¿Sabías que las baterías no sólo funcionan a través de la química que portan en su interior?

Batería eléctrica de un coche.

Gustavo López Sirvent

Los sistemas inalámbricos de gestión de baterías (wBMS) que está investigando Marelli aseguran reducir el peso, el coste de los materiales y la eliminación del cableado, con lo que esa reducción de peso se traduce en menor necesidad de energía para mover el vehículo y, por ende, en mayor autonomía.

Marelli, empresa italiana de desarrollo y fabricación de sistemas, módulos y componentes para la industria de la automoción, investiga, como otras muchas compañías relacionadas con el sector, cómo ganar autonomía a las baterías de los coches eléctricos. Y según indican estos estudios, no todo está en los elementos químicos que portan estas pilas. 

Aunque no lo creas, en el rendimiento de las baterías también influyen aspectos como el software y el hardware que se apodera de ellas. Ahí entran en juego los sistemas inalámbricos de gestión de baterías (wBMS) con el que está experimentando Marelli. 

Con él se consigue eliminar el cableado que une cada celda y llevar la información sobre su estado a la unidad de control encargada de gestionar los parámetros de carga y descarga.

Para entender un poco mejor este funcionamiento, Davide Cavaliere, gerente de Productos de Sistemas de Administración de Baterías de Marelli, explicó cada parte de este sistema en una entrevista que publicó batterytechonline.com.

Cavaliere especifica que un BMS es una unidad de control electrónico que supervisa el estado de cada una de las celdas ubicadas en el paquete de baterías. Este dispositivo es fundamental para cualquier vehículo que utilice una batería de iones de litio. El sistema de gestión de la batería supervisa constantemente estas cantidades físicas para asegurarse de que no se excedan los límites.

De esta manera lo que se busca es garantizar que las celdas no funcionen en condiciones inseguras minimizando la degradación de las mismas. Como añadido, se busca implementar otras funciones como la estimación del estado interno de la celda, el estado de carga, el desgaste de la propia batería y la energía.

Por su parte, un BMS inalámbrico, que es el que quiere poner en práctica Marelli, es un tipo de BMS distribuido en el que la comunicación entre las placas se realiza de forma inalámbrica en lugar de utilizar una conexión en cadena por cable. 

El intercambio de datos entre las placas se produce en una frecuencia de radio de 2,4 gigahercios, similar a la comunicación que puedas tener entre unos auriculares Bluetooth y un smartphone.

La mayoría de los componentes utilizados se copian de los de los BMS convencionales. Lo único que cambia es que la interfaz de comunicación que se efectúa mediante un circuito integrado inalámbrico acoplado a una antena en lugar de un transceptor (dispositivo que tiene un transmisor y un receptor incorporados) de comunicación por cable.

Por último, debemos reseñar que su mayor virtud es que, al eliminar los cables se reduce el peso y el coste de materiales. Además, el diseño del paquete se simplifica ya que se elimina la necesidad de pensar en el paso de los arneses de cableado. Esta reducción de peso se traduce en menor necesidad de energía para mover el vehículo y, por ende, en una autonomía mayor.