24 Horas de Le Mans 2017: Porsche hace historia mientras Toyota no pierde la fe

30 minutos horribles tiraron al suelo las posibilidades de Toyota. Porsche tampoco lo tuvo fácil en una carrera en los que los LMP2 lo tuvieron más cerca que nunca.

¿Te imaginas que gana Le Mans un LMP2? Esa era la pregunta más habitual durante las últimas horas de las 24 horas de Le Mans 2017, una carrera que siempre es un cóctel maravilloso de emoción, nervios, pasión por la competición y de un ambiente absolutamente fantástico. Yo pude estar presente este fin de semana en el circuito de La Sarthe y te voy a contar cómo sucedieron los hechos paso a paso.

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Sin duda, antes de la carrera, todo el mundo era consciente de la superioridad del Toyota TS050 Hybrid en cuanto a prestaciones: en la clasificación había conseguido el mejor tiempo y parecía evidente que el coche japonés partía con cierta ventaja. No obstante, una de las cosas que más me sorprendió al llegar al circuito fue la tranquilidad de Porsche: no se les veía nerviosos, estaban relajados y confiados en sus posibilidades. Pude hablar con algún piloto como Neel Jani o Timo Bernhard y no había rastro de preocupación: “la carrera es muy larga, no hay que ser el más rápido, hay que ser el más equilibrado.”

Otra de las preocupaciones previas a la carrera era el calor: no se recuerdan unas 24h de Le Mans tan calurosas y no se sabía muy bien como este factor podía afectar a la fiabilidad de los coches, a los neumáticos o, simplemente, a los pilotos: en un habitáculo en el que se podrían alcanzar y superar los 35 grados centígrados. “Lo bueno es que el calor es algo que nos afecta a todos.” Me contaba el gran Frank-Steffen Walliser, responsable de Porsche Motorsport.

Cualquier posibilidad estaba sobre la mesa: lo bueno de las 24 horas de Le Mans es que hay tantos factores encima de la mesa que cualquier cosa puede pasar. La carrera empezó con Toyota dominando, aunque pronto empezarían los problemas: el Porsche 919 Hybrid número dos sufrió una avería que le obligó a parar durante una hora en boxes. En Toyota tampoco se libraban de los problemas, con el coche número 8 obligado a entrar en boxes durante un buen rato debido a un problema en el sistema híbrido del coche que obligó a una cambio completo. ¡Menudos cracks los mecánicos!

No obstante, el Toyota TS050 Hybrid se quedaba, a priori, sin ninguna posibilidad de éxito, muy descolgado en la clasificación, incluso por debajo del coche 2 de Porsche. Los LMP2 mostraban un ritmo muy fuerte, mientras que en la categoría GTE, los Aston Martin, el nuevo Porsche 911 RSR, el Corvette del español Antonio García, los Ford GT y los Ferrari 488 GTE, con la participación de Miguel Molina, nos ofrecían una batalla espectacular, todos en un pañuelo y con algo de superioridad por parte de los británicos.

Toyota mostraba una gran solidez, hasta que todos los astros se iban a alinear para mostrarles la peor cara de esta carrera. El Toyota TS050 Hybrid 7 se rompía en la entrada de meta, como un terrible deja-vú. No obstante, el coche seguía moviéndose e intentó hacer todo lo posible para llegar al box de la marca, aunque incluso aquí la mala suerte estaba presente: debía recorrer todo el circuito a 40 km/h. Finalmente, el coche no pudo más y abandonó justo enfrente de la grada donde se encontraban los fans de Porsche. ¡Más mala suerte imposible!

Pero la tragedia no se quedaría ahí: pocos minutos después, el coche número 9 se tocaba con un LMP2 y se salía de la pista, dañando el neumático trasero y algunos de los elementos claves del coche en su intento por llegar al taller de la marca. La historia se repetía: el coche se paraba en las puertas de entrada a boxes. Sí, todo muy trágico. Toyota, en un abrir y cerrar de ojos, perdía prácticamente cualquier opción de ganar en Le Mans y quitarle la supremacía a Porsche.

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A partir de ese momento, el Porsche 919 Hybrid número 1 se colocó en cabeza y empezó a tirar. Las primeras luces del día ya estaban presentes en La Sarthe y la victoria del Porsche solamente podría ser impedida por un fallo fatal: las 20 vueltas de colchón con el LMP2 de Jackie Chan parecían suficientes, incluso aunque sufriera algún percance menos como un pinchazo o una pequeña avería. No obstante, pasó lo único que podía robarle la victoria: un fallo fatal de su mecánica. El motor había fallado y el coche se paró en la pista irremediablemente, provocando el rostro desencajado de André Lotterer y el resto de su equipo, que ya saboreaban la victoria en Le Mans.

En ese momento, la carrera estaba liderada por varios LMP2 y fue entonces cuando se propuso esa cuestión por primera vez: ¿realmente puede ganar las 24h de Le Mans un LMP2? ¿Podrá el Porsche 919 Hybrid 2 conseguir la remontada? ¡Vaya si lo consiguió! Vuelta tras vuelta, giro tras giro, con una precisión quirúrgica y sin ningún fallo, ni humano ni de la máquina, consiguió alcanzar al Oreca-Gibson del equipo de Jackie Chan. Una vez conseguida la remontaba, solamente había que rezar para evitar cualquier fallo mecánico. 

Finalmente, tras 367 vueltas, el Porsche 919 Hybrid número 2, con Bernhard, Bamber y Hartley se hacían con la victoria en Le Mans. ¿Por detrás? Ni rastro de LMP1, los LMP2 Oreca 07-Gibson del equipo Jackie Chan DC Racing y el del equipo Vaillante Rebellion copaban el resto del podio. El Toyota TS050 Hybrid número 8 había que encontrarlo en la novena posición. 

Aunque para final emocionante en Le Mans el de la categoría GTE Pro: el Corvette de Magnussen, García y Taylor se plantaba primero tras la última parada, con el Aston Martin Vantage de Turner, Adam y Serra a su espalda. Tras un final agónico, en el que Jordan Taylor pareció verse sobrepasado por la presión de ganar las 24h de Le Mans, el coche se salía de la pista y sufría daños que le iban a sacar incluso del podio. Finalmente, el Aston Martin se hacía con la victoria. En la categoría GTE Am, Ferrari dominó la jugada con un gran trabajo del equipo JMW Motorsport con Smith, Stevens y Vanthoor al volante. 

Sin duda, las 24 horas de Le Mans 2017 se recordarán por un nuevo fracaso de Toyota y por el gran trabajo de los LMP2, que cada día parecen más cercanos a sus hermanos mayores. Emoción y pasión nunca faltan en Le Mans, ¡espectacular! ¿Lo mejor? Que probablemente el año que viene volveremos a repetir un duelo en la cumbre: Toyota ya ha confirmado su futura asistencia y Porsche es de esperar que siga sus pasos.