa evidente: son coches distintos. Este titular es responsabilidad del buen trabajo e inteligencia que han mostrado en Fiat con este proyecto. El 124 Spider es más pesado, sí, pero es más cómodo y refinado, perfecto para las muchas carreteras españolas que no están en el mejor estado posible: atraviesa cualquier vía con aplomo y saber hacer.

Además, su motor sobrealimentado es mucho más elástico y dócil, más fácil de conducir en prácticamente cualquier circunstancia y sinceramente, a sus mandos no tienes la sensación de estar perdiendo pureza, tienes la sensación de tener una mejor respuesta cuando rozas el pedal derecho y eso no puede ser, jamás, algo malo.

El Mazda es más auténtico, más deportivo de la vieja escuela. Es, además, más barato, suena mejor y es más nervioso y divertido. Pero realmente aprecio el buen trabajo que ha conseguido Fiat con su versión moderna y sin complejos del MX-5. ¿Te imaginas lo que habría pasado si Mazda saca un MX-5 con turbo? Me imagino la escena de gente con antorchas quemando la fábrica y los concesionarios. Pero creéme si te digo que el resultado, seguramente, habría sido brillante.

Dicho esto: quien quiera un deportivo para principiantes, cómodo, refinado, elegante y lleno de fuerza, el Fiat es su coche. Para aquellos que busquen algo más, que necesiten conducir algo estimulante y que te obligue a estar concentrado y a disfrutar de la conducción más pura y pasional, entonces el Miata sigue siendo superior. Dos rivales hermanos que cierran el círculo de los pequeños roadsters: ¡todos salimos ganando!