A ver cómo te explicamos que el coche del que te vamos a hablar es, teóricamente, impresionante, pero desconocemos cómo es en la práctica. Se trata del NanoFlowcell Quantino 25, un coche eléctrico, que según sus creadores, alcanzará una autonomía de (ojo) 2.000 kilómetros. A día de hoy igual suena a chiste malo, pero así lo quieren vender en la startup suiza.

Si hacemos un repaso por los vehículos eléctricos actuales (incluyendo los de hidrógeno) vemos que ninguno se le aproxima ni por asomo, por eso es difícilmente creíble que pueda tener tanto recorrido sin recargar. Parece ser, según sus ingenieros, que todo se debe a que se alimenta de un combustible electrolítico llamado bi-ION con moléculas de Bi-Ion nanoestructuradas. 

¿Y qué diantres es esto? Te preguntarás. El combustible bi-Ion (que quiere ser la alternativa al hidrógeno) se fabrica a base de agua de mar o aguas residuales tratadas con moléculas de Bi-Ion nanoestructuradas. ¿Cómo te quedas? Pues resulta que esas moléculas son las encargadas de mover los cuatro motores eléctricos de cubo que porta el vehículo. 

 El Bi-Ion se almacena en estado líquido en dos tanques de 125 litros y se bombea a través de conductos a otro depósito, en el que se produce una reacción química, y electricidad, a través de una membrana de separación. 

NanoFlowcell hace bandera de la sostenibilidad de su proyecto, que subraya es ecológico, no tóxico y no inflamable. Pero nada se sabe de su funcionamiento y de cómo se va a desarrollar. 

Del coche en sí podemos decir que se trata de un Targa de 2+2 plazas, que tiene un atractivo diseño y formas de un deportivo al uso. Por lo poco que se ha visto, dispone de un interior con un volante en forma de yugo y un túnel de transmisión en posición alta, que se mimetiza directamente con la consola central.

Si nos ceñimos a su mecánica, la empresa suiza informa de que está basado en una plataforma de 48V. Los cuatro motores eléctricos que te hemos comentado antes se encargan de mover una potencia máxima unitaria de 59 kW. En total, 236 kW, que equivalen a 321 CV aproximadamente. 

Ese elevado caballaje le permite al coche alcanzar los 100 km/h, desde parado, en menos de 3 segundos. La velocidad máxima está limitada a 250 km/h. Todo esto, como te decíamos al principio, son teorías. Es probable que este prototipo de coche nunca vea la luz y, si lo hace, habrá que ver cuál será su precio...