Noruega avisa a Europa: recargar un coche eléctrico costará más que llenarlo de gasolina

Renault Twingo Electric carga

Gustavo López Sirvent

Aunque en España una recarga vale 0,21 céntimos kW/h

Noruega está siendo el espejo en el que Europa se mira a la hora de tomar decisiones respecto a los coches eléctricos. El país nórdico eximió de pagar el 25% de IVA por comprar este tipo de vehículos, o que tuvieran recargas o parkings gratis, entre otras medidas que, a posteriori, se han ido implantando en numerosos países del Viejo Continente.

Ahora bien, desde tierras noruegas llega una medida que puede hacer saltar las alarmas al resto de estados de la Unión Europea: en Noruega va a resultar más caro cargar un coche eléctrico que llenar un depósito de gasolina de un coche térmico convencional. A pesar de ello, en España estamos pagando 0,21 céntimos el kW/h, por lo que, en principio, no deberíamos preocuparnos.

Parece que el dios Odin ha dejado de proteger a los noruegos, que debido a los vehículos eléctricos van a tener que desembolsar más dinero por ellos. El gobierno de ese país ha perdido unos ingresos de 1.878 millones de euros en impuestos por ayudar a ese tipo de transporte. 

Para volver a engordar las arcas gubernamentales de ese estado, en 2023 todos los coches eléctricos que cuesten más de 48.000 euros vuelvan a pagar el IVA del 25%. Asimismo, debido a la crisis energética que hay en Europa, provoca que los sistemas de recarga pública también suban los precios igual que le ocurre a los particulares y a las empresas.

Por razones que derivan de esa recesión, y por el hecho de que Noruega genera un 21,7% de su electricidad con energías fósiles, el país nórdico está asumiendo un sobrecoste en el precio de la electricidad que, por lógica, va a repercutir en los usuarios de los coches eléctricos que utilizan sistemas de recarga pública. 

Fíjate cómo estarán las cosas, que las variaciones en el precio de la electricidad han sufrido tantas fluctuaciones que en Oslo se ha tenido que cambiar el precio cada mes para los sistemas de carga públicos. 

En España contamos con una ventaja respecto a Noruega. Las horas de sol a lo largo del año son mucho mayores que en casi cualquier otro país de Europa. Es decir, que una sólida apuesta por la energía fotovoltaica nos puede llevar a disponer de mucha energía y muy económica, o incluso gratis en caso de que se haga un consumo privado.

Pero ahora lo predominante son los vehículos eléctricos, por lo que habrá que pensar en qué pasaría si ese tipo de combustible para los coches se hace viral y si, en un futuro no muy lejano podría producirse un encarecimiento de la luz de las recargas debido al desabastecimiento.

Y ya sabes el dicho: "cuando las barbas de tu vecino veas cortar...".