El Volkswagen ID.7 será uno de los lanzamientos más importantes del año para la marca alemana. Con este modelo, Volkswagen suma otro integrante a su gama de coches eléctricos y, antes de ponernos la volante de la versión definitiva, hemos tenido oportunidad de probar una unidad camuflada pre-serie. Así, hemos podido sentir en nuestras propias cómo es la nueva berlina eléctrica de Volkswagen.

Lo primero que hay que tener claro es que el nuevo ID.7 no es solo otro integrante de la familia de eléctricos de la marca. Este coche es importante porque es el primero en estrenar un nuevo tren de rodaje que es más eficiente y ofrece cifras de consumo y autonomía muy interesantes, con hasta 700 kilómetros con una carga.

Eso sí, antes de sentarme tras el volante, deja que te cuente cómo es el Volkswagen ID.7 que voy probar: mide 4.961 mm de largo, 1.862 mm de ancho (sin retrovisores), 1.538 mm de alto y tiene una batalla de 2.966 mm. Esto último permite contar con una buena habitabilidad interior, especialmente en las plazas traseras.

Sin embargo, el espacio no se reduce a la zona habitable. El maletero también se beneficia de las proporciones de esta berlina y llega a los 532 litros. Por ello, estamos ante una berlina práctica sobre el papel, pero también aerodinámica, gracias a su silueta de coupé. Con todo, firma un coeficiente aerodinámico de solo 0,23, lo que ayuda a maximizar la autonomía del ID.7.

Un ejemplo de esto está en la parte trasera, con un difusor que se encarga de canalizar mejor el aire que llega de la parte baja del coche. Junto a esto, también cumplen una función aerodinámica elementos como los retrovisores exteriores y las llantas (de hasta 20 pulgadas).

El motor eléctrico más eficiente

El nuevo motor eléctrico del ID.7 ofrece una potencia de 210 kW, que son 286 CV, con un par máximo de 545 Nm. Se trata del propulsor con mayores cifras de potencia y par disponibles en un coche de la gama ID. de Volkswagen hasta la fecha. Junto a esto, se ha colocado una caja de cambios de 1 marcha y 2 etapas.

Sin duda, este bloque supone un gran cambio. Hasta ahora, el motor eléctrico de los modelos ID. desarrolla una potencia máxima de 150 kW (204 CV). Sin embargo, en esta versión se mejoran las prestaciones y el consumo. Eso sí, lograr esto no ha sido sencillo, ya que ha requerido de un trabajo de ingeniería avanzado.

Deja que me ponga técnico: el rotor cuenta con imanes permanentes más fuertes y térmicamente aún más resistentes. Además, el estátor ofrece un mayor número efectivo de bobinados en la sección transversal y, mientras tanto, el disipador de calor por agua del motor aseguran una mejor estabilidad térmica.

Todo estor resulta en las bondades de este motor eléctrico, el cual se acompaña de una batería de iones de litio que estará disponible en dos tamaños: 77 y 86 kWh (Pro y Pro S). Con la primera, la autonomía WLTP del ID.7 se situará en torno a los 615 kilómetros, mientras que la segunda le permitirá llegar hasta los 700 kilómetros prometidos por la marca. 

Con estas cifras, esta berlina se postula como una opción realista como coche familiar para recorrer grandes distancias. Además, a la hora de las recargas, también habrá características interesantes: la batería del ID.7 Pro podrá cargarse en estaciones de carga rápida con CC con hasta 170 kW; el ID.7 Pro S, que llegará después, podrá cargarse con hasta 200 kW.

Al volante, comodidad silenciosa

Por fin puedo ponerme al volante del Volkswagen ID.7 camuflado. No se trata de la versión final, pero me aseguran que está muy cerca y que las sensaciones de conducción son válidas. Así, lo primero que noto al conducirlo la amortiguación está bastante equilibrada. Delante hay un eje McPherson, mientras que la trasera cuenta con un eje de cinco brazos oscilantes.

Como todo coche eléctrico, el silencio a bordo es agradable y esto se combina con una agilidad espontánea al pisar el acelerador. Esto se ha logrado con la suspensión adaptativa DCC, que ha sido actualizada con un nuevo software que utiliza más señales de sensores del vehículo. De esta forma, el sistema puede distinguir cómo se mueven las ruedas con mayor facilidad.

Sin duda, la nueva berlina eléctrica de Volkswagen está repleta de tecnología, aunque eso lo he notado nada más subirme en él. Al adentrarme en su habitáculo, me he encontrado un interior amplio en todas las plazas y muy digital, con una buena sensación de calidad. 

Una de las novedades del nuevo ID.7 es la apuesta por utilizar cada vez de forma más natural el Head-up-Display con realidad aumentada -ahora se incluye de serie-. Así, el conductor recibe más información a través de una pantalla de 38 centímetros que se proyecta sobre el parabrisas, y no tanta a través del cuadro de instrumentos habitual.

Por otra parte, otra cualidad que destaca al subir en este modelo son los nuevos asientos ergoPremium. que disponen de dos grandes cojines de aire adicionales que incrementan la comodidad y evitan la fatiga gracias a que. En teoría, esto es así porque mejoran la circulación y, así, estos asientos definen un estándar en el segmento del ID.7 que hasta ahora solo se conocía en coches de lujo.

Por último, el VW ID.7 también estrena un climatizador interesante: hace uso de una ventilación prácticamente sin corrientes, ya que cuenta con con difusores de aire inteligentes con motores verticales y horizontales controlados electrónicamente. De esta forma, estos difusores se abren y cierran de forma interactiva, distribuyendo el aire con rapidez mediante una función de vaivén. 

Ahora bien, eso no es lo mejor. La clave está en que, en cuanto el conductor se acerca al ID.7 con la llave, ya se pone en marcha la función de refrigeración en verano y la de calefacción en invierno. Además, la orientación de estos difusores se puede regular a través de la pantalla, como pasa hasta ahora en otros modelos de lujo como el Porsche Taycan.

Con esto, al probar el Volkswagen ID.7 está claro que estamos ante un coche que promete. En unos meses llegará el modelo final a los concesionarios y esperamos poder conocerlo a fondo más adelante.