A falta de unos días para la publicación de la prueba definitiva del nuevo Volkswagen Golf GTI Clubsport, ya son varios los detalles que hemos podido ver y sentir que nos han encantado. 

¿Sabes para que sirven estos 'aletines' del Golf GTI Clubsport?

En definitiva, una versión vitaminada (y muy acertada) del Golf GTI MK.8 estándar, que conserva lo mejor de su hermano pequeño y avanza en otros aspectos. Desde el nivel mecánico hasta el interior, estos son los detalles más destacables del Golf GTI Clubsport MK.8.

1. El restyling exterior

El Volkswagen Golf GTI Clubsport ha recibido un rediseño exterior con una serie de añadidos que le quedan realmente bien. Para empezar, en el frontal, un nuevo parachoques con un splitter en tono negro mate, que se desarrolla hacia atrás en consonancia con otro añadido del mismo tipo en las taloneras del coche.

En la parte trasera, el alerón del hermano menor de Volkswagen ha sido sustituido por otro más amplio y con una salida de aire central en el Golf GTI Clubsport, que le da un aspecto más radical. En la zona inferior, el difusor también ha sido modificado, y las dos colas del escape se han ensanchado levemente y tomado una forma ovalada.

En las ruedas, finalmente, se pueden observar llantas en 18" o 19" del Volskwagen Golf R, que lucen realmente bien junto al resto del coche (sobre todo en el color plateado) y junto a las pinzas de freno con el logo de GTI en rojo.

2. Más potencia

La unidad de potencia EA888 2.0 TSI turbocargado ofrece 245 CV en el Golf GTI estándar. Una buena cifra, pero que en la versión Clubsport se ve incrementada hasta los 300 CV y 400 Nm de par. Además, el motor va unido a una caja de cambios automática DSG de siete velocidades, que es la única opción disponible para el Golf GTI Clubsport.

En definitiva, el coche es capaz de hacer el 0 a 100 km/h en solo 5,6 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 250 km/h. Un poder más que suficiente para sentir la velocidad.

3. Mejoras de suspensión, dirección y modo Nürburgring

La versión Clubsport del Volkswagen Golf GTI viene con una serie de mejoras que empiezan por una disminución de altura de las suspensiones en 1,5 cm, lo que evidentemente hace disminuir el centro de gravedad y mejora el nivel de tracción.

Las geometrías de la suspensión también han sido modificadas, añadiendo un mayor camber al eje delantero (ángulo de caída de las ruedas) para mejorar el paso por curva, así como nuevos brazos de suspensión en la parte trasera y cojinetes y muelles únicos para esta versión.

La dirección también ha sufrido ajustes que, en el modo Nürburgring, hacen que se sienta mucho más sensitiva y dura. Y es que este nuevo modo de conducción se añade a los ya establecidos 'Eco', 'Confort' y 'Sport', desbloqueando todo el potencial mecánico del coche.

4. La única opción del cambio DSG es acertada

El cambio automático DSG (Direct Shift Gearbox) es la tecnología desarrollada por Volkswagen para las transmisiones automáticas de casi todo el Grupo VAG, como Seat, Cupra o Skoda. Se trata de la única opción de transmisión en el GTI Clubsport MK.8, y se trata de todo un acierto.

El coche puede conducirse en modo automático o mediante las levas del volante (no hace falta decir que la de la derecha para subir marcha y la de la izquierda para bajar). Posee siete velocidades cuyo cambio es prácticamente instantáneo e imperceptible, más allá de las revoluciones conseguidas y el funcionamiento del turbo a ojos (y manos) expertas.

Además, tiene sistemas de seguridad electrónicos que bloquean descensos demasiado bruscos en las marchas, por lo que es imposible sufrir algún tipo de percance que sí podría pasar con un clásico cambio manual. En cualquier caso, la sensación de deportividad es enorme, y si vas de tramo o a circuito con el nuevo Golf GTI Clubsport, vas a notar su rendimiento.

5. El sonido del escape. Sí, había que poner esto en la lista obligatoriamente...

Lo primero al probar el Volkswagen Golf GTI Clubsport fue comprobar el sonido de sus escapes. Al activar el modo 'Sport' o 'Nürburgrin', en el interior del vehículo los altavoces hacen su trabajo para destacar el sonido del motor 2.0 TSI funcionando al máximo, pero en el exterior es aún mejor.

El coche no suena ronco, como en bólidos que llevan instalados tramos rectos o silenciosos menos restrictivos, pero las explosiones producidas en la liberación del gas entre las 2.800 rpm y las 3.500 rpm son una delicia para el oído. Y desde fuera se escuchan una barbaridad, en reducciones e incluso en algunos cambios de marcha superiores.

Sin duda, un toque agresivo al sistema de escape que gusta a todo el mundo y que es similar al del GTI estándar, aunque da la impresión de alcanzar un nivel superior de sonido en la versión Clubsport. Y en la ciudad, incita a lo que incita...