La evolución de los pit stops en la Fórmula 1

Javier Prieto

Desde la creación del Mundial de F1, la evolución de los pit stops ha sido brutal. El tiempo de las paradas en boxes ha pasado del minuto largo en los años 50 a los dos segundos actuales.

Desde el primer Mundial (aquí tienes lo que para nosotros es lo mejor de la Fórmula 1) disputado en 1950 hasta la actualidad, la evolución de los pit stops de F1 ha sido impresionante. Para que te hagas una idea del salto logrado, estas maniobras han pasado de durar más de un minuto en aquella época, a menos de dos segundos hoy en día.

¿Quieres saber cómo se ha producido dicha transformación? Pues, no te lo pienses y acompáñanos en este apasionante viaje por el tiempo en el que desvelaremos todos los secretos que han convertido las paradas en boxes en un ejercicio de precisión, eficacia, coordinación, velocidad y perfección de los equipos. Para ir calentando motores, te proponemos que eches un vistazo al post de los coches de la F1 2018.

Cambios de ruedas a mar-ti-lla-zos

Durante los primeros años del Mundial de F1 en los 50, la seguridad no era una prioridad. Se puede decir que la evolución de los pit stop directamente no existía. Los objetivos de la competición se centraban en conseguir la victoria sin pensar en los riesgos. La desorganización y la lentitud reinaban en las paradas en boxes. ¡Cómo sería la cosa de pausada y anárquica que los pilotos se bajaban de sus coches para tomarse un vasito de agua o echarse un piti mientras les cambiaban las ruedas... pero solo las delanteras. Sí, sí, como lo oyes. 

Con esta tranquilidad no resulta extraño que esa tarea se demorada ¡más de un minuto! Pero, ¿eran los mecánicos mancos, muy torpes o simples becarios? Nada de eso. Ellos no tenían ninguna culpa puesto que tan solo dos de ellos se encargaban de realizar las tareas en el bólido (algo parecido a la actual historia de las 24 horas de Le Mans). Y en cuanto a los medios y herramientas a su disposición, aquello parecía una peli de miedo. Desenroscaban las tuercas de las ruedas ¡a martillazos! y empleaban un simple embudo para el repostaje de combustible. 

El repostaje, cuestión de puntería

Evidentemente, si el mecánico tenía mal pulso, la gasolina se derramaba por la carrocería del coche. Como puedes comprobar, la 'tecnología' tenía todavía mucho margen de mejora. Ah, ¿y el pit lane? Lo formaba una simple línea blanca pintada en el asfalto y situada habitualmente en paralelo a la recta de meta que separaba la pista de los garajes.

No, no había muro de protección ni nada que se le pareciera entre esa zona del circuito  y los boxes. Ah, y evidentemente, no existía limitación de velocidad para circular por el pit lane. Dicha medida -máximo 80 km/h- se adoptó en 1994 tras la muerte de Ayrton Senna. Desde luego que había ser muy valiente para trabajar en aquellas condiciones. Visto lo visto, los peores pit stops de 2016, son una maravilla sublime con lo que entonces se cocía en los garajes.

Mejoras en las normas de seguridad

La alocada -y a veces inconsciente- carrera por la gloria de la velocidad tuvo su punto de inflexión en 1955. En ese año se produjo un terrible accidente en las 24 Horas de Le Mans que se saldó con 83 víctimas mortales -82 espectadores y el corredor francés del equipo Mercedes Pierre Levegh-. Su coche salió volando hasta impactar contra el público presente en una de las tribunas en La Sarthe. Sin duda, el peor de los hitos de las 24 horas de Le Mans...

La tragedia supuso un punto de inflexión en el que las normas de seguridad en el Motorsport pasaron a tener un protagonismo mucho mayor. Algunas de las innovaciones y mejoras también llegan a las paradas en boxes. Así, se sustituyeron los rudimentarios martillos por unos extraños artefactos que permitían fijar las tuercas de las ruedas de forma más sencilla y rápida. Esta medida, unida al incremento de personal hizo que se redujera considerablemente el tiempo en las paradas. Poco a poco, la técnica iba avanzando, aunque todavía quedaba muuuuuucho por mejorar.  

Murray: revolución de los pit stops

A principios de los 80, la evolución de los pit stops de Fórmula 1 fue estratosférica. El paso por los garajes adquirió una función estratégica desconocida hasta entonces en la F1. El concepto se basaba en cargar los monoplazas con el menor carburante posible para reducir su peso y hacerlos más rápidos. Dicha táctica les permitiría obtener el suficiente margen para entrar a repostar y volver a la pista manteniendo la ventaja sobre sus adversarios.

Hasta entonces el incremento de velocidad y la supremacía en el asfalto siempre se había buscado elevando la potencia de los bólidos y no recortando sus kilos. ¡Impresionante innovación! Así las cosas, las paradas dejaron de ser una simple operación de sustitución de ruedas, para convertirse en un elemento determinante en el resultado final de las carreras.

Y dirás, ¿quién fue el espabilao, o más bien, el genio que tuvo esa brillante idea? Pues un ingeniero sudafricano llamado Gordon Murray que fue contratado por Brabham como empleado junior. En 1971 Gordon fue ascendido a ingeniero jefe por el nuevo dueño de la formación, un tal Bernie Ecclestone. Este le dijo: "He despedido a los otros cuatro ingenieros. Tú eres el diseñador jefe". Y así es como comenzó a desarrollar toda su creatividad y talento.

Fíjate si funcionó bien su idea que Nelson Piquet se proclamó bicampeón del Mundo en 1983 al volante del Brabham BT52 diseñado por el amigo Gordon. El genial sudafricano cambió para siempre la historia de las paradas en boxes

Paradas en boxes de récord

Con la llegada del nuevo siglo, las escuderías continuaron centrando su atención en arañar segundos al crono en los pit stops. Por eso incrementaron el número de mecánicos hasta los veinte e implementaron sofisticados sistemas y nuevas herramientas -pistolas con guiado láser, entre otros- que han reducido ¡por debajo de los dos segundos! el tiempo de las paradas.

Por cierto, si quieres ver en imágenes cómo se ha desarrollado evolución de los pit stops, no dejes de ver la espectacular galería de vídeos que te hemos preparado. En ella comprobarás cómo se han ido reduciendo los segundos empleados en estas decisivas maniobras... 

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